sábado, 17 de agosto de 2013

Artie Stanton - José Luis Alvite

Artie Stanton - José Luis Alvite

Espalda de matrimonio y un par de manos que parecían equipaje, eso era a simple vista Artie Stanton, un tipo de dos en fondo que había amasado una fortuna contándolesu vida entre las piernas a las señoras que acudían a desovar sus cálculos renales enlos balnearios entre Savanah y Charleston. La simétrica geometría de su rostro poseíaesa belleza capicúa de los elegidos. "Artie era un dios a escote", escribió Chester Newman en el 'Clarion'.
 Sus entradas de madrugada en el 'Savoy' resultaban inconfundibles: "¡Qué hay, Nic!,escucho por ahí que tu esposa me es infiel contigo", "¡Más ánimo, Joe, ese saxo suena como una rueda pinchada", "Hola, Terry, encanto ¿sigues imitando a Sammy Davis Jr. con la vagina?", "Laurie, querida, tengo entendido que tu sonrisa vuelve a parecer ropa interior", "No me llena el claquetista nuevo, Ernie; dicen que se lava los pies con ginebra" Luego se sentaba a cenar a nuestra mesa y acudía el camarero: "Lo dejo en tus manos, Charlie: cualquier cosa más tierna que el plato". Un matón vigilaba en el guardarropa el gabán de Artie ¡El gabán de Artie! Se decía que el gabán de aquel fulano era uno de los diez tipos más deseados del país.
Sólo Artie tenía más éxito con las chicas que aquel abrigo. En su mejor año pasaron tantasmujeres por su cama en el Chelsea, que una cicatriz en la ingle de Artie Stanton fue el 'best-seller' del 73. Un año más tarde estaba muerto. Cuatro tipos le tirotearon a la salida del 'Savoy'. Había tanto plomo en su cuerpo, que le hicieron laautopsia con una báscula. Su sepelio fue un éxito social. En el velatorio me dijo Terry Shelton que hubo un instante en que no supo si rezar por el difunto o tirarle los tejos.Al acabar el apasionado desfile de las chicas alrededor del féretro, Ernie y yo retiramos de las manos del cadáver quince citas para lo que restaba de mes.