lunes, 26 de agosto de 2013

Cunas de sangre - José Luis Alvite

Cunas de sangre - José Luis Alvite

¡Dios Santo, Al! De cuando te conocí sólo queda en mi sonrisa el escarmiento cansado de la tuya cuando me dijiste: "Esto se acaba, nena. Ya no queda nada de cuanto nos unía. Anoche comprendí que llevamos semanas durmiendo en cuerpos separados. En tus ojos hace tiempo que no hay carta para mí. Con las llaves de casa he mandado fundir una veleta". Así acabamos. ¡Fue tan breve! La noche que nos presentaron, jugabas al billar al fondo del club. Tus carambolas eran un telegrama de palomas afinadas por el cuco de tus tacadas. A veces cerrabas los ojos y sé que escuchabas en las sienes el dulce ábaco de las bolas aplaudiendo sobre el tapiz como una manada de claqué, como una crucifixión. ¡Dios Santo, Al!, yo era una muchacha de pueblo. Nunca había visto nada igual. Mear con las piernas cruzadas era lo más bajo que había caído nunca. Mi pubis era una muñeca de abedul con las anginas de amianto.El humo arropaba tu rostro. Ernie nos presentó: "No le hagas mucho caso a ese tipo. Dicen que el escape de su coche sabe idiomas". Callaste con una mano por la mitad la habladuría de una carambola. Me miraste a los ojos. La orquesta cambió de asunto. Tus ojos me pusieron el cuerpo en otra hora. Semanas más tarde me había hecho a tu ambiente y me sentía a gusto en el 'Savoy', entre toda aquella gente que le daba las buenas noches a los muertos. Fueron días imborrables. Yo aprendí a bailar en zig-zag y tú te acostumbraste a dormir ocho minutos seguidos sin apoyar la espalda contra la pared. Creí que aquello no acabaría nunca. En tu rostro la cicatriz de aquel balazo me parecía un aforismo. Decían que te desvelaba cerrar los ojos. Me despediste al pie del autobús. Amanecía. Sobrevolaba la bahía un párrafo de gaviotasaltas. Leí tu nota donde de la ciudad quedaba apenas una pandilla de luces. "Es mejor así. No podría sobrevivir en el 'Savoy' una mujer que se arregla mojando en leche su lápiz de ojos". Dicen que a veces en tus carambolas sollozan las palomas.