lunes, 20 de julio de 2020

Elogios - Juan José Millás

Elogios - Juan José Millás

Los fanáticos de la monarquía se refieren a ella como los ecologistas a la tortuga laúd del Mediterráneo, que se ha extinguido o está a punto de hacerlo. Hablan de Felipe VI como si padeciera una enfermedad terminal cuyo diagnóstico prefieren ocultarle. Pero Felipe VI es un adulto: deberían explicarle la situación sin eufemismos ni paños calientes. Cuando mi abuelo estaba agonizando, la gente no se cansaba de decirle que tenía toda la vida por delante, siendo evidente que la tenía toda por detrás. Contaba 102 años y había sobrevivido a tres infartos y a un sinfín de disgustos familiares. Los borbones tienen varios siglos de existencia y una familia completamente desestructurada. Se podría decir de ellos que, a base de trabajar y trabajar, o como quiera que se llame lo que hacen, han llegado a la más profunda de las miserias. Solo mencionar a Marichalar se le ponen a uno los pelos de punta. No digamos si a continuación aludes a Undargarín, o Urdangarín, ahora no sé dónde cae la primera erre, o buscas el Google el cuadro de Goya titulado "La familia de Carlos IV". Pero si te gusta la droga dura, puedes indagar en las aventuras juveniles de Felipe Juan Froilán, el del tiro en el pie.
Una vez, en la Feria del Libro de Madrid, se acercó una anciana como de un siglo para que le firmara un ejemplar. Escribí: "Para Felisa, con mis mejores deseos de futuro". No lo hice con intención irónica, sino por rutina, pues siempre pongo lo mismo. Al día siguiente apareció el hijo de la mujer blandiendo con indignación el libro dedicado a su madre. Me reprochó que le hubiera hablado de futuro a quien era evidente que carecía de él. La mujer, por lo visto, se había pasado la noche llorando en la creencia de que había tratado de burlarme de ella. Le pregunté al hijo si prefería que le cambiara la dedicatoria o que le devolviéramos el dinero y eligió lo segundo. Luego tuve que abonárselo al librero, que ni siquiera tuvo la cortesía de resistirse un poco.
Cada vez que nuestros dirigentes hablan de la solidez de la institución monárquica, me acuerdo de la dedicatoria que le puse a aquella señora. Si no fuera porque carecen de sentido del humor, pensaría que están tratando de resultar mordaces. Alguien, en la Casa Real, debería analizar seriamente esos elogios.

viernes, 17 de julio de 2020

Sánchez en Bruselas: esto son lentejas... - Césari Lumbrersas

Sánchez en Bruselas: esto son lentejas... - Césari Lumbrersas

Supongo que Pedro Sánchez se habrá caído del burro ya y habrá constatado la dura realidad a la que se enfrenta tras los encuentros que ha mantenido con algunos de sus colegas durante los últimos días. Y la realidad, de la que debemos ser conscientes todos, es esta: España acude a Bruselas, a la Cumbre Europea que comienza hoy, a pedir, sin contrapartidas que ofrecer y, por lo tanto, nos tocará tragar con lo que nos impongan. Le guste, o no, a Sánchez y, de rebote, a los españoles. La cosa es muy sencilla: vamos a pedir dinero y apoyo y nos impondrán condiciones, que serán más o menos duras, dependiendo de lo que consigan sacar adelante los Estados mal llamados “frugales”, a los que yo denomino “ahorradores” o como “el eje del mal”, que están encabezados por Holanda, y con Suecia, Dinamarca o Austria como miembros declarados del mismo.
Es evidente que los componentes del “eje del mal” tienen en el punto de mira a España e Italia. Sin embargo, se da un factor adicional que nos perjudica más a nosotros. Se quiera ver, o no, el actual Gobierno de España está formado por “los socialsanchistas” y los comunistas de Podemos. Y hablar de comunistas en Bruselas, y especialmente en todos los países del centro y del este de Europa, comenzado por la propia Alemania, provoca sarpullidos. Ahí va un ejemplo: la propia canciller Merkel procede de la Alemania que fue comunista y que estuvo sometida a la dictadura correspondiente durante más de cuarenta años. Pero es que pasó lo mismo con Polonia, Hungría, Rumania, la Republica Checa... Hablar en estos países de comunismo es “mentar la bicha”. Y eso hace que se pongan en guardia, por lo que pudiera suceder. Este, el de la presencia de comunistas en el Gobierno español, es un hecho que aquí se puede considerar normal, pero que por ahí fuera genera una honda preocupación y bastante desconfianza.
Y ya se sabe que, cuando vas a pedir un crédito o una ayuda, el hecho de generar desconfianza no es la mejor tarjeta de visita precisamente. Y así es como están las cosas hoy, cuando los jefes de Estado y de Gobierno de la UE comienzan su Cumbre para intentar alcanzar un acuerdo sobre el Marco Presupuestario 2021-27 dotado con cerca de 1,1 billones de euros y sobre el Fondo de Recuperación, para el que se quieren destinar 750.000 millones de euros. Tanto si se alcanza un acuerdo hoy, como si se convoca una nueva reunión, llegará un momento en el que dirán a Sánchez aquello de: “estas son lentejas, si quieras las comes y, si no, las dejas”.