viernes, 23 de agosto de 2013

La chuleta - José Luis Alvite

La chuleta - José Luis Alvite

Dice Ernie que las mujeres tienen que dar disgustos y que la comida tiene que dejar manchas. El 'Savoy' no se distingue precisamente por una sofisticada carta internacional. También es cierto que la clientela no es la más refinada del mundo y que al paladar de algunos de los muchachos le cuesta distinguir entre una chuleta y una silla de montar. Falta clase, sofisticación, idiomas, en la mesa del club de Ernie Loquasto, pero nadie duda de que el género es de la mejor calidad. Las chuletas del 'Savoy' son grandes y expresivas y con un par de frunces podrías hacerte con ellas un juego de máscaras de Edward G. Robinson. Dice Larry el pianista que en los momentos de más terrible soledad de madrugada en el club, recuerda haber encontrado consuelo en la rotunda carne cocinada por Jake Morandi. "Te quedas mirando aquel pedazo de carne, muchacho, y no sabes si comerla o sincerarte con ella". A Larry, como a los muchachos, lo que le gusta es llevarse a la boca algo denso, sabroso, abundante, que se sepa que estuvo vivo y que tuvo familia. "Ya sabes, Al, una de esas chuletas que tienen parecido con alguien, la carne de siempre, la receta eterna, uno de esos enormes trozos de carne que bien se merecen llevar tu apellido".Ernie detesta las vanguardias. Dice que no hay vanguardia como el pasado, sobretodo a la hora de comer. Una de las veces que cenamos en un sitio de moda, le dijo al maitre: "Muchacho, todo esto está muy bien de color. Pero nosotros estamos anticuados y no solemos masticar pintura, así que, si no te importa, amigo, llévate el tebeo y tráenos para cenar un pedazo de carne al que le quede justa la pamela de Peggy Lee".A Ernie le gustan los matrimonios que empiezan mal y la carne vuelta y vuelta"y esas mujeres crudas a las que miras a la cara y tienes la sensación de haber visto por una vez en la vida un rostro de cuerpo entero".