jueves, 31 de octubre de 2013

Días de lepra - José Luis Alvite

Días de lepra - José Luis Alvite

Querido Al: Me encontré con Larry en un sitio a las afueras. Fue la noche de mi última actuación en el 'Silver Oak’, un club de mala nota en el que, la gente aplaude a la cantante cada vez que suena el teléfono. Larry me pareció hundido. Me dijo que esa misma noche se había dado cuenta de que sus manos eran tan mayores como él y que no sentía la música como antes y que con su pésimo tacto podría tocar toda la noche en un piano en llamas. Pero le consoló ver mi pésimo aspecto. ¡Dios, Santo, Al!, pensé que a mi edad, mi madre era veinte años más joven que yo. ¿Recuerdas la última vez que nos vimos en el 'Savoy'? Fui sincera cuando te dije que si volvía por allí era sólo para tener testigos de que seguía viva. Estábamos tan derrotados que podríamos haber cenado lepra. Dulce aceptar la realidad, sobre todo cuando se tuvo todo en la mano y se dejó volar. Pude casarme contigo pero yo estaba en lo más alto de mi carrera y Ernie tenía en el 'Savoy' una jaula para mis pamelas. Te dije: "Eres un tipo curioso, Al, cariño, pero mi cuerpo necesita una batidora, no un pensador, así que lo dejaremos para otra ocasión ¿quieres?, porque no me gusta atarme a un tipo cuyo mayor peligro es que te apuñale con las zapatillas de casa”. Tendríamos que habernos cuidado. El rostro de Larry es como si acabase de vomitarlo y al mío el peinado le sienta como una esquela amarilla. ¿Y qué fue de nuestros sueños? ¡A la mierda los sueños! Eso decíamos cuando no nos ocurría lo que ahora, que sólo podemos soñar que estamos despiertos. Es terrible perder la ingenuidad de la juventud ,cuando éramos capaces de vender la piel por aquella estúpida casa tan elegante que decían que incluso los extintores eran de madera. Se me hace tarde para meterme en cama. Pondré el reloj para las siete de la mañana. Me gusta resucitar temprano para ver cómo sale el sol. Esa hora me recuerda las sobras de los días lejanos, Al, cuando lo más antiguo en nuestras vidas era el futuro.

miércoles, 30 de octubre de 2013

El pediatra de la muerte - José Luis Alvite

El pediatra de la muerte - José Luis Alvite

Puede que se trate de escepticismo, de cansancio, tal vez sólo de una cierta rutina para aceptar que lo que nos entra con placer por la boca hemos de estar dispuestos a vomitarlo sin que el asco sea mayor que el estupor. Tengo más años de lo que esperaba  tener a esta edad, he atravesado como un peregrino venéreo por el interior de cien mujeres dormidas, y por culpa de no llorar ni aplaudir a tiempo, se me amontonaron como si tal cosa los remordimientos, las banderas y los muertos. Sé muy bien lo que hice con mi vida, aunque por la cuenta que me tuvo negué haberme enterado. Fueron mías las pisadas y el calzado, la decisión de marchar y el error de no volver, y si a veces no acerté con el portal de casa, no fue por culpa de la niebla, sino porque siempre quise que funcionase en cualquier puerta de la ciudad la llave equivocada. Llevo escamoteadas en el rostro las facciones apócrifas de la gente que sufrió conmigo. Llegué tarde a los cumpleaños de mis hijos y me senté al final de la iglesia en el funeral de mi padre. Nunca creí que un hombre tuviese que arrepentirse de su mala vida salvo en el caso de que su conciencia oliese peor que su ropa interior. No tuve el menor prestigio profesional hasta que por fin conseguí desacreditarme. Y aunque ahora ya tanto me tiene, la verdad es que pasé momentos malos en un tiempo de mi vida en el que de la suerte de levantarme sólo encontraba agradable la desgracia de haber caído. Siento nostalgia de la oscuridad, del pánico y del asco. Sé que ya no veré como llega el aguacero brutal que disperse juntas la amargura, la mierda y la lluvia. Digamos que he sido la voz de un hombre en la garganta de un perro. No importa. En realidad yo solo quise ser el pediatra de la muerte.

lunes, 28 de octubre de 2013

La costurera de Escobar - José Luis Alvite

La costurera de Escobar - José Luis Alvite

No era la clase de cantante con el que podría entusiasmarme, ni me interesaba su repertorio, y tampoco he sentido como míos sus pensamientos, sus impulsos o sus credos. Me fue ajeno su elogio casi cabrío de la masculinidad y evité siempre que pude los estereotipos sociológicos que representaba porque me parecía que el afecto a lo que proclamaba significaba también en cierto modo el apego al esparto de un país en el que la voz del arriero era secundaria incluso respecto de las coces de sus mulas. Dicho lo cual, ¿qué sentido tiene considerar que Manolo Escobar fue simple «caspa franquista»? ¿Y qué significa eso?.Era la suya la voz que jaleaba el corazón de la costurera que venía el sábado por casa y le alegraba la mañana con aquellos mensajes sencillos como el hambre y pegadizos como un vicio. Y yo miraba a la costurera a sus ojos y me felicitaba porque en medio de aquella España remitiese por un instante el olor de los colchones meados y en las mejillas de la muchacha simple brotase el sonrojo fosco de aquella incipiente lujuria que desataba en ella aquel Manolo Escobar que resultaba un tipo cordial y de fiar, alguien que iba a estar cincuenta años en nuestras vidas, menos que muchas de las peores pesadillas, más que algunas catedrales. Le entrevisté hace muchos años para «El Correo Gallego» y ni recuerdo que me hiciese especial ilusión aquel encuentro, ni me decepcionó que no dijese nada memorable. Ahora se ha muerto y yo le recuerdo con gratitud y le rindo mi homenaje, no por lo que haya disfrutado con su repertorio, ni porque haya sido de mis cantantes favoritos, sino porque fue gracias a su voz que a la cerrajería moral de la costurera de mi madre, con el temblor de llevarse la mano de Escobar al cuello, se le resentía cada sábado aquel botón en su blusa…

domingo, 27 de octubre de 2013

Los 16 'coños' más famosos de la historia de la humanidad


Los 16 'coños' más famosos de la historia de la humanidad

 1 .- ¿Cuándo "coño" va a parar de llover? (Noé, 5000 A.C.).

 2 .- ¿Cómo "coño" se te ocurrió ese teorema? (La madre de Pitágoras, año 126 A .C.).

 3 ..- ¡¡¡Coño, qué calor!!! (Juana de Arco, año 1431).

 4 .- ¿Cuándo "coño" vamos a llegar? (Cristóbal Colón, año 1492).

 5 .- ¿Cómo "coño" queréis que pinte el techo? (Miguel Ángel, año 1566).

 6 .- ¿Qué "coño"  has tomao Julieta? (Romeo, año 1595).

 7 .- ¿De dónde "coño" han salido todos estos indios? (General Custer, 1887)

 8 .- ¿Por dónde "coño" entra tanta agua? (Capitán Smith, SMS Titanic, 1912).

 9 .- ¿Por qué "coño" no entendéis ésto? (Einstein, Año 1938).

 10 .- Al suelo todo el mundo,  "coño"!!! (Tejero,  23Feb 1981).

 11 .- Vamos Mónica, ¿qué te pasa? ¿Quién "coño" Se va a dar cuenta de la mancha del vestido?
        (Bill Clinton, 1997).

 12 .- ¿Qué "coño" hacemos ahora? (ZP, año 2010).

 13 .- ¿A ver qué "coño" recorto ahora? (Rajoy, Junio 2012).

 14 .-Qué "coño" hacemos ahora, Cristina? (El Duque en palma...do,  Enero 2013).

 15 .-  Cómo "coño" voy ahora a Suiza sin pasaporte?  (Luis Bárcenas, Febrero 2013).

 16 .- Y ahora, ¿a quién "coño" votamos? (millones de españoles, año 2013).

               ¿A QUÉ "COÑO" ESPERAS PARA COMPARTIRLO?

El telonero - José Luis Alvite

El telonero - José Luis Alvite

Viejo amigo: he decidido desprenderme del coche y echar raíces en una cama que con bsuma las pocas energías que me quedan. Mi corazón cansado es una azada. Parece que fuese a defecar el mármol para mi estatua.Al final no se cumplieron mis sueños. Estas cosas suceden, amigo. Un día descubres que estabas equivocado, que no era cierto eso que te decían de que en el Madison salía Dios de telonero. Y te asalta el remordimiento y la sensación de haber perdido todo el tiempo del mundo mientras creías que alguien como tú podrías hinchar con tierra los topos. Acabas solo, amigo, tendido en cama con dos billetes entre los dientes para que el tipo del motel se cobre su factura antes de aprovecharte para sopa de cerdo. Repaso mi vida, muchacho, y sé que no fui un buen padre, uno de esos tipos que siempre están en casa por si muere el niño. Me corría prisa la vida, amigo, y me pareció un sueño pillar en ámbar los semáforos entre Santa Fe y Atlantic City. Mi coche plagiaba mujeres al tomar las curvas y en los casinos las ingles de las fulanas guiñaban mi nombre al andar. Mis labios eran caza mayor y con mi sudor limpiaban la plata las señoras. Estaba en racha. Mi cuerpo era un puñado de vocales. Me dormía en una ciudad y despertaba en otra. En la matrícula de mi coche tocó cuatro veces la lotería. De madrugada en el 'Savoy' a las coristas les ovulaba en silencio una hidra de cristal de Murano. En los mejores hoteles de la ciudad mis ojos convertían en vajilla las bragas de las mujeres. Sonaban en la calle como persianas los disparos. Mis zapatos era faldas y el motor de mi coche podría haber sido solista en el Carnegie. Ahora es diciembre en mi vida, amigo, y siento cómo tira en mi rostro el mortero de la muerte. Y sé que en el Madison nunca salió Dios de telonero. Mi corazón son cuatro coces de tocino. Y me encuentro tan sólo que incluso mi llanto parece gente.

sábado, 26 de octubre de 2013

Blues del boxeador sin brazos - José Luis Alvite

Blues del boxeador sin brazos - José Luis Alvite

Me recomendó de madrugada un tipo en un garito: «Si de verdad tienes gana de pegarte con alguien que pueda darte un buen repaso, busca pelea donde estés seguro de no encontrarla. Deja la furia para después de la inteligencia,muchacho. Contén la rabia hasta que tu deseo de venganza sea inferior a tus fuerzas para satisfacerla. Si no eres un hombre prudente, amigo mío, prueba al menos a ser un hombre cansado». Sobreviví en los peores ambientes gracias a mi instinto para hacerle caso a aquel tipo y salí malparado las pocas veces que ignoré su consejo. Pero también es cierto que gracias a mis errores descubrí que hay golpes en cuyo dolor va incluida la anestesia que te ayuda a soportarlos. Ocurre con la tenacidad al aguantar el dolor lo mismo que sucede cuando por la reiteración del hambre te das cuenta de que, además de la dignidad, has perdido también el apetito. ¿No hay acaso heridas que sólo duelen con motivo del esfuerzo de curarlas? ¿Y no es acaso cierto que el formidable placer de doce besos seguidos desemboca a veces en el asco insoportable del beso desdentado que está de más? Nadie está obligado a soportar con su absurdo heroísmo los golpes con los que alguien podría demoler el mármol de su estatua. En el lejano momento de mi vida en el que quise ser boxeador, otro tipo listo me sugirió que desistiese porque, «verás, hijo, la violencia requiere más convicción que el talento,de modo que en este jodido gimnasio o sacas los brazos o te comes las frases. Y yo creo –dijo– que un tipo sensato como tú ha de ser lo bastante lúcido y cobarde para entender que sus dudosas proezas de boxeador sólo pueden ir a parar al brillante palmarés de otro hombre».

jueves, 24 de octubre de 2013

El premio y el cacheo - José Luis Alvite

El premio y el cacheo - José Luis Alvite

No he sido nunca un periodista de galardones, ni lo he buscado, ni conté jamás con ello. He tenido una carrera desordenada, cultivadacasi como un vicio, sin sentido del provecho y sin objetivos, de modo que la posibilidad de conseguir algún premio en el ejercicio del periodismo me pareció siempre remota en comparación con el riesgo de contraer cualquier enfermedad. Nunca tuve tanto dinero que fuese a durarme más que el prestigio, ni tanto prestigio que no me valiese la pena perderlo por culpa de algo que me pudiesen curar de madrugada sin anestesia en la farmacia de guardia. Pero tampoco he sido un héroe en el anonimato, ni el mártir de alguna causa perdida, y tampoco uno de esos tipos que sólo encienden la luz para acertar luego al darse prisa en apagarla. Si algo he conseguido en este oficio fue tal vez la consecuencia involuntaria de algún error, como le ocurre al soldado que pone en desbandada al enemigo gracias a haber huido cobardemente de la lucha corriendo en la dirección equivocada. Me casé en dos ocasiones sólo porque otra media docena de veces acerté a no comprometerme. Me consta que mi familia me quiere y me respeta, pero, ¡demonios!, nunca supieron muy bien qué coño hice todos estos años para engordar casi sin haber cenado. Me avaló siempre una considerable fortaleza física que me permitió sobrevivir durmiendo una media de tres horas diarias durante casi treinta años. Por supuesto, ya no soy el que antes fui. Mi salud se ha resentido y a mi barman le doy ahora menos trabajo que a mi oncólogo. Y cuando menos lo esperaba, mis colegas de Galicia me premian y yo no sé muy bien cómo reaccionar. Yo sólo he sido durante cuarenta años un periodista descuidado y contradictorio al que le hacía ilusión volver a casa a tiempo de que, por desgracia, fuese siempre demasiado tarde. Los muchachos de la funeraria no encontrarán nada valioso al cachear mi cadáver…

miércoles, 23 de octubre de 2013

El escroto - José Luis Alvite

El escroto - José Luis Alvite

Era la misma mujer con la que veinte años antes había partido cuatro camas entre Santa Fe y Alburquerque. Pero su sonrisa,en el cilicio de su sonrisa habían frenado en seco unos cuantos hombres. Estaba sumamente delgada. La miré de soslayo. Podrías cogerle las venas con el abrigo puesto. Del resplandor de los buenos tiempos quedaba en su rostro apenas el bagazo de su fotogenia, el remanente de la luz de entonces, el alias de su belleza. Remangado en el suave peralte de su melena rubia, guardaba todavía aquel rictus de falsa felicidad que le conociera tantos años antes. Pero su cutis había envejecido y era como si en la clandestinidad alguien le hubiese reparado el rostro con el escroto de un cerdo. No resultaría menos espeluznante si se maquillase con café hirviendo. Con algo menos de luz, Vivian Bernstein podría ser el sitio más a mano en el que colgar la ropa. ¡Dios santo!, por un instante pensé que mi vieja amiga se había pasado todos esos años durmiendo en el interior del culo. "Ya no canto, cielo", me dijo. "Un tipo me dio tantas bofetadas una noche que me borró cuatro notas de la garganta. Cada vez que pido por teléfono un taxi, me mandan un coche fúnebre". ¡Buena chica, Vivian! ¡Trágico sentido del humor! Pero a ratos se abatía. Y,entonces,  muchacho, tenías frente a ti a una mujer de mundo cuya voz sonaba como si bebiese esmalte para uñas. Se equivocó de hombre. Vivió diez años con un tipo duro y tenaz que "se masturbaba con el ventilador y esnifaba cocaína con un megáfono".vLuego bailamos algo. La tomé en mis brazos y fue como meter la mano en una autopista. Pero cerré los ojos. Y te juro, muchacho, que me sentí como en el 74, cuando en las madrugadas del 'Savoy' se me subían sus pies a la cabeza y a mi cuerpo le tardaba el suyo, y con cuatro copas y al amanecer, íbamos al cementerio a echarle pan a los muertos.

martes, 22 de octubre de 2013

Un hombre tenía tres novias y no sabía a cual de ellas elegir para casarse…


Un hombre tenía tres novias y no sabía a cual de ellas elegir para casarse…

Resolvió entonces hacer un test para ver cual era la más apta  para ser su esposa.
Extrajo 15.000 euros de su cuenta bancaria, dio 5.000 a cada una de ellas y les dijo que lo  gastaran como quisieran.

La primera fue de 'shopping', compró ropas, joyas, fue al salón de belleza, etc.

Volvió y le dijo al hombre:- Gasté todo el dinero que me diste así para estar más bonita para tí, para  gustarte más... Lo hice 
porque te quiero.

La segunda también fué de 'shopping' y compró ropa para él, una 
consola, una televisión de pantalla plana, zapatillas de deporte, palos de golf...

Volvió y le dijo: -Gasté todo el dinero que me diste en regalos para tí 
así te hago más feliz... Lo hice porque te 
quiero.

La tercera cogió el dinero y lo invirtió en bolsa. En tres días triplicó lo invertido y regresó, le devolvió los 5.000 euros que el hombre le había dado y le dijo:
- Invertí tu dinero y gané  el mío, ahora puedo hacer lo que quiera con mi propio dinero..   Lo hice porque te quiero.

Entonces, 
el hombre pensó. 
Pensó..pensó....pensó...

Pensó...pensó...pensó...

Pensó...pensó...pensó...

A los 
hombres les cuesta muuuuuuuuuucho 
pensar......

siguió 
pensando.

Pensó...pensó...pensó....

Pensó...pensó....pensó.....

Pensó....pensó...pensó..
Pensó...pensó...pensó...
Pensó...pensó...pensó...

Pensó...pensó...pensó...

Pensó...pensó...pensó...
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Pensó...pensó...pensó.....




Pensó...pensó...pensó...
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Pensó.....pensó....pensó...

Pensó...pensó...pensó...

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Pensó....pensó...pensó...
Pensó...pensó......pensó...




Pensó...pensó...pensó...
Pensó...pensó..pensó.....
Pensó...pensó...pensó...
Pensó...pensó...pensó...
Pensó...pensó...pensó...
Pensó...pensó...pensó...
Pensó....pensó...pensó...

Pensó...pensó...pensó...
Pensó....pensó...pensó



Pensó...pensó...pensó pensó




Pensó...pensó ...pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó





Pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó pensó 
pensó pensó pensó
pensó pensó pensó
pensó pensó pensó
pensó pensó pensó

Y ELIGIÓ A LA QUE TENÍA LAS TETAS MÁS GRANDES.

Robo en Bilbao. Buenísimo

Robo en Bilbao. Buenísimo

Asaltan una joyería de madrugada en Bilbao y la "poli" necesita un sospechoso.
Entonces encuentran a un borracho cerca del lugar y lo llevan a comisaría.
Allí lo bajan al sótano y un "poli" empieza a meterle la cabeza en un cubo de agua.
Cuando el borracho está casi sin aire, el "poli" lo saca y le pregunta:
- ¿Dónde están las joyas?
El borracho balbucea intentando coger aire y respirar, pero el "poli" repite
la operación tres veces, hasta que a la cuarta lo saca.
El borracho, a punto de morir ahogado, empieza a jadear tomando aire y el "poli" repite:
- ¿Dónde están las joyas?
Y el borracho le contesta:
- ¡Cagoendiosssss! ¡Contratar a un buzo, hoooooostia, que yo no las veo !imo

Algo que leer - José Luis Alvite

Algo que leer - José Luis Alvite

No recuerdo haber sentido nunca verdadera preocupación por los estragos físicos que pueda causarme el paso del tiempo. Aun sabiendo que, a diferencia de algunos inmuebles, a los seres humanos se nos arruina el cuerpo sin que podamos sacarle provecho, la verdad es que no he dedicado mucho tiempo de mi vida a quejarme de que se haya esfumado la juventud. Son cosas que pasan y que no tienen remedio. Uno echa cuentas, sabe que ha perdido algunas facultades y a veces duda si cruzar La Castellana en hora punta. Pero sólo un idiota no contaría con eso. Lo importante es relativizar las pérdidas. El envejecimiento sólo significa que hay que desistir de algunos proyectos. Yo, por ejemplo, no hago planes para muy adelante. Sé que a cierta edad un hombre dispone de un tiempo tasado. No hay que ser muy listo para caer en la cuenta de que cuando éramos jóvenes ni nos habíamos fijado siquiera en la enorme cantidad de funerarias que había en la ciudad. Una amiga se me quejó de las arrugas de su piel y parecía muy abatida. Traté de tranquilizarla diciéndole que no tiene sentido que se preocupe por el visible deterioro de su cuerpo porque al mismo tiempo que se vence la piel de su rostro, se le habrá estropeado la vista a los hombres que podrían fijarse en ella. Le recomendé que fuese consciente de la edad que tiene y no pretendiese objetivos que le correspondería haber intentado de joven. «La vida es como es, los cuerpos claudican y de lo que se trata, amiga mía, es de que el esfuerzo que antes podrías haber hecho al adoptar posturas acrobáticas con un hombre en la cama, lo administres de manera que aún seas capaz de la proeza de arrodillarte en misa». E insistí: «Si te miras con detenimiento en el espejo, te darás cuenta de que tu belleza es ahora otra, más blanda y arrugada, es cierto, pero piensa que lo que ocurre no es otra cosa que el hecho irremediable de que se te ha subido a los ojos la piel de los codos». Yo sé que lo entendió a la primera y no fue necesario insistir, entre otras razones, porque a cierta edad la franqueza se parece horrores al mal gusto. Mi amiga está casada y no es feliz porque su marido ya no se comporta en la intimidad como cuando eran jóvenes. No tendría que amargarse por eso. Suele ocurrir. Se dice que un rostro arrugado es la obvia demostración de haber vivido mucho y que en una tez marchita hay mucho que averiguar. Una fulana me dijo hace años: «No me vengas con la puta historia de que cada arruga es un párrafo de una novela. Vivo de mi cuerpo, cielo. Y a los hombres que me pagan, por lo general no les gusta leer». 

Que vienen los chinos - David Torres


Que vienen los chinos - David Torres
Ya iba siendo hora de que alguien se atreviera a decir la verdad, por duro que sea oírla. En el Instituto de Estudios Económicos de la CEOE donde, como su propio nombre indica, no dejan de estudiar ni de economizar, han lanzado una novedosa serie de propuestas para salir cuanto antes de la crisis. Hemos aprovechado para entrevistar a uno de sus portavoces, don Lúpulo del Cazo, catedrático de Economía Comparada por la universidad de Cantimpalo.
-Señor del Cazo, antes que nada, ¿no cree que se les ha ido la mano y que estas medidas, caso de ser aprobadas, en seguida van a ser tachadas de impopulares?
-Al contrario, hombre. Si las tenemos más que habladas en Génova. Más populares no pueden ser.
-Lo de la jubilación a los 70 años, ¿no les parece un despropósito?
-Pues sí. Yo era partidario de alargarla hasta los 83 pero un compañero me hizo ver que está feo colocar un número primo así, sin avisar, y que además rebásamos la tasa de supervivencia en España. De modo que al final lo echamos a los chinos y ganaron los de 70. Una putada, se mire por donde se mire.
-¿Lo echaron a los chinos?
-Sí. Esa era otra opción, yo creo que la mejor de todas. Mandar a la puta calle a todos los trabajadores españoles, que son unos vagos, unos aprovechados y unos irresponsables, y contratar empleados chinos. A ser posible, menores de edad. No me negará que los supermercados chinos están llenos de niños en edad de escolarizar. Allí no hay ni uno sindicado, y nadie protesta ni revisa los horarios ni nada de nada. Un chollo, oiga. No cierran ni para comer, se llevan a los bebés al trabajo para que vayan aprendiendo el oficio, y que se les ocurra protestar. Abren domingos y fiestas de guardar y encima agradecidos. Y van como un tiro, oiga.
-¿Contratar chinos? ¿Está hablando en serio?
-Bueno, usted ya me entiende. Ellos son muy reacios a los contratos, no hay más que fijarse en cómo escriben. Los chinos con un apretón de manos, van que chutan.
-Pero, ¿no cree que eso sería intolerable para los trabajadores españoles?
-Sí, pero es que los proletarios españoles son muy racistas, señor mío.
-¿Y por qué no lo han propuesto entonces?
-Por Soraya. Por no hacerle un feo, pobrecita. Eche usted cuentas, si en un país con seis millones de parados, más de medio millón se dedican al crimen y a la extorsión estatal, imagínese la estadística.
-Otra de sus propuestas está enfocada a revisar las pensiones. ¿Les parece que aquí los pensionistas cobran mucho?
-Cobran mucho y curran muy poco. Fíjese en Francia, tienen que cotizar hasta 40 años para poder cobrar la mitad de la pensión. Aquí es que los trabajadores son unos flojos.
-Ya, ¿pero no se han fijado que en Francia el sueldo base es aproximadamente el doble que el nuestro?
-Hombre, es otra economía.
-Y para las pensiones y las prestaciones sociales, ¿no es otra economía?
-Ande, ande, no me sea comunista.

lunes, 21 de octubre de 2013

Para que te rías a base de bien

Para que te rías a base de bien

El nuevo cura de la parroquia estaba tan nervioso en su primer sermón, que casi no consiguió hablar.
Antes de su segundo sermón, el domingo siguiente, preguntó al Arzobispo como podía hacer para relajarse.
Este le sugirió lo siguiente:

-La próxima vez, coloque unas gotitas de VODKA en el agua y va a ver que, después de algunos tragos, va a estar más relajado.
El domingo siguiente el Padre aplicó la sugerencia y, en efecto,
se sintió tan bien, que podía hablar hasta en medio de una tempestad, totalmente relajado.
Luego del sermón, regresó a la sacristía y encontró una nota del Arzobispo que decía lo siguiente:
Apreciado Padre:

La próxima vez, coloque unas gotas de VODKA en el agua y no unas gotas de agua en el VODKA.
Le anexo algunas observaciones para que no se repita lo que vi en el sermón de hoy:

1. No hay necesidad de ponerle una rodaja de limón al borde del Cáliz.

2. Evite apoyarse en la imagen de la Virgen y mucho menos abrazarla y besarla.

3. Existen 10 mandamientos y no 12, los apóstoles eran 12, no 7 y ninguno era enanito.

4. No nos referimos a nuestro señor Jesucristo y sus apóstoles como ""J.C. and boys"".

5. David derroto a Goliat con una honda y una piedra; nunca se lo folló.

6. No nos referimos a Judas como ""puto cabrón de los cojones"".

7. No debe tratar al Papa como ""El Padrino"".

8. Bin Laden no tuvo nada que ver con la muerte de Jesús.

9. El agua bendita es para bendecir y no para refrescarse la nuca.

10. En el ofertorio los fieles entregan el diezmo voluntario; quite el letrero que decía: ""su propina es mi sueldo"".

11. Los pecadores se van al Infierno y no ""a tomar por el culo"".

12. El padre nuestro se debe rezar alzando las manos al cielo y no haciendo la ola.

13. La iniciativa de llamar al público para bailar fue buena, pero hacer el trenecito por toda la iglesia, ¡NO!.

IMPORTANTE: Aquel sentado en el rincón del altar, al cual Ud. se refirió como ""maricón de mierda"" y ""travesti con faldita"", era yo!!! Espero que estos fallos sean corregidos el próximo domingo."

domingo, 20 de octubre de 2013

La mancha - José Luis Alvite


La mancha - José Luis Alvite

Dicen que Sony 'Sweet' Sullivan estaba tan aturdido sobre el ring por los golpes aquella noche en el Madison, que fue el único que no vio su combate contra 'La Perra' Wilson. Escribió entonces Chester Newman en el 'Clarion' que "en el segundo asalto, el rostro de Sony parecía pariente suyo". Según Ernie, para evitar aquella carnicería, 'Sweet' tendría que haber arrojado la toalla en el peaje. Todos cometimos alguna vez un error por exceso de confianza o por no haber recibido a tiempo un buen consejo desde el rincón. El trompetista Sidney Brachet se arruinó porque dejó correr lo que empezó siendo una broma y no tardó en convertirse en una pesadilla. A Sidney no le iban bien las cosas con su mujer y una madrugada en el 'Savoy' un tipo le ofreció dinero por librarle de ella. Brachet era un tipo sin recursos cuya única propiedad era una maleta con una mancha. "Vamos, muchacho, no pierdas el tiempo conmigo", le dijo el trompetista. El mafioso insistió. Le pidió unacantidad por matar a la señora  Brachet. Sidney llegó a insolentarse con aquel hijo de perra. Pero el matón se creció: "Bien, amigo, las cosas están así: diez de los grandes por matarla, y el doble por dejarla viva". El caso es que Sidney trabajó cinco años para ocultar un crimen que nadie cometió jamás. En el 74 empeoró su suerte. En una partida de póker, aquel infame se endeudó con Sidney y el trompetista del 'Savoy' tuvo que hacer horas en el club para prestarle a su chantajista dinero bastante para que fuese saldando la deuda. Una madrugada el desquiciado trompetista me confesó que rezaba para perder en sus partidas contra el odioso matón. La derrota en el póker parecía su única posibilidad de ahorrar dinero. "El éxito en el juego me está arruinando", me dijo la última noche que le vimos con vida. A Sidney Brachet lo encontraron colgado de una soga. En uno de sus bolsillos, el detective Fuller encontró una nota: "Esto ha sido cosa mía. No tengo suerte. Me arruiné ganando dinero y lo que es peor en un chequeo acaban de descubrir que me hizo metástasis en el hígado aquella maldita mancha en mi maleta".

sábado, 19 de octubre de 2013

Una orquesta entre el humo - José Luis Alvite

Una orquesta entre el humo - José Luis Alvite

Alguien me dijo una madrugada en el Savoy que a la postre en la guerra sólo triunfa el fracaso y que lo único que un soldado puede pretender razonablemente es que su madre no haya olvidado su nombre, que el espejo del Norman Forrester había combatido en Europa en un momento en el que la guerra parecía decidida y un capitán de Idaho le prometió que, de un momento a otro, camino de París les adelantaría entre una nube de polvo el autobús con los trastos y los músicos de la orquesta de Glenn Miller. Una madrugada de copas en el «Don Juan» de Compostela,me dijo el boxeador Felipe Rodríguez, «Pantera de Arosa»:« Recuerdo cuando me presentépara que me tallasen en la Comandancia  de Marina y allí estabas tú, vestido de marinero, con una cinta métrica en la mano. Con cierto cachondeo otro marinero veterano me preguntó como querría que fuese mi uniforme e incluso me rogó que hinchase la cabeza para disponer de dos gorros  distintos. Me contuve de partirle la cara porque de niño alguien en Vilaxoán me  habia dicho que la furia sólo era la falsa valentía de los cobardes». «Pantera» había  tenido una carrera rutilante y un poco desigual, con mucha clase y poca pegada. Un peso pesado elegante y apuesto que llegó tarde al baile de la victoria porque en su guerra incluso le combatieron las suyos. Antes de que un tumor cerebral le dejase a oscuras para siempre, nos reencontramos en aquel local de Compostela y me dijo: «De todas las mujeres con las que alguna vez soñé,muchacho, a la larga sólo la muerte se ha fijado en mí. Y yo, que siempre fui un tipo elegante y sin pegada, no supe decirle que no». Y nos quedamos mirando por si pasaba camino del cementerio, entre el humo, la orquesta de Glenn Miller. 

jueves, 17 de octubre de 2013

Agua con yeguas - José Luis Alvite

Agua con yeguas - José Luis Alvite

En uno de esos momentos de analgésico silencio matinal que preceden a la rutina plural del día, escribí en Twitter que «con el tiempo descubres que la felicidad consiste en no perder nunca de vista las humildes pisadas por las que un día saliste de la escuela». Se trata de la confesión de un sentimiento de retorno que arrastro desde muy joven. Desconfiado de lo que pudiese reservarme el futuro, hice siempre planes para ayer. He necesitado a menudo reencontrarme con aquel tiempo de mi vida adolescente en el que tanto me resistía despedirme de los días de mi niñez y renunciar a la serenidad casi amniótica de un mundo lento y apacible en el que recuerdo haber visto una película en la que por Navidad un tipo parecido a Joseph Cotten regresaba de la guerra con regalos y le esperaba en casa un ambiente cordial y entrañable en el que olía a pan la luz de lastulipas y a mi me parecía que incluso era consomé el agua torda del lavabo. Nadie se ausentaba de aquella dulce y humilde rutina tanto tiempo que al regresar hubiese fallecido el abuelo o le ladrase su perro. La gente se moría sin necesidad de conocer los detalles de por qué le sucedía aquello y no había entonces un solo desperfecto que no pudiese remediarse con algo de paciencia,dos sardinas con pan y un tornillo. Por delante de la galería verde de mi escuelita en Compostela pasaban de vez en cuando dos columnas de soldados tirando de las bridas de una docena de monturas y al borde de las vacaciones estivales se metían en una orgia de expresionismo y orina con sus bestias en el río Sar y yo me escondía en el maizal y aprendía a deletrear mis cuadernos como si piafasen en mis labios,–blandas, incandescentes y anfibias– las vaginas casi gregorianas de las yeguas. Y ahora me pregunto, ¡Santo Dios!, ¿porqué no regresan a sus escuelitas los que nos joden España?

Tiempo de las lilas - Raúl del Pozo



Tiempo de las lilas - Raúl del Pozo
La fascinación del mono desnudo por la espetera encarna la melancolía del paraíso perdido, la pérdida de los vasos lácteos. La palabra teta surge de una onomatopeya del bebé; en muchos países, la palabra se pronuncia casi igual. 
Por esas y otras razones no hay un spot como el seno que las Femen han sacado de la madre, el tabú esencial de la civilización humana. Ahora, como las ninfas de Alberti, las activistas se bañan públicamente en los espacios públicos: «Desde el culo hasta las tetas». 
Esa luminosa horda tiene algunas semejanzas con las amazonas, aquellas guerreras que se amputaban el seno diestro para poder tirar con arco. Algunos investigadores dicen que esa referencia es sólo un mito. Pero existir, existieron en el Cáucaso, no muy lejos de Ucrania, donde han renacido. Eran rubias y hermosas, vivían en un reino sin hombres pero no eran lesbianas; en el tiempo de las lilas yacían con los machos y luego les regalaban los varones. Escribe Durrell que combatieron en la guerra de Troya y su diosa era Artemisa, «un poco zorra». 
Las Femen están montando el pollo, o la polla, ya que tratan de «desencadenar erecciones». Interrumpieron la sesión de control en el Congreso y después hacen apariciones cada vez más transgresoras. Antes de venir a España, se desnudaron en el colegio donde votaba Putin, se lanzaron sobre el patriarca de la Iglesia ortodoxa y asustaron a las palomas en la plaza de San Pedro. Pero es en Madrid, convertida en la capital europea de los derechos civiles, donde tendrá más eco su aventura. 
Retrocede el movimiento obrero y el Estado del Bienestar, vamos a un tercer mundo democrático, a lo que se ha llamado el feudalismo del siglo XXI. Los sindicatos de trabajadores pierden prestigio y, sin embargo, la causa de las mujeres y otras minorías tiene en esta ciudad cada vez más fuerza y más eco. 
No sé si las otras feministas aprobarán esta forma de luchar contra el patriarcado, la feminización de la pobreza, los salarios grotescos y la explotación sexual. Hablan del nuevo derecho de pernada, que es otro mito como el de las amazonas. Nunca hubo una ley feudal que otorgara a los señores el derecho a la virginidad de sus vasallas. Es verdad que, como escribió Mario Vargas Llosa, eso de acostarse con las esclavas, sirvientas y jornaleras (lo que sus amigos llamaban «tirarse a la chola»), fue una de las aportaciones de los españoles, como el pronunciamiento o la costumbre de las damas de sopesar los testículos de los esclavos en la plaza del mercado. Pero parece que nunca existió en España el derecho de pernada.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Ni-nis - Santiago Esteban


Ni-nis - Santiago Esteban
Muchos creen que uno de los principales males actuales de España estriba en su sistema educativo. No sólo por el hecho de que cada Gobierno de turno modifique el modelo cada cuatro años, sino también porque el sistema se ocupa más por el adoctrinamiento ideológico que en los conocimientos técnicos. La recientemente aprobada Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, que al ministro Wert no le gusta que lleve su nombre, es un esfuerzo por invertir los términos actuales. Veremos hasta dónde llega.
Hace unos meses, una amiga gallega me contaba que en el instituto nunca profundizaron en la Guerra Civil española ni vio en el colegio qué había sucedido en el Madrid de 1936 a 1939. Un ejemplo sencillo del reino de taifas que es España. Una muestra de que el problema viene de lejos. Un obstáculo más para recuperarnos como país.
Las siete leyes que hemos tenido en materia de educación no han ayudado a la mejora de la formación de los españoles. Cambiarlas es el gran desafío. Hay ideas para ello. Están saliendo a la luz diversos proyectos e iniciativas que pretenden una España alejada del primer puesto del fracaso escolar. Tenemos profesores no sometidos a ningún ‘aparato’ político que ayudan a formarse a sus alumnos para que lleguen preparados a la vida profesional cada día más dura y competitiva que les espera. El esfuerzo por la búsqueda de la calidad en este terreno es vital para el futuro de este país.
Talento hay, pero el modelo no es capaz de identificarlo. Se desperdicia e incluso se desprecia a los brillantes. Se les margina y no se obtiene de ellos todo su potencia
Tenemos iniciativas privadas y públicas que buscan una educación de los jóvenes nueva, más real, adaptada al mundo y a las exigencias del trabajo de hoy. Un ejemplo es YPD (Young Potential Development), cuya metodología se basa en cuatro pilares básicos: energía, creatividad, liderazgo y comunicación. La Junta de Castilla-La Mancha ya ha puesto en marcha programas con esta organización que están dando resultados.
Precisamente el campo de la comunicación es uno de los que mejor puede ejemplificar que el modelo educativo es, cuanto menos, mejorable. Mi impresión sobre la carrera de Periodismo hace 10 años era de cierta desconfianza. Intuía que la formación en ciertos aspectos fundamentales, se alejaba de las exigencias del mercado laboral. Finalmente he comprobado que estaba en lo cierto. Técnicas útiles para todos los estudios como la oratoria, la presentación de propuestas o proyectos, técnicas de persuasión o control de la comunicación verbal, tan necesarias para todas las especialidades, nunca han estado en los planes de estudio. De qué sirve lo que sabes si eres incapaz de transmitirlo. Aprender los métodos de establecer contactos o de gestionar, conocer técnicas de negociación, de análisis o aprender a usar todas las posibilidades de las nuevas tecnologías son aspectos ausentes en la educación de los españoles.
Recientemente oí a Eduardo Punset decir que “el gran error es que ha cambiado el mundo y la educación sigue siendo básicamente la misma”. En la misma línea, sir Ken Robinson, educador y ensayista inglés, lleva años luchando por cambiar el paradigma educativo que rige nuestra sociedad desde hace décadas. A su juicio “tenemos la creencia de que existen dos clases de personas: las académicas y las no académicas. No obstante, existe “mucha gente brillante que cree que no lo es porque ha sido evaluada según este concepto”.
Es muy posible que en el sistema educativo español se estén dando estos dos errores, entre otros. Talento hay, pero el modelo no es capaz de identificarlo. Se desperdicia e incluso se desprecia a los brillantes. Se los margina y no se obtiene de ellos todo su potencial. O llegamos a un compromiso de todos los implicados para dejar de ser una fábrica de ni-nis que lastren nuestro futuro o seguiremos cultivando la mediocridad. Y el futuro que todos esperamos no lo construirán los mediocres.
*Santiago Esteban, Comunicación Corporativa y Financiera de Burson-Marsteller

martes, 15 de octubre de 2013

Fresas con hueso - José Luis Alvite

Fresas con hueso - José Luis Alvite

Fue la suya una belleza lineal, drapeada por aquella ropa sin ingles cuyo único escote era una sonrisa a menudo interrumpida por un presagio, aquella sonrisa distinta y lastimada que lo que escondía no era el frívolo fogonazo del glamour sino una mezcla de talento, nostalgia e insuficiencia biliar. A una mujer como Katharine Hepburn se le subían juntos a la cabeza el 'martini' y las obras de Faulkner. Era liberal, educada e inteligente y podías imaginarla retocando las flores para la mesa o cambiándole al coche la rueda pinchada. Tenía el complejo atractivo de alguien cuya boca era a la vez sugerente y arriesgada como una orquídea con una avispa dentro. Siempre me gustaron las mujeres como Kate, tan capaces de ponerse igual de elegantes para arengar a un jurado que para reparar el tostador del pan. Comedida, prudente y una pizca taciturna, los gestos de Katharine Hepburn siempre me pareció que iban un segundo por detrás de sus manos. En 'Adivina quien viene esta noche' Kate era una sublime sexagenaria en quien resistía aún el rescoldo de su estilizada belleza sin curvas. Es cierto que empezaba a decaer pero todavía la veo observando a Spencer Tracy y no cambiaría por ningún otro el rostro de esa señora en cuyo porte estremecido incluso resulta interesante que se presienta el ralentí del parkinson, que ya será ostensible cuando 'En el estanque dorado' se le llenan de lágrimas los ojos al escuchar las frases de aquel Henry Fonda aplomado y terminal cuya sonrisa había adquirido definitivamente el rictus de un mal sabor de boca, la acidezde alguien que esté leyendo la oración fúnebre de sus exequias. Después Kate se reponía para no empeorar las cosas. Y entonces, amigo mío, entonces sabías que aquella mujer era la única actriz del mundo a la que Dios podría admitirle un chiste de curas.Nunca fue la tentación favorita de los hombres que buscan mujeres explosivas. Las curvas más explícitas de Kate eran las de su peinado. En sus películas, cualquier actor tiene más pecho que ella. Yo creo que Kate tenía el infrecuente atractivo de una delicada mujer sin afeminar. Vistió siempre blusas al caer y pantalones holgados, incluso cuando en Holywood la prenda más floja de cualquier actriz era el sudor. Yo creo que la pieza más ceñida del guardarropa de Katharine Hepburn fueron los brazos de Spencer Tracy. Y es precisamente en ese desentendimiento del glamour tradicional donde reside el aliciente de Kate, cuya única ortodoxia era tomarse los 'martinis' justos para no dar los buenos días a las once de la noche. Nadie la vio desnuda en el cine y acaso pocos la hayan visto desnuda en la intimidad. Es probable que me equivoque, pero yo creo que si Katharine Hepburn se hubiese muerto en extrañas circunstancias, por no romper el mito, el forense acordaría hacerle la autopsia a oscuras. Grace Kelly era bella y fría; Rita Hayworth, excitante y cálida. Con aquella inacabada sonrisa como de haberse encontrado en una fresa el hueso de una aceituna, Kate nos cautivó siempre con su inteligente sexualidad de entretiempo.

El polaco - José Luis Alvite



El polaco - José Luis Alvite

Recuerdo la noche que tirotearon a Glenn en el callejón a espaldas del Savoy. Escuchamos los disparos y salimos enseguida. Sabíamos que iban a por él. Estaba avisado.Glenn era un tipo solitario que solo podía tener citas a oscuras con la muerte. Una bala le había entrado en el estómago por debajo del ombligo y de paso que comprometía su vida, le había ayudado a masticar la cena que acababa de engullir con su prisa de siempre. "Me cazaron, Ernie, muchacho, y creo que echar una mano para cavar mi tumba es cuanto os puedo ofrecer". Glenn había cenado como de costumbre pero tenía el lívido rostro como en ayunas. Mientras yo le sostenía la cabeza para que no se le atragantasen las blasfemias, Ernie trajo un coche y lo cargamos. En su cuerpo malherido me pareció que se abría camino el peso de un buey en canal. En el hospital de la beneficencia nos dijeron que no había mucho que hacer y que si queríamos asegurarle algo de lucidez a su agonía, lo sensato sería que le lavásemos los ojos con café. "Es lo que hacemos en casos como este, señores; para prolongarles la luz en los ojos, les pasamos por la cara un paño mojado en café". Glenn lo escuchó todo pero no se lo tomó como una tragedia. Glenn era un tipo con sentido del humor, así que redondeó la sugerencia con una puntualización: "Que sea café sin azúcar, muchacho. Soy diabético". No había mucho que hacer pero lo bajaron al quirófano. Incluso con alguien de su reputación los hospitales mantienen las apariencias. El cirujano desistió nada más desabrocharle la gabardina y nos trajo la mala noticia: "Si está casado, les recomiendo que avisen a su viuda. La bala le ha producido salsa tártara en el vientre. Ese hombre sabe que se muere. No quise regatearle la verdad, amigos, así que con la franqueza que me caracteriza, me limité a mostrarle un catálogo de ataúdes usados". Glenn murió camino del Savoy en el coche de Ernie Loquasto. Nos pararon en un control de Policia. A Glenn se le espesaba lentamente del rostro la salmuera del óbito.El jefe coló un billete de cien "pavos" en el bolsillo del agente y le convenció de que lo que parecía un cadáver, era en realidad un actor polaco.

viernes, 11 de octubre de 2013

Catedral de agua - José Luis Alvite

Catedral de agua - José Luis Alvite

Áspero y sentimental, eso es justamente lo que siempre quise ser. A eso aspiro desde niño, cuando en los anestésicos veranos de Cambados iba al cementerio a echarle pan a los muertos. Tía Pepita, que para sus cosas era muy sensata, intentó en vano disuadirme: "No hagas eso, no sea que los acostumbres". Tía Pepita no tenía una idea muy científica de la muerte. No sé si será cierto pero escuché decir que a sus difuntos los pinchaba con el tenedor antes de encargar el luto en la tintorería. Una vez dijo algo que aun ahora me parece profundo: "Lo que tiene la muerte es que te avejenta una barbaridad". ¡Caray!, cada vez que tía Pepita decía algo así, era como si en su rostro se abriese paso a codazos el rostro de Sir Winston Churchill. Conservo una foto suya conmigo en brazos. Aparece tan circunspecta y tan sobria, que es como si le hubiesen hecho la foto con una hormigonera. Aún ahora se me ocurre pensar que un desplegable de alguien así sólo podría colarse en el Código Penal. También ella era áspera y sentimental. Y con su herramienta quirúrgica lo mismo traía un crío al mundo que le cambiaba las dos ruedas a Federico Martín Bahamontes. En los ojos de tía Pepita retrasaba una belleza antigua y plural, una remanente y estupefacta belleza en'off'. ¡Qué bobada!, a veces se me mete en la cabeza que en su sorda virginidad, tía Pepita mascaba tabaco con la vagina. Y que de su útero arrancaba, como si tal cosa, el pescuezo de John Wayne. Pero tiene un sitio de honor en mis recuerdos. Y no olvido que aprendí a soñar en el estuario de su regazo. Alguna vez quise imitar su empaque, que era el empaque de mi padre. Que no lo consiguiese no fue culpa suya. Pero me habría gustado mantener hasta la muerte aquella áspera cordialidad de ujier. De haber sido así, ahora tendría esa desesperada elegancia que alcanza un mariposista en el lodo. Nada de aquello me fue transmitido genéticamente ni por la educación. De tía Pepita heredé el sentido retrospectivo del futuro. Y la certeza de que uno es lo que fue de niño. Y el recuerdo de los días azules en Cambados, cuando colgaba de las parras, como ganglios de codeína, el morse amarillo de las uvas, los días felices y lejanos, tiempos de entonces, muchacho, cuando por la letra de mi madre siempre se volvía a casa.
¡Áspero y sentimental!, eso es cuanto intenté ser en la vida. Lo aprendí de los míos, gente tranquila, un padre cuyas pisadas eran filatelia, y una madre por cuyos cabellos cansados aún ahora, ¡Dios Santo!, corre, deshuesado y fosco, el cachorro de la luz. En los momentos malos de ahora, a solas en las carreteras secundarias, aun siento que tutea mi rostro, como soda, la trigueña toga de su peinado. Y puedo jurarte, amigo mío, que recuerdo tan vivamente aquello, maldita sea, que incluso podría olvidarlo de memoria. Y seguramente rebasado por los días lejanos y por seis dedos de ginebra, hace cuatro noches le dije a mi amigo Suso Penoucos: "¿Recuerdas que éramos tan jóvenes, muchacho, que incluso nos parecía bueno olvidar los recuerdos?". Llovía a cántaros y el aire era una catedral de agua.

El G-8 otorga funciones especiales a Junqueras - Luis María Ansón


El G-8 otorga funciones especiales a Junqueras - Luis María Ansón
EL PASADO día 17 de junio, en su reunión ordinaria, celebrada en el lago Erne, de Irlanda del Norte, el G-8, grupo formado por las ocho grandes potencias económicas del mundo, decidió otorgar a Oriol Junqueras funciones especiales para la concesión de nacionalidades. Emocionados los dirigentes del mundo prepotente por la generosidad del dirigente catalán, decidido a conceder la nacionalidad española a los que en la Cataluña independiente así lo deseen, el G-8, con muy buen criterio, para evitar la humillación que supone ofrecer solo la nacionalidad española, decidió por unanimidad que Oriol Junqueras pueda otorgar a su criterio la nacionalidad de cualquier país del mundo. No está claro si la marioneta del señor Junqueras, Arturo Mas, dispondrá de las mismas facultades pero los observadores se inclinan por interpretar el texto del G-8 de forma restrictiva, como una concesión exclusiva a la grandeza del líder de ERC.
Las redes sociales se han abarrotado de misivas dirigidas a Junqueras solicitando las más varias nacionalidades. El dirigente catalán se ha convertido en un permanente trending topic. Silvio Berlusconi, por ejemplo, se ha dirigido a él porque quiere ser alemán y organizarle a Angela Merkel una Forza Nova germana que le va a encender el pelo a la canciller germana.
Jordi Pujol jr. aspira a ostentar, junto a la catalana, la nacionalidad británica y subvencionar a los hooligans con 80.000 pitos para que puedan obsequiar a la Reina de la Gran Bretaña con una sonora algarabía en los partidos a los que la soberana asista. El eslogan acuñado por el señor Pujol hijo es: «Muerte al Borbón, muerte a la Windsor».
Íñigo Urkullu aspira a la nacionalidad francesa para atender a los presos de Eta, pobrecitos, que se pudren en las cárceles del país vecino. Cristina Fernández Kirchner le ha escrito a Oriol Junqueras solicitándole la nacionalidad india porque la nación de Rabindranath Tagore se ha convertido en un excelente lugar para ampliar sus negocios. Caso especialmente emotivo es el de Cándido Méndez. Aspira a la nacionalidad norcoreana, que es el único país donde se puede esconder si se siguen descubriendo las trapisonderías de UGT en Andalucía. Luis Bárcenas, por su parte, quiere cuanto antes la nacionalidad suiza para poner a buen recaudo las cuentas que el juez Ruz todavía no ha descubierto.
Nicolás Maduro duda entre la nacionalidad china y la vietnamita para que le enseñen a momificar al cuerpo de Chávez, como se ha hecho con Mao Tse-tung, y exhibir así al caudillo bolivariano en el vestíbulo del aeropuerto de Caracas con el fin de que pueda ser contemplado por todos los visitantes, que quedarán extasiados ante el emocionante espectáculo. Julia Roberts, por cierto, quiere la nacionalidad española porque le gusta Francisco Rivera Ordóñez y aspira a seducirle, apartarle de su nueva esposa y llevárselo al huerto.
Hay peticiones de nueva o doble nacionalidad de ciudadanos y ciudadanas de todo el mundo. Oriol Junqueras ha solicitado de la Generalidad que le pague una pequeña oficina de 20.000 metros cuadrados para atender tanto compromiso, lo que demuestra la solidez y el prestigio de Cataluña en el mundo. Se conforma con contratar a 900 empleados, todos ellos parientes y paniaguados, eso sí. Las pateras, por cierto, han modificado su rumbo y, en lugar de dirigirse a Lampedusa o a Almería, navegan hacia el puerto de Barcelona para acogerse a sagrado, es decir a la protección del líder de ERC que, con su carita de cura preconciliar, suscita general confianza.
A causa de la tradicional cicatería de los medios de comunicación españoles, no se ha divulgado suficientemente en España el éxito de Oriol Junqueras, que, al prometer en una Cataluña independiente la nacionalidad española a quien la desee, sabía muy bien lo que hacía, y ahí está la reacción del G-8. Rindo yo, en fin, los puntos de mi pluma ante el extraordinario político y le dedico con mucho gusto estas palabras yacentes de admiración y estímulo.

jueves, 10 de octubre de 2013

Eres libre, a pesar del 'double check' - Eva Mikel Subías


Eres libre, a pesar del 'double check' - Eva Mikel Subías
Desayunábamos esta misma semana con la noticia de que el servicio gratuito de mensajería instantánea WhatsApp ha provocado 28 millones de rupturas entre parejas de todo el mundo.
Esta contundente afirmación que pone de manifiesto un estudio de CyberPsycology and Behaviour Journal al respecto, se refiere básicamente a la posibilidad de ver a través de la aplicación la última conexión del usuario o la posibilidad de saber, a través del double check, si éste ha leído ya el mensaje enviado.
El puñetero double check, pensarán algunos. O la quisquillosa doble confirmación de color verde que aparece en el lado derecho del mensaje recibido.
WhatsApp, Twitter, Facebook y demás redes sociales han supuesto un antes y un después en el mundo de la comunicación. Y por supuesto, en el ámbito de la interacción personal. Pero también ha abonado el campo a la posesión, al enfermo de celos y a las obsesiones diversas.
Un tweet a una hora intempestiva, un like it a algo o a alguien inesperado, o una conexión a WhatsApp al filo de la medianoche, han sido, según revela el estudio, motivos suficientes para desestabilizar a unos buenos millones de parejas y provocando, a su vez, su separación.
Quiero creer que los fundamentos para esas rupturas eran algo más sólidos que la simple conexión a una hora que la pareja considera que no es adecuada. De lo contrario, algo grave está pasando.
Y me refiero a la libertad individual y el acoso a ella de manera permanente.
Veamos. Si tu amigo o tu pareja lee un mensaje tuyo y no te contesta puede deberse a varios motivos. Pero hay uno, fundamental, que nadie parece tener en cuenta. La libertad de hacer algo o no debido a motivos estrictamente personales e individuales. Puede, simplemente, no apetecerle en ese momento. Sin más.
De la misma manera que no hay ninguna obligación de seguir a quien te sigue en Twitter, puesto que responde a tu propia elección, se me hace algo duro y mentalmente insano que alguien prefiera que su pareja le conteste por obligación y no se conecte, del mismo modo, a las horas que ella o él considere oportunas.
Porque para mí, desde luego, es más importante, siempre, la libertad. Y si mi pareja o mi amiga están conmigo, que lo estén porque quieren y porque así lo desean; y no porque se vean obligados. Y si me contestan o no, salvo que se trate de algo realmente importante, que no sea un elemento de juicio inquisitorial.
Y ahí, desde luego, reside gran parte de problema. Ya que, a pesar de ser más que evidentes los grandes avances que estos medios han supuesto en la comunicación diaria, no es menos cierto que según qué tipo de utilización se haga de los mismos, pueden estos fomentar –sobre todo en la adolescencia– ciertos comportamientos que podrían incluso rozar la psicopatía; lo que, en según qué ámbitos, no es demasiado recomendable.
El estudio habla de desconfianza, habla de celos y habla incluso de ansiedad al comprobar alguien cómo su pareja ha podido conectarse después de haber enviado un mensaje y sin más, lo ha ignorado.
El retorno a la caverna y a nuestros instintos más primarios, queridos amigos. Y una cosa les diré. Cuando Arabia Saudí amenaza con no incorporar a sus sistemas de comunicación ni Viber ni WhatsApp a no ser que pueda tener un control sobre ellos, es que aquéllos algo están haciendo bien en pro de la comunicación libre. No albergo la menor duda.
Y, salvo que pueda poner en riesgo nuestra seguridad, bienvenidos sean los double checks o cualquier flechita verde que tengan a bien utilizar.
Que para eso vivimos en un país en libertad y disfrutamos de la opción de utilizar o no el sistema o programa que queramos en todo momento. Que ya somos algo mayorcitos. Aunque en ocasiones no lo parezcamos.

domingo, 6 de octubre de 2013

Hueso invertebrado - José Luis Alvite



Hueso invertebrado - José Luis Alvite

En la sociedad española está muy arraigada la costumbre de invertir los ahorros en vivienda. Hay matrimonios que se privan de lo más elemental para dejarle un piso a cada hijo y algo de dinero en el banco. La herencia es una institución tan española como el toreo, la Benemérita y las condecoraciones póstumas. Personalmente nunca me preocupó lo que pudiesen dejarme mis padres. E hice bien, porque tampoco les preocupó a ellos, quienes, a su vez, habían tenido padres con nula capacidad de ahorro. A tía Rosa, mi abuelo le dejó unas gafas turbias con las que la pobre vio llover los diez últimos veranos de su vida antes de sucumbir a un cáncer que parecía mayor que ella. Mi abuelo paterno se lo gastaba todo en libros y en tertulia. Con el tiempo su biblioteca se fue desperdigando y ahora habría que hablar con más de ochenta personas para reunificarla. Con un poco de suerte conseguiríamos reconstruir el 30 por ciento de su biblioteca. El resto supongo que mis otros familiares lo habrán aprovechado para darle sabor a la sopa en los malos momentos,que solían abundar. Una buena parte de aquel tesoro lo mantuvo tía Pepita durante más de veinte años, hasta que en un cambio de domicilio, cientos de aquellos ejemplares se los llevó una excavadora y ahora son escombro o harina de pescado. A mi padre aquello le causó una profunda desolación y mis hermanos y yo aprovechamos para masturbarnos y suspender curso. A tía Pepita el suceso le impresionó poco. Tía Pepita no era una mujer muy ilustrada. Se había hecho comadrona de urgencia en la post guerra y lo más literario que recuerdo en ella son aquellas cartas que me escribió con una letra redonda y cauterizada por la que era como si resbalase la gangrena. Corre entre nosotros le leyenda de que tía Pepita lo único que sabía de obstetricia era el agua de la palangana. No recuerdo haberla visto leer un solo libro en los adorables momentos que pasé en Cambados a su lado. Tía Pepita detestaba lo sólido y lo inmediato, lo numérico y lo inmobiliario. Creo que sólo leería un libro si trajese 'abrefácil'. No era una mujer ilustrada y sin embargo detestaba el dinero e ignoraba el valor de las cosas, yo creo que incluso desconocía los billetes de curso legal. Por no dejar nada, ni siquiera dejó hijos, ni viudo, ni el menor rastro de vida marital. Tía Pepita tenía un 'sex-appeal' entre la Pardo Bazán y Federico Martín Bahamontes. Su único novio se metió a cura y creo que sólo habría dejado el sacerdocio si entrasen los grises a sacarlo de la parroquia con gases lacrimógenos. No podría jurarlo, pero creo que tía Pepita sólo tuvo relaciones sexuales con la costura de las bragas y con los supositorios de la tos. Llenó mis veranos de sana intemperie, de cine y de novenas. Era a la vez cordial y circunspecta y en los oficios de Semana Santa yo creo que en el pésame de la Crucifixión la Virgen estaba detrás de ella. Recuerdos es cuanto heredé. Recuerdos, una distraída hipermetropía y el amargo escepticismo de alguien que se pasó la infancia acariciando la idea de inventar el hueso invertebrado.

sábado, 5 de octubre de 2013

Una boca entre las piernas - José Luis Alvite



Una boca entre las piernas - José Luis Alvite

Me lo dijo de madrugada aquella fulana y ahora sé que tenía razón: «Lo nuestro de esta noche no será un prodigio, tesoro, así que si con el tiempo lo conservas en la memoria, no será porque recuerdes mi nombre, sino porque no hayas olvidado mi precio». La verdad es que había tantas mujeres con la misma tarifa,que al cabo de los años ni siquiera la recordé jamás por su precio. Tampoco podría haberla recordado por su agresividad, por su codicia o por el mal olor de su boca. Era una mujer anodina y honesta, rutinaria, la clase de chica que ni siquiera transite la sinfecciones sin pedir permiso. Como decía a menudo el matón del local, «muchacho,en este ambiente una mujer sólo resulta apasionante si tiene una cicatriz,contagia una enfermedad o esconde un cadáver». Yo he buscado siempre a la chica de la cicatriz, a la muchacha insalubre o a la que esconde un muerto,porque mi propia vida estaba necesitada de algún sobresalto por el que el día de mañana me valiese la pena haberme malogrado.Pepe Bahana, dueño de un club nocturno y ex luchador en Tánger, me previno unas cuantas veces para que tuviese claro lo que pretendía hacer y lo que podría sucederme. Me dijo una madrugada en su antro: «Haz lo que quieras con tu vida, muchacho,pero te recomiendo que vayas con ojo y no te enamores en un sitio así. Deja el alma fuera con el coche, disfruta y pasa página. Siempre habrá entre todas estas mujeres una que te toque el corazón y te conmueva, de acuerdo, pero no te ciegues. Piensa que tal vez lo que mueve a esa chica no es el amor, sino la conveniencia. Porque la triste realidad es que entre las piernas de esa mujer podrías encontrarte con la boca un niño». Nuca supe que fue lo que sentí por aquella fulana. Ni ella dijo nada especial,ni llevaba yo tanto dinero encima…

viernes, 4 de octubre de 2013

La sonrisa - José Luis Alvite

La sonrisa - José Luis Alvite

Un estudio revela que el 80 por ciento de los orgasmos femeninos son fingidos. Un amigo mío muy escéptico al respecto, dice que el 20 por ciento restante el orgasmo lo confunden con la jaqueca. Tía Pepita, que era comadrona en Cambados, nunca se tomó muy en serio el orgasmo femenino. A tía Pepita se le había metido cura el único novio de toda su vida y estaba muy decepcionada. Murió virgen. Mi padre solía decir que tía Pepita meaba con las piernas cruzadas. A su manera era comunicativa. Pero nunca se extendió coloquialmente sobre el orgasmo. Para ella, el orgasmo era un invertebrado. Y el único invertebrado que no le daba asco era Dios. Dice una amiga mía que en cierto modo el orgasmo es una vulgaridad del erotismo, su exageración, del mismo modo que la carcajada es la vulgaridad del humor. Lo importante en el sexo es la inminencia del orgasmo, su intuición, el presentimiento de que está ahí, al acecho, con su mezcla de sordidez y suspense. Si alcanzas el orgasmo, se acabó la inminencia, la expectación, el presagio. "Es como si la Biblia empezase por la Crucifixión". El placer elegante consiste en la sonrisa vaginal.
Mi vida sexual tiene de todo. Conocí mujeres frías, muy frías, que hacía juntos en cama el amor y la lista de la compra. Mujeres calientes, lo que se dice calientes, osea, a punto de gritar, pocas, casi ninguna, tal vez una sola, sí, una, aquella que se estremeció en cama y luego supe que le habían dado gases las acelgas. Estuve con alguna que casi alcanzó el orgasmo. "Lo tengo a punto", decía. Pero lo tuvo a punto hasta que amaneció. Y claudiqué en un charco de sudor. Pensé que aquella mujer únicamente habría alcanzado el orgasmo si le pasase por debajo del culo el terremoto de Agadir. "Estuve en un tris", me dijo. No hice comentario alguno. Estas cosas son así. Pero se me pasó por la cabeza que la Venus de Milo se habría excitado más masturbándose con la barbilla.Dice un tipo del 'Savoy' que "el sexo es así: ellas ponen la electricidad y a ti se te enciende la bombilla".

Benjamín y los váteres - Salvador Sostres



Benjamín y los váteres - Salvador Sostres
ESTE chico, Benjamín, de quien todo el mundo habla, se queja a través de Twitter de tener dos carreras –¡y un máster!– y de no haber encontrado otro trabajo que el de servir cafés y limpiar váteres en un bar de Londres.
Las dos carreras que Benjamín tiene son Periodismo y Relaciones Públicas, que viene a ser como comerte un Bonny 2 y pensar que ya has merendado en el hotel Sacher. Lo del máster, esa nueva modalidad de holgazanería cuando no de ensañarse en la interminable extorsión de los padres, no merece la pena ni comentarlo.
Haber estudiado no tiene nada que ver con saber encontrar trabajo, y ya no digamos con merecerlo. Salvo aquellas carreras como, entre otras, Arquitectura o Medicina, lógicamente imprescindibles para ejercer, el paso por la universidad está sobrevalorado. Ninguna carrera te enseña, por ejemplo, a razonar o a escribir bien.
Para encontrar trabajo hay que pelear, y pelear duro, y aferrarse a cualquier ofrecimiento, e insistir hasta la extenuación para conseguir primero, un pequeño espacio, e ir ensanchándolo luego, con todavía más paciencia y constancia.
¿Hay crisis? Pues claro. Pero los realmente buenos continúan teniendo su oportunidad. Manuel Jabois se convirtió en columnista de este periódico el año pasado, seguramente el más dramático, si tenemos que hacer caso de los que dicen que ya hemos empezado a remontar. Para el talento siempre hay espacio.
No hay nada indigno en servir cafés ni en limpiar aseos. ¿O es que escribir no es «limpiar la mierda de los otros», por decirlo en palabras que usó Benjamín en su carta posterior al tuit que le hizo famoso? Pero mientras éste sea el trabajo que tienes, esto es lo que eres. Por muchas carreras que tengas, «lo tuyo» no es aquello de lo que no encuentras empleo sino aquello por lo que te pagan. Que un poco de realismo nos ayude a compensar la vacua retórica de tanto victimismo falsario.
Benjamín: si estás trabajando de camarero en Londres no es culpa de Inglaterra, ni de la crisis, ni de España; y si con la atención que has captado de tantos medios de comunicación no consigues que te hagan alguna oferta interesante, lo que realmente mereces es continuar regodeándote en la misma mierda de Twitter y los váteres.

jueves, 3 de octubre de 2013

Mato, Eurovegas y la homeopatía - Daniel Rodríguez Herrera



Mato, Eurovegas y la homeopatía - Daniel Rodríguez Herrera
Parece ser que lo único que podría frenar el proyecto de Eurovegas es el empeño de la ministra de Sanidad, Ana Mato, de mantener la ley antitabaco tal cual está. Después de haber prometido a Adelson cambiar esa norma, que la estupidez sea responsable de frenar un proyecto que traería prosperidad y empleo sería de lo más español. Y muy propio del Gobierno de Rajoy.
Eurovegas se ha enfrentado desde el principio a la oposición de los puritanos de ayer y de hoy. La Iglesia ha expresado su oposición, algo razonablemente lógico, pero no se le ha hecho mucho caso, como a pesar del supuesto poder inmensísimo que tiene tampoco se le ha hecho con el aborto o el matrimonio homosexual. Sin embargo, la misma izquierda que se declara libertaria y defiende el derecho a hacer de todo de cintura para abajo se ha escandalizado de que en Madrid la gente vaya a tener la indecencia de apostar. Es la vieja incoherencia de siempre: para nuestros progres la libertad se acaba no cuando nuestras acciones dañan a los demás, sino cuando abrimos la cartera.
No obstante, como el Gobierno de Madrid parece milagrosamente libre de puritanos de cualquier signo, el proyecto ha seguido adelante con un sólo obstáculo: depende de Rajoy para poner una excepción a la estalinista ley antitabaco. Al margen de exageraciones políticas ridículas, como la de Rosa Díez enlazando ese posible cambio con la "soberanía nacional", nada más y nada menos, la principal resistencia que se está encontrando el cambio es la preocupación por la salud de los españoles de la ministra Mato.
Dejémoslo claro: el tabaco es malo si te dedicas a fumar bastante durante años. Puede ser malo si convives durante mucho tiempo con un fumador empedernido. Pero desde luego no vas a morirte antes si pasas la noche del viernes en el bar (o el casino) pasando el rato. De hecho, cabe preguntarse cómo los fanáticos de la ley eran tan irresponsables como para poner en peligro su vida durante años yendo a los bares antes de la aprobación de la norma. La respuesta está clara: no se creían ni ellos que el tabaco fuera tan peligroso. Simplemente prefieren que no se fume en los bares porque no les gusta el olor del tabaco o la peste que deja en la ropa. Yo también, la verdad. Pero no voy por ahí aplaudiendo que impongan mis preferencias a los demás.
De hecho, si a Ana Mato le preocupara tanto la salud de los españoles no se dedicaría a sugerir que los "medicamentos para afecciones leves podrían ser sustituidos por cualquier otro producto muchas veces natural" como hizo el año pasado. Ni contestaría a la diputada de ERC Teresa Jordà, otra que cree que la homeopatía "es igual de eficaz y más barata", que su departamento está estudiando la regulación de estas medicinas alternativas, que es el apodo que recibe todo medicamento que no ha probado servir para algo. Señora ministra: si de verdad le preocupa la salud de los ciudadanos como para prohibirles fumar en los bares, debería prohibir a su vez la homeopatía, una técnica absurda que un informe de su propio Ministerio reconoció que "no ha probado definitivamente su eficacia en ninguna indicación o situación clínica concreta" y cuyos "resultados favorables encontrados en algunos ensayos" son difíciles de diferenciar del efecto placebo. Pero no, parece que quiere darle un sello de aprobación oficial. ¿Le preocupa de verdad la salud o sólo sus prejuicios?
Eurovegas podría generar 250.000 empleos en Madrid. Los trabajadores que se empleasen directamente en la parte del casino estarían expuestos a más humo de tabaco que alguien que no fume, pero si eso les preocupa lo tienen fácil: basta con no trabajar ahí. Existen muchos empleos muy malos para la salud y no por eso se prohíbe ejercerlos. 250.000 personas, señora Mato. 250.000 familias. Ya sabemos todos que tiene usted la faltriquera bien cubierta, pero en el mundo real hay personas reales que lo están pasando mal. De usted depende que sigan sufriendo.