lunes, 30 de mayo de 2022

Noticias BBC - Manuel Muiños

Noticias BBC - Manuel Muiños


Sin duda alguna a todos nos suena eso de la BBC News, solo hay que meterse en internet y ver todas las noticias que publica. Desde la facilidad para comprar armas en Estados Unidos hasta el riesgo que corremos cuando lavamos un pollo. Tranquilos todos, mis noticias BBC de hoy no tratan de alarmar, sino de llevarnos a pensar en algo que acontece de un modo especial en estos días y todos los años por estas fechas. Hace unos días, en una peluquería no se podía coger cita a determinada hora porque una persona tenía que hacerse la prueba de su peinado para un día especial. Así, de entrada, suena bien, la pena es cuando la persona que ha de hacerse la prueba tiene nueve años y el evento es su Primera Comunión. Lo curioso es que tengamos bautizos con doscientos invitados con Dj incluido, comuniones que parecen bodas y celebraciones BBC, es decir, bodas, bautizos y comuniones que poco o nada tienen que ver con un planteamiento religioso y espiritual serio, coherente y consecuente.

Hablo, o mejor dicho, escribo con conocimiento de causa. No son precisamente pocos estos sacramentos que administro, es verdad que tristemente los funerales ganan por goleada, no como el Madrid al Liverpool. Ahora bien, tendríamos que hacérnoslo mirar, todos en general y algunos en particular. Celebrar sacramentos no es hacer churros, implica fe, vivencia, compromiso, actitud y algunas cosas más. No soy yo quien ha de juzgar las intenciones, y mucho menos la fe de quien o quienes deciden embarcarse en la aventura de las celebraciones religiosas. Ahora bien, como dice el conocido humorista: “Si hay que ir se va, pero ir pa na es tontería”.

Llama la atención cómo se está desvirtuando y descafeinando todo este tipo de actos, los entierros tampoco se libran. No podrá nadie negarme que muchos velatorios, cuando los hay, se han convertido en una auténtica romería en la que quien menos presente está, a pesar de estar de cuerpo presente, es el difundo o difunta, no se me ofenda nadie. Por cierto, ayer alguien me dijo con mucha gracia e ironía, que en una de mis parroquias uno de los retablos era muy machista, que tenía que buscar la paridad entre las imágenes. Ciertamente hay que tomárselo con humor y con amor, pero un poco de reflexión seria y profunda buscando la coherencia entre lo que vivimos y celebramos no nos vendría mal a ninguno. Entierros en los que lo único o lo que más preocupa es el pésame o “cabezazo”, bodas, bautizos y comuniones, de moda estos días, donde el regalo es lo que prima... Olvídense ustedes de regalos que impliquen sentimiento o recuerdo, por supuesto nada que ver con lo que se celebra... Y ¿qué me dicen de los detalles que novios y niños regalan como recuerdo? Todo muy acorde con el sacramento. “Válgame el Señol, me quedo en estado de show” como dice un amigo mío.

sábado, 7 de mayo de 2022

Las paradojas del empleo vacante - Editorial ABC

 Las paradojas del empleo vacante - Editorial ABC


En España dejan de cubrirse 100.000 puestos de trabajo disponibles. La culpa de este desajuste es de la falta de cualificación, la economía sumergida, los subsidios y la ‘titulitis’ inefica

Pese a que, según las últimas estadísticas, el paro registrado en España supera los tres millones de personas inscritas, hay 100.000 puestos de trabajo que actualmente no se pueden cubrir. Y en los próximos años pueden superar el millón. Las razones de esta paradoja son muy diversas, pero la patronal, especialmente la de las pequeñas y medianas empresas, apunta directamente a la falta de cualificación de los desempleados.

Este es un problema que no resulta novedoso, sino una evidencia que lastra la evolución y renovación del mercado laboral e impide que una parte sustancial de los jóvenes accedan a un empleo para el que estén preparados. Suele decirse que las universidades españolas siguen ofreciendo titulaciones innecesarias y que este desajuste entre titulaciones académicas y demandas laborales condena a los graduados a empleos para los que no están preparados o, directamente, al desempleo.

Sin embargo, se trata de un razonamiento demasiado simplista, al que habría que añadir un análisis sincero de las carencias de la formación profesional, que debería ser una alternativa mucho más atractiva y realista para aquellos jóvenes atrapados por la tradicional ‘titulitis’ española, que no encuentran en los estudios superiores ni su vocación ni su salida profesional.

Además, hay otros factores en las políticas públicas frente al desempleo que, con la mejor de las intenciones y con una innegable función social, acaban desincentivando o ralentizando la búsqueda activa de trabajo. El subsidio es un arma de doble filo, sobre todo cuando se estabiliza como un ingreso personal no retributivo y pasa a formar parte de la economía familiar cotidiana. También la carga impositiva al trabajo asalariado deriva empleo a la economía sumergida e impide que esos puestos de trabajo se transformen en una oferta pública y transparente al alcance de los más jóvenes. Ahora bien, el problema no afecta solo a los más jóvenes, sino también a sectores de la población adulta que, precisamente por su edad, normalmente a partir de los 45 años, y a pesar de su experiencia se quedan excluidos del mercado laboral. Es necesario que estos trabajadores, que mantienen cargas familiares e hipotecarias en sus hombros, tengan oportunidades de recapacitación para continuar su vida laboral, más aún si tanto se habla de ir retrasando la edad de jubilación para acompasarla a la expectativa de vida (y a las exigencias del erario público, que no es ilimitado).

La necesidad de reformas estructurales en el mercado laboral es algo real, aunque suene tópico, y hay que afrontarla sin paternalismo porque bastantes engaños sufren los jóvenes con un sistema educativo que les manda mensajes muy equivocados sobre las responsabilidades a las que deben enfrentarse. Debe haber un diálogo sincero entre la empresa y la universidad para que las nuevas titulaciones se correspondan con las nuevas profesiones. Un diálogo que también implica al Gobierno, para que conduzca sus políticas de empleo por la senda de la combinación de nuevas oportunidades de formación útil, por un lado, con mayores exigencias de búsqueda activa de trabajo, por otro. Y es evidente que las familias españolas tendrían que ir cambiando su mentalidad sobre la educación de sus hijos y aceptando que una buena formación profesional no desmerece en absoluto frente a la titulación universitaria, sobre todo si facilita un puesto de trabajo y una oportunidad de emancipación. Estas son, sin duda, las bases de un proceso inaplazable de trasformación y modernización del mercado laboral, que se frustrará si no se consigue entre todos los agentes sociales y políticos, y con la sociedad española al frente, una superación de viejos clichés.

lunes, 2 de mayo de 2022

Los anacletos de Pegasus - Juan Manuel de Prada

 Los anacletos de Pegasus - Juan Manuel de Prada


La tecnología ha matado el espionaje, convirtiéndolo en un oficio casposDesde hace semanas, nos están dando un tabarrón horroroso con el espionaje que han sufrido más de sesenta indepes, cuyos móviles han sido ‘pinchados’ por un ingenio denominado Pegasus, que escruta los mensajes de guasap y las fotopollas. Esta violación masiva de la intimidad ha causado una consternación tremenda entre los demócratas panolis, que no quieren aceptar que un gobierno de progreso haya perpetrado tal atropello sin autorización judicial; y prefieren pensar (‘risum teneatis’) que lo han perpetrado anacletos descontrolados del CNI o policías de las cloacas. En cierta ocasión, Rubalcaba le soltó a un adversario político: «Yo oigo todo

 lo que dices y veo todo lo que haces». Y si un demócrata insigne como Rucalcaba era lechuzo de vidas ajenas, como aquel Diablo Cojuelo que por las noches levantaba los tejados de Madrid como si fuesen de hojaldre, haciendo de los secretos de sus habitantes ‘pepitoria humana’, no veo por qué el doctor Sánchez, que además de demócrata insigne tiene más jeta que un tapir, no pueda hacer pepitoria con los indepes y con quien le salga del toto.

Antaño, los espías viajaban en el Transiberiano y se hospedaban en hoteles de lujo con señoras estupendísimas (que, a su vez, eran también espías) con muchos velos y muchos echarpes echados al cuello (y a veces, incluso, alguna serpiente, como Mata-Hari) y un pomo de arsénico escondido en el canalillo. Eran entonces los espías una raza privilegiada, que aspiraba los divinos perfumes de la aventura galante y el peligro de muerte; pues, además de beneficiarse señoras estupendísimas, corrían el riesgo de que los fusilaran, si los descubrían; en cambio al Anacleto de hogaño, si lo descubren, lo fichan como ‘experto’ en cualquier programilla cutre de la tele, para que nos cuente con la voz distorsionada bulos delirantes sobre la guerra de Ucrania o los ligues del Emérito.

Con el desarrollo de la tecnología, Mata-Hari ha sido sustituida por unos anacletos que escrutan en un cuchitril inmundo (porque el sueldo birrioso no les da para hoteles de lujo) las fotopollas de los indepes, mientras se zampan un triángulo de pizza grasienta (y tal vez se casquen una gayola, si el Anacleto es entusiasta de su trabajo). La tecnología, que ha destruido todas las actividades poéticas, ha matado también el espionaje, convirtiéndolo en un oficio casposo, cobardón y sórdido. Los indepes espiados, aparte de lloriquear un poco (que siempre viene bien, para pillar cacho), deberían anunciar al doctor Sánchez lo mismo que Gila anunciaba en uno de sus chistes bélicos, en los que fingía hablar por teléfono con el enemigo: «Su espía de ustedes ya llegó; ahora le mandaremos nosotros al nuestro». Así, si los amenazan con sacarles las fotopollas del móvil, los indepes podrían defenderse como hacían en aquel pequeño país centroamericano donde todos sus habitantes eran poetas, y cuando se encontraban dos amigos en la calle, ambos sacaban unas cuartillas del bolso y decían al unísono: «Si me lees, te leo».