martes, 27 de agosto de 2013

Aire en rama - José Luis Alvite

Aire en rama - José Luis Alvite

A veces, en el 'Savoy', echo de menos París. Estuve hace años con Lorraine y la ciudad casi se nos vuelve un vicio. En el Sena es mediodía a media tarde y juraría que no hay sitio igual y que sólo en París el peluquero te coloca la cabeza frente al espejo y te dice: "¡Voila, monsieur!; si lo desea, puedo dejarle el pelo más largo". Llevaba apenas unos días en la ciudad y aquel tipo me colocó una servilleta alrededor del cuello para afeitarme. Por un instante imaginé al verdugo de la guillotina haciendo lo mismo con el cuello de los desgraciados. ¡París! En París cuesta separar la sangre y la comida. Tienen una extraña calma, esa calma epidural que dan la Historia y un idioma que se morrea. Un tipo me dijo: "No se apure, caballero, aquí cerramos a la hora de abrir". Luego salí a la calle y me fijé en las muchachas. ¡Dios santo!, hablan con el mismo embarazado entusiasmo que si fuesen a escupir en el 'martini' la lengua de Cary Grant. Algo tienen las francesas, no sabría decir qué tienen,muchacho, pero el caso es que sólo a alguien como Jean Seberg podría quedarle bien el peinado de Lee Marvin. Pero nadie tiene a su lado una mujer como ella. He de aceptarlo con resignación: en la vida de una mujer así un tipo como yo sólo podría entrar por su fe de erratas. Tienen algo distinto, un toque especial, ese matiz que les permite convertir en canciones la ginebra y en tafetán el mármol de los cementerios. Esas mujeres tienen el útero a juego con el bolso de mano. Los labios de Juliette Greco eran obscenos y cálidos como fibromas.Nuestro último día en París, los pájaros de Orly eran aire en rama. Se cernía sobre la pista un plomizo cielo de manga larga. Nos sirvió café una amarga mujer que resultaba mayor, trágica y sentimental como si hubiese estado de azafata en el Calvario. Me dijo: "Una no es lo que parece. Pasé años en Pigalle. Fue allí donde aprendí a rezar con la vagina".¡París! Dice Ernie que en París el cáncer de garganta es un dialecto del francés.