miércoles, 27 de mayo de 2015

El espejo - Antonio Lucas

El espejo - Antonio Lucas

Cuando a un hombre se le rebelan los enanos más por miedo que por autoridad debe pedir los santos óleos porque las traiciones van a hocicarle definitivamente el hígado. El presidente en funciones de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, le ha brindado a Mariano Rajoy un desafío algo macarra y levemente sibilino. Le sugiere al presidente del Gobierno que deje de degradar la pintura negra del PP y que antes de decidir si será candidato a las generales se mire al espejo. El problema es que el de Rajoy es un «espejo atascado», por decirlo a la manera de otro difunto prematuro: José Luis Alvite.
Lo que no ha sabido decir Juan Vicente es que el espejo en el que debe mirarse su partido no es el que da la imagen de su jefe, sino el que ofrece la estampa traficada de un país donde crece el número de familias sin ingresos y donde el porcentaje de menores en situación de pobreza ha aumentado más de tres puntos en un año. Esto es esencialmente mérito suyo y bastaría para que se fuesen todos ustedes a la puta calle, por ejemplo. Para que no vuelvan a hablar del vigor de hacer una España próspera que ya asoma. (Mentira). Para no intentar engañarnos de nuevo con datos tan falsos que al final parecen el garabato de un delirio. En estas elecciones la ciudadanía ha reunido el orgullo necesario para que algo así aún nos importe. Por eso han perdido el 24-M.
La lealtad del espejo tiene mucho de traición, de guillotina puesta en pie, de epitafio vivo y caliente
Todo espejo es un lugar sin garantías. No encierra lo que uno es, sino lo que usted y yo vemos de nosotros mismos en un rato ciego. El espejo que ayer entronizaba al triunfador hoy acusa su cadáver. La lealtad del espejo tiene mucho de traición, de guillotina puesta en pie, de epitafio vivo y caliente. Así que el baranda de Castilla y León le ha enviado a su capitán una navaja barbera de ala dulce y homicida envuelta en un falso oratorio de Braveheart. En todo espejo está la forma de una asusencia, no lo olvides tú tampoco, Juan Vicente.
El PP está en ese proceso terminal en el que un partido convierte en cadáveres sus frecuentes problemas, contaminando el agua que bebe. El cansancio les está enrareciendo las conversaciones y llegará un momento en que los podencos se desangrarán por el mordisco de las liebres. A Rajoy le sucede como a esos hombres a los que el futuro no los contempla entre los suyos e inesperadamente llegan a lo más alto, que siempre quedan en gente de paso.
Desde que el PP se convirtió en el doble de Rajoy el PP se fue hundiendo. Ahora sus propios palmeros apelarán a la necesidad de la patria para sustituirle. Rajoy es un perdedor nato y no está preparado psicológicamente para volver a ganar. Aquellos que le cargaron de razón están ya dando los pasos oportunos para exponer otra nueva verdad por delante, que consiste en contar siempre la misma mentira. La suerte de Rajoy se ha medido por los impulsos autistas de una mayoría absoluta, pero su capacidad de gobernar nunca ha podido explicarse.

El bueno de Juan Vicente, que resulta ser un killer, quiere poner a prueba a Rajoy con el espejo delante sin pararse a pensar que la escena puede dar un resultado catastrófico: el de un hombre con el alma color amianto observando desconcertado su reflejo y advirtiendo al tío que tiene delante de que en España ya no se habla de crisis y que no se admiten preguntas.

martes, 26 de mayo de 2015

Colau: el perroflautismo separatista - Pablo Planas

Colau: el perroflautismo separatista - Pablo Planas

Es de esperar que la señora Colau cumpla todas y cada una de las promesas que le han llevado a convertirse, si no pactan todos contra ella, en alcaldesa de Barcelona. Sigue en pie por el momento el Círculo Ecuestre. Su demolición permitiría ganar un soberbio esquinazo y pedazo de chaflán en la calle Balmes. Eso o que se convierta en la nueva sede de los okupas de Can Vies, cuyo edificio actual está hecho una porquería. Como club canábico tampoco estaría mal, pero seguramente los colegas de la alcaldesa ya lo habrán previsto. Entre tanto, se aprecia tráfico rodado de vehículos de cuatro ruedas en la Diagonal. Se supone que por poco tiempo, ya que la idea es convertir la avenida en un "corredor verde y peatonal".
Todavía hay guiris por las calles, incluso de los que no molestan. No saben que ya no son bienvenidos, que hay instrucciones de cerrar el puerto a los cruceros de lujo y que tendrán que cambiar dólares y euros por la moneda indígena nada más pisar tierra, vengan en barco a vela o en avión a reacción. El plan es acabar con el turismo tradicional en seis meses para adoptar paulatinamente el modelo mochilero, cuyos practicantes acudirán en manadas y masas a la Barcelona prometida, capital de la antiglobalización, papeles para todos y algo de fumar, transporte y alojamiento gratis si llevas rastas y perro pulgoso.
En cuanto a los ejecutivos del congreso de los móviles, las tabletas y los archiperres digitales, que vayan preparando la mudanza y no piensen en Madrid, precisamente. Lo mismo para las grandes superficies comerciales, los hoteles, los bancos y las empresas contaminantes del medio ambiente y la moral revolucionaria.
En la cuestión del orden y la urbanidad también debiera haber grandes cambios y sorprendentes novedades. Para empezar, los guardias urbanos están acojonados por si les obligan a hacer las paces con los okupas y a patrullar a pelo, sin porra pero con gorra. Hay una sección entera, la antidisturbios en concreto, que Colau prometió disolver nada más sentara sus reales posaderas en el trono consistorial. Así que malas noticias, salvo que los agentes sean trasladados al cuerpo de jardineros, menos aventurado sin duda, a cultivar marihuana.
Se podrá pasear en pelotas por la calle, no ceder el paso a las ancianas, salvo a las yayas fumaporros, tocar la flauta a todas horas, impedir el descanso vecinal, orinar en las esquinas y, si se acuerda en asamblea de barrio, quemar las parroquias o el edificio de la Bolsa. Tampoco dista tanto de lo que ya pasa. Por lo demás, se había extendido la creencia de que votar a Colau era votar contra el proceso separatista. Craso error. En realidad, significaba votar en contra de que Mas siga solo o con Junqueras al frente de eso, el procés. Los fans de Colau coreaban "¡Si se puede!", así, en español y como en Madrid, y ella les correspondió con un discurso en catalán sobre el "derecho a decidir".
Aún hoy, oídas las primeras pamplinas de la señora Colau, que ya ha anunciado una reunión con la ANC, se insiste en la carga antiseparatista implícita en el voto al Podemos catalán bajo la teoría de que la alcaldesa no tendrá reparo alguno en pegar fuego a los bancos y regalar los pisos, tal como dice, pero, en cambio, pondrá fin a la tomadura de pelo de Mas, Junqueras y la carajera de la ANC. Pues va a ser que no y que no. Más de uno habrá que la votó por el gusto de contemplar el incendio de Roma mientras los banqueros desfilan hacia el cadalso. Se van a quedar con las ganas. Y si además esos votantes no son nacionalistas, con un palmo de narices y que sigan con cuidado, no vayan a acabar ellos ardiendo en vez de los capitalistas en la Barcelona de Colau. O sea que en vez de un tiro en el pie alguno se ha dado dos por el mismo precio y con un solo voto.

Colau es la izquierda de siempre, la peor, pero viene con el alerón del separatismo de serie. Lo estropearán todo (más) y, tras forrarse, acabarán dándose abrazos con Mas, con Junqueras y con cualquier cretino que abandere las mil y una plataformas independentistas de Cataluña en una típica jornada histórica después de una megasardana separata. Esa será la foto: la institucionalización del perroflautismo separatista. Y encima pondrán más multas.

Adiós a las hipotecas - Ánxel Vence

Adiós a las hipotecas - Ánxel Vence

Devoto como es de la hipoteca este país, no sorprenderá que los barceloneses hayan votado mayormente a Ada Colau, portavoz del movimiento hipotecario, para que gobierne los destinos de la ciudad condal. Y acaso en su día los de España, que todo podría ocurrir.
Más que el sol, las playas, el flamenco o los toros, lo que de verdad caracteriza a los españoles es su relación de amor y odio con la hipoteca. Allá por América, la primera preocupación de los jóvenes es hacerse con un garaje en el que montar empresas como Apple, Microsoft, Google o cualquier otra de las que van surgiendo casi cada día en los valles de California. Mucho más prácticos -y conservadores-, los rapaces de España cifran en la hipoteca necesaria para la adquisición de un piso sus proyectos de futuro. No hay más que ver el éxito obtenido por Colau y muchos otros herederos del movimiento del 15-M en estas últimas elecciones.
Parece lógico que esto ocurra en una España que ha santificado -incluso en la Constitución- el derecho a poseer un hogar. Los cuarteles suelen lucir aquí el lema "Todo por la Patria", pero el letrero que en realidad debiera campear a la puerta de entrada del país sería uno que rezase "Todo por el piso".
Por el piso se hace aquí casi cualquier cosa, mucho antes de que la inminente alcaldesa Colau triunfara con su programa a favor del perdón de las deudas hipotecarias. En tiempos de Franco, que sostuvo su régimen sobre los pilares del pisito y el cochecito, no era improbable que un joven contrajese matrimonio con una anciana a efectos de que él y su novia heredasen la casa de la otra parte contratante. A propósito de esto, Rafael Azcona escribió un guion que le sirvió al italiano Marco Ferreri para rodar su película "El pisito". El filme acumula ya en sus fotogramas más de medio siglo, pero la devoción por la propiedad y su hipoteca adjunta no han variado apenas en España.
Entonces, como ahora, los españoles siguen casándose por el banco, con la hipoteca a modo de sacramento. Donde la Iglesia utilizaba la fórmula: "Lo que Dios ha unido, que el hombre no lo separe", la moderna teología bancaria establece que el matrimonio bendecido por la hipoteca no lo disuelve ni el juzgado. Formalmente se atribuye a un cura, un juez o un concejal la función de desposar a los novios, si bien nadie ignora que el verdadero papel de oficiante de la boda le corresponde al interventor del banco que libera el crédito necesario para la compra del piso
Tal ocurrió, al menos, durante la década dorada del boom del ladrillo, cuando las cajas ofrecían hipotecas de todo a cien para hacerse con una casa en cómodos plazos de veinte, treinta o hasta cincuenta años. Lógicamente tentados por ese dinero fácil y sin exigencia de garantías, muchos ciudadanos aprovecharon los flecos del préstamo para comprar, a mayores, un coche de alta cilindrada o hacer viajes a destinos exóticos que jamás hubieran podido pagarse con su sueldo.

Infelizmente, la crisis dejó colgada del andamio a la banca de las cajas y también a sus deudores, víctimas de un desempleo que les impidió atender al pago de las cuotas. Ese fue el abono de las plataformas de afectados por la hipoteca que ahora van a situar a Ada Colau al frente de la alcaldía de Barcelona. Ya solo falta que la alcaldesa proceda al perdón de las deudas hipotecarias, si es que puede. Otra y más ardua cuestión son los pufos de la hipotecada España.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Revolución farlopa - Pedro Narváez

Revolución farlopa - Pedro Narváez

Hasta doce fuentes cita «The Wall Street Journal» para confirmar que Diosdado Cabello, la sombra de Maduro, es el jefe de un cartel del narcotráfico, la droga como estimulante de la revolución bolivariana o como veneno para los neocon que dejan rastro en los baños del Congreso de los Estados Unidos, qué más da, cocaína para el pueblo que anhela la Felicidad Suprema, la meta que perseguían los discursos que asesoraba el ahora tertuliano Monedero. Al ex número tres de Podemos le parecía Cabello mejor heredero de Chávez que Maduro, con tanto médium en forma de pajarito y tantas manitas con Obama por debajo de la mesa de Panamá. Ahora ya sabemos las líneas rojas o las rayas blancas que no había que traspasar para el régimen bolivariano. Cabello puso a Podemos y a Syrizia en el mapa mundial del chavismo, eran las mulas que traspasarían fronteras para llevar a Europa el remedio contra la desesperanza. Pero el héroe de los populistas españoles resulta ser un delincuente en polvo que engorda sus cuentas cortando farlopa. Es lo que tiene abrazar a caudillos en Venezuela, que te contagian la sarna que con gusto no pica. Sublime. Podemos ya no quiere ser Caracas, donde uno se muere de hambre o de un cruce de navajas, sino Helsinki, la ciudad de los suicidios de marca y la cocaína de despacho. Ya es tarde, sin embargo, para repudiar al padre, a la pus que supura un régimen en el que los criminales te piden tapar la nariz por la corrupción, que para abrirla y esnifarla ya está Cabello, el pelo en la sopa que ahora tiene que tragar Monedero.

jueves, 14 de mayo de 2015

El cigarrillo electrónico como herramienta de salud pública - Carmen Escrig Llavata

El cigarrillo electrónico como herramienta de salud pública - Carmen Escrig Llavata

El reciente manifiesto MOVE busca relanzar el papel del cigarrillo electrónico y su uso efectivo como una herramienta para dejar de fumar y reducir los daños que provoca el tabaquismo
Mucho se ha escrito estos últimos días en relación con el cigarrillo electrónico. No obstante, y por primera vez en nuestro país, el debate está empezando a tomar en consideración el creciente respaldo médico al cigarrillo electrónico, tanto a nivel internacional como en España.
De hecho, uno de sus aspectos más importantes y revolucionarios que hasta ahora había pasado de puntillas está siendo reconocido por cada vez más voces autorizadas: su potencial como herramienta de salud pública en la lucha contra el tabaco.  En esta línea se expresaba este mismo fin de semana, como recoge el Diario de Ibiza, la presidenta de la Sociedad Española de Neumología (SEPAR), quien reconoce que “los cigarrillos electrónicos pueden ayudar a abandonar el tabaco y pueden ser una medida eficaz para la deshabituación si el fabricante garantiza que en su producto no se emplean materiales dañinos que puedan ser inhalados”.

Carmen Escrig. (EC)
Y es que, como se está viendo en países como el Reino Unido o Estados Unidos, correctamente incentivado y regulado, el cigarrillo electrónico tiene el potencial de salvar miles de vidas al ofrecer a los fumadores que no pueden (o no quieren) dejarlo una alternativa menos nociva al tabaco.
Desde la Organización de Médicos en apoyo del Vapeo y los Cigarrillos electrónicos (MOVE), queremos dar a conocer, de manera ética y en base a la evidencia científica, la realidad sobre el cigarrillo electrónico como importante herramienta de salud pública dado su enorme potencial para salvar vidas. Cerca de 300 profesionales médicos, científicos y autoridades de salud pública internacional hemos apoyado el reciente manifiesto MOVE, y la lista de firmantes crece día a día, con una destacada mayoría de nacionalidad española.
Desde un punto de vista científico, se estima que el cigarrillo electrónico es entre un 95 a un 99 por ciento más seguro que el tabaco en términos de riesgo para la salud a largo plazo. No en vano, el principal elemento nocivo del tabaco, las más de 4.000 sustancias tóxicas presentes en el humo que se genera durante la combustión, es inexistente en estos dispositivos.
Sus ingredientes son sobradamente conocidos, y seguros. El líquido del cigarrillo electrónico contiene una solución compuesta de propilenglicol, glicerol y aromas alimentarios, todos ellos ampliamente utilizados en multitud de productos de consumo humano, incluyendo inhaladores de uso farmacéutico cuya seguridad lleva décadas demostrada. La nicotina se incluye en el grado demandado por el consumidor, siendo la capacidad de disminuir gradualmente la concentración de esta sustancia uno de los motivos del éxito del e-cigarrillo en la deshabituación del tabaquismo.
Se estima que el cigarrillo electrónico es entre un 95 a un 99 por ciento más seguro que el tabaco en términos de riesgo para la salud a largo plazo
Por otro lado, el vapor exhalado por los usuarios del e-cigarrillo nada tiene que ver con el humo del tabaco y, como demuestran múltiples estudios realizados, no resulta nocivo para los transeúntes. Las concentraciones de nicotina y otros compuestos en este vapor no alcanzan una dosis mínima efectiva para tener efectos farmacológicos en terceras personas según varios estudios, por lo que no se puede hablar de la figura del vapeador pasivo.
Además, en varios países el aumento en el uso de estos dispositivos ha ido acompañado de un descenso continuado en la prevalencia del hábito de fumar, y la población de no fumadores jóvenes se ha mantenido constante, como demuestra el caso del Reino Unido.
De hecho, tras más de 12 años de uso continuado por millones de consumidores en todo el mundo, no se ha registrado un solo caso correctamente documentado de patología provocada por su causa, más allá de una leve sequedad o irritación de garganta. El tabaco, en cambio, provoca 6 millones de muertos al año. En una temprana estimación, por cada millón de fumadores que se pasasen al cigarrillo electrónico se evitarían 6.000 muertes prematuras al año. En España existen ahora mismo 12 millones de fumadores, por lo que estaríamos hablando de salvar potencialmente 72.000 vidas al año en nuestro país a través del cigarrillo electrónico.
En una temprana estimación, por cada millón de fumadores que se pasasen al cigarrillo electrónico se evitarían 6.000 muertes prematuras al año
Con estas cifras, y respaldados por la evidencia científica, no es casualidad que el año pasado 54 médicos de todo el mundo escribieran a la directora general de la OMS, Margaret Chan, defendiendo el potencial del cigarrillo electrónico como herramienta de reducción de daños en la lucha contra el tabaco. O que 100 médicos franceses redactaran un manifiesto público en la misma línea y lo remitieran a su ministra de Sanidad. Bajo el mismo espíritu, MOVE es la manifestación global de una creciente corriente médica que ve en el cigarrillo electrónico parte de la solución a la pandemia del tabaquismo.
La lucha antitabáquica no puede girar exclusivamente en estrategias estáticas, sino que requiere integrar innovadoras herramientas y tecnologías que permitan a los fumadores alejarse del tabaco o reducir los daños asociados al mismo. El cigarrillo electrónico, correctamente regulado e incentivado, tiene efectivamente el potencial para alcanzar ambos fines y de convertirse en el cambio de paradigma que por fin haga caer la balanza del lado adecuado, tras décadas de lucha contra el tabaco.
Mientras haya vidas en juego, desde MOVE pondremos todo nuestro empeño en transmitir a la sociedad que tenemos ante nosotros una nueva herramienta de salud pública en la actual campaña mundial contra las enfermedades relacionadas con el tabaco.


* Carmen Escrig Llavata, coordinadora internacional de MOVE.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Corrupción hortera - Alfonso Ussía

Corrupción hortera - Alfonso Ussía

En su formidable retrato de las Filipinas del matrimonio Marcos «Filipinas es mi Jardín», Manu Leguineche pone en duda la posesión y exposición de mil pares de zapatos en los armarios de Ymelda Marcos. Manu calcula que los zapatos de Ymelda no llegaban a setecientos pares. Un alarde de austeridad oriental. Maria Antonia Munar volaba a Madrid para comprar bolsos y maletas de «Louis Vuitton». Podía adquirir los carísimos chismes en Palma, pero prefería la discreción que Madrid procura. La corrupción, esa culminación negativa del ser humano con poder, cuenta con dos clases de corruptos desde un punto analítico elemental. El corrupto «bien» y el corrupto hortera. El sinvergüenza que invierte el dinero ajeno aterrizado en su bolsillo en una obra de arte es un corrupto educado en la armonía y la estética. El granuja que reúne una flota de coches, un centenar de artilugios de «Vuitton» o un impresionante barco para aburrirse en el Mediterráneo o llenarlo de alegre puterío aprovechando el vuelo de la gaviota es un hortera. Se dice que el «Bigotes» tiene más de cincuenta gafas de sol, lo cual se me antoja sorprendente. Cuando se supieron los detalles de las comisiones y los cafelitos de Juan Guerra no se valoró la medida que se impuso en sus granujadas. Y sí, se compró un «Mercedes», justificando la adquisición con un argumento merecedor del perdón social. «También nozotro, loz zocializta tenemo deresho a conduci un “Mercede”, leshe».
Pocos más horteras que el hijo mayor de los Pujol. Su flota de coches es impresentable. No por constituir una flota en sí misma, sino por el mal gusto de sus vehículos. Esos «Ferrari», ese «Porsche» pintado de amarillo pollo con el capó recorrido por la Señera, y hasta el más humilde, el «Seiscientos», con modificaciones «Abarth» y un radiador frontal para incentivar la refrigeración que hubieran rechazado en el decenio de los sesenta todos los pijos con «seiscientos» preparados que quemaban goma en la Cuesta de las Perdices y llegaban al «Roma», «Balmoral» , «Mozo» o «El Corrillo» con las manos cansadas de tanto volante.
Ningún «Bentley», ningún «Morgan», ningún «Daimler», ningún «Seiscientos» en su esplendor modesto. Todo aparente, retocado y de mal gusto.
Sólo le falta al Lamborghini Miura
–seiscientos mil euros– el cartelito de «No corras, Papá» ubicado en las cercanías del volante.
Como en los barcos. Una señora de mucho y joven dinero compró un interminable barco. Para ir de proa a popa era recomendable un breve descanso a mitad de trayecto. En la cámara principal, como si de un atolón de coral se tratara, se exhibían centenares de peces multicolores de cristal de Murano. Ella, bastante gorda y protegida por una inmensa pamela, navegaba sentada en la popa, como el Pirata de la canción de Espronceda. Se trataba de fondear en la Costa de los Pinos. El capitán demandó su autorización. –¿Le parece bien aquí para arriar el ancla?–; – sí, capitán, me parece el lugar ideal. Pero antes de soltar el ancla, cerciórese de que no haya un buzo en el fondo–.
Una mujer pendiente de la humanidad submarina.
Pero con gracia. Su marido trincó, ella enviudó y que la registraran. No es el caso de Jordi Pujol Ferrusola con su colección de deportivos horteras. Es complicado escribirlo, pero un «Ferrari», aunque sea adquirido con dinero limpio, es hortera. La gente con gusto se compra un «Morgan», que sirve para lo mismo que el «Ferrari», es decir, para nada. Pero rebosa clase.

El chico mayor de los Pujol, del que se sospechan pingües corrupciones – que jamás serán juzgadas–, es un hortera de bolera de Las Vegas. Para ser corrupto hay que tener más gusto, más gracia y mejor educación. Éste compra un barco, llega a una cala y no ordena comprobar, antes de echar el ancla, si hay buzos en el fondo.

jueves, 7 de mayo de 2015

La tele impulsa la lectura - Ánxel Vence

La tele impulsa la lectura - Ánxel Vence

Debuta estos días como novelista Olvido Hormigos, inolvidable concejala que alcanzó fama con un video de producción propia en el que se aliviaba de ciertos escozores íntimos. Aquella pieza le sirvió de peana para llegar a las páginas centrales de Interviú, a los reality-shows de la tele y, finalmente, a su consagración como escritora. Al igual que los del Señor, los caminos de la literatura son inescrutables.
La novela tiene como protagonista a una mujer que envía un video erótico a su amante, de lo que se deduce un cierto carácter autobiográfico. Podría haberse titulado, no sin justicia, "El peso de la paja"; pero ese epígrafe ya se lo madrugó años atrás a Hormigos el escritor catalán Terenci Moix. La debutante en el Parnaso de las letras ha optado por darle el título de "El abrazo infiel", a todas luces menos rompedor.
Rótulos aparte, el libro está llamado a ser un best-seller, como todos los que salen de la factoría de la televisión. Así permite aventurarlo, al menos, el precedente de Belén Esteban, gloria de la telerrealidad y autora de un sesudo ensayo que bajo el título de "Ambiciones y reflexiones" la convirtió durante semanas en la escritora más vendida de España.
Es natural. En esa opera prima, Esteban negaba, por ejemplo, la fama de malos amantes que al parecer aqueja a los españoles. "Dicen que no saben hacer el amor a una mujer, pero no es verdad. ¡Por mis cojones que sí saben satisfacernos!". A esta reflexión unía otras de parecida enjundia, tal que la siguiente: "Yo soy muy del Rey, pero el Urdangarín para mí es un cabronazo". Y aún habrá quien se sorprenda de su éxito.
Ahora que el libro de papel sobrevive malamente a la revolución digital, hay que ensalzar la contribución de la tele a la lectura. Es un hecho fácilmente constatable que los libros de mayor venta suelen ser escritos -o dictados a un negro- por caras populares de la tele, que es el escaparate en el que mejor se exhibe cualquier género.
A la producción literaria de las ya mentadas Hormigos y Esteban se suman las decenas de títulos publicados bajo la firma de presentadores, chefs, tertulianos y otras gentes del gremio que saltan de la pantalla a las letras, generalmente con gran éxito de público. Ahí están para demostrarlo -entre otras muchas- las obras de María Teresa Campos, Mario Vaquerizo, Paz Padilla o Mercedes Milá, que tituló su libro con el desacomplejado título: "Lo que me sale del bolo".
Pudiera parecer que las relaciones entre la tele y el libro no son muy distintas de las que mantienen el perro y el gato, pero tampoco conviene fiar demasiado en las apariencias. La idea de que la pantalla boba disuade de la lectura ya la desmontó hace tiempo Groucho Marx en una de sus muy celebradas observaciones. "La televisión", decía el más listo de los Marx, incluyendo a Karl, "es un medio extraordinariamente educativo". Y lo explicaba así: "Cuando alguien la enciende en la sala de mi casa, yo me voy enseguida a la habitación de al lado y me pongo a leer un buen libro".
Pasados los años, la tele sigue fomentando ese saludable hábito de leer gracias a las contribuciones de Belén Esteban y otras personalidades ya citadas del medio.

Ahora se ha subido al carro de los autores novísimos Olvido Hormigos, con una novela que promete eclipsar a las "50 sombras de Grey" de ser cierto lo que anuncian las primeras reseñas. Pueden apostar a que no será la última.