sábado, 31 de diciembre de 2016

Dolors Montserrat:«Antes la Sanidad era más injusta y no se quejaba nadie»

Dolors Montserrat:«Antes la Sanidad era más injusta y no se quejaba nadie»

Llega a un ministerio con escaso presupuesto y competencias transferidas, pero en el que cualquier iniciativa tiene un gran impacto social. Sus primeras medidas: una ley contra el consumo de alcohol en menores y un copago más justo para los pensionistas

Dolors Montserrat:«Antes la Sanidad era más injusta y no se quejaba nadie»
Dolors Montserrat habla rápido, con la intensidad de alguien que siente que le faltará tiempo para sacar adelante su proyecto. Ajena al mundo sanitario, esta abogada de 43 años que rebosa cercanía, representaba el rostro más joven y centrista del Partido Popular. Ahora es también la cuota catalana del último Ejecutivo de Rajoy, un cupo que asumió desde el primer día —«Quiero ser el acento catalán de este gobierno», dijo en su toma de posesión–. Al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad llega dispuesta a insuflarle nueva vida, tras unos años convulsos con la ministra Ana Mato y dos sucesores de paso, Alfonso Alonso y Fátima Báñez.

—Acaba de presentar en el Congreso un ambicioso plan de gobierno ¿Cómo hará para que no quede en un programa de buenas intenciones?

—Creo que hace falta mucha organización en Sanidad. Necesitamos, por ejemplo, una puerta única compartida por los servicios sanitarios y sociales. Estamos enviando a personas a los hospitales cuando puede que lo que necesiten es un centro sociosanitario o una residencia. Con los mismos recursos podremos llegar más lejos.

—Ha anunciado un plan para reducir las listas de espera. ¿Cómo piensa atajarlas? ¿Con más médicos, más quirófanos a pleno rendimiento...?

—La base del plan de listas de espera será el portal de transparencia del sistema nacional de salud. Nos dará un diagnóstico de la situación. Queremos que las comunidades autónomas vuelquen toda su información: las consultas, las pruebas que hacen, los profesionales sanitarios que tienen... Necesitamos tener un mapa del sistema de salud y copiar lo que ya se está haciendo en algunas comunidades y sabemos que funciona. Conocer es mejorar, que nadie tenga miedo.

—¿Sospecha que las comunidades están maquillando sus listas de espera?

—No, no lo creo. Simplemente quiero que seamos más transparentes para mejorar. El Ministerio de Sanidad quiere cohesionar, no centralizar.

«La financiación autonómica debería tener un apartado especial para sanidad»
—El Gobierno reparte un dinero que las comunidades gastan como desean. ¿Es partidaria de que la sanidad tenga un presupuesto finalista?

—No, sería demasiado rígido. Sí creo que la financiación autonómica debería contar con un apartado especial destinado a la sanidad para garantizar que se cumple, al menos, con lo acordado en el consejo interterritorial de salud.

—El Congreso está a favor de corregir la reforma que dejó a los «sin papeles» sin tarjeta sanitaria y puso copago farmacéutico a los pensionistas. ¿La derogará?

—No, no voy a derogarla. Ahora el sistema sanitario es más universal. Antes los parados que perdían el desempleo no tenían derecho universal al sistema sanitario y esto es la pura realidad. Antes la sanidad era más injusta y no se quejaba nadie y ocurría con el PSOE gobernando. Yo me pregunto dónde estaban entonces las izquierdas. Si los grupos parlamentarios quieren derogar el real decreto que sean ellos los que digan a los parados que se van a quedar sin sanidad, no voy a ser yo.

«Si los grupos parlamentarios quieren derogar la reforma sanitaria que le digan a los desempleados que se quedarán sin sanidad»
—Y el copago farmacéutico de los pensionistas, ¿se eliminará?

—No, pero se revisará. Ahora se paga en función de la renta y reconocemos que no es justo que paguen lo mismo los que tienen una renta de 18.000 que los de 100.000 euros. Se establecerán tres tramos: uno para los que ganan de 0 a 18.000 euros, otro de 30.000 a 60.000 y de 60.000 a 100.000 euros. El copago farmacéutico siempre ha existido, aunque ahora parezca que ha sido Rajoy quien lo puso. El actual es más justo porque los desempleados que pierden la prestación por desempleo no pagan por sus medicinas y antes pagaban el 20 por ciento.

—Su primera medida como ministra fue anunciar una ley del alcohol, una iniciativa en la que fracasaron sus predecesores. ¿No teme las presiones de la industria?

—No, porque entienden que es una ley solo para menores. No va a ser parecida a otros proyectos anteriores. Los anteriores eran muy intervencionistas. A mí no me interesa que se regule la distancia entre un bar y un colegio o un recinto deportivo. Lo importante es que no se venda alcohol a menores.

—Sí se ha pedido que se regule la publicidad del alcohol. ¿Lo hará?

—No lo tengo claro aún. Debo escuchar a todos los sectores implicados. Quiero una ley con el máximo consenso posible, porque si no, no saldrá adelante y nuestros hijos seguirán bebiendo en la calle.

«Nos plantearemos sanciones económicas para los padres de los menores que se nieguen a ir a cursos de sensibilización»
—Sin prohibiciones y sanciones es difícil que una norma se cumpla.

—Es cierto, pero tengo claro que debemos concienciar a la sociedad. Que si alguien ve a un menor beber en una plaza, llame a la policía y que el agente pueda pedirle el DNI y hacerle un control de alcoholemia. No se va a detener a nadie, aunque si da positivo se llamará a los padres o tutores para informarles que su hijo está bebiendo. Si dan un móvil falso, la Policía acompañará al chaval a su casa y la familia recibirá un aviso para acudir a un curso de sensibilización con su hijo, similar a los que hace Tráfico. Habrá algún padre irresponsable que se niegue a ir, entonces, si el chico es reincidente, quizá haya que plantearse algún tipo de sanción económica. Imagínese que lo pillan cinco veces bebiendo y no van al curso. Entonces puede que se planten sanciones, pero no quiero que sea una ley coercitiva sino de sensibilización.

—¿Endurecerán las multas para los locales que vendan a menores o para los adultos que lo compren para ellos?

—Esto último es más difícil, pero sí queremos que el que venda a un menor tenga una sanción grave. Revisaremos las multas actuales con Interior.

—A muchos les sorprendió que una ministra de Sanidad anunciara un Erasmus nacional, incluso parece que al propio titular de Educación

—Soy ministra de Sanidad pero también la ministra de los jóvenes. Creo que la movilidad juvenil favorecerá una generación de jóvenes más emancipada, emprendedora, solidaria y con una visión global de España. Ayudará a crear cohesión territorial. Si un chaval de cuarto de la ESO se va a Irlanda a estudiar y se le convalida el curso a la vuelta, no entiendo por qué no va a poder hacerse cuando se vaya a un instituto de otra comunidad autónoma.

—¿No tendría más sentido hacer un esfuerzo para que nuestros hijos aprendan otro idioma en otro país?

—Planteo un programa voluntario, dejémoslo a la elección de los padres. No sabe la cantidad de mensajes que he recibido aplaudiendo la iniciativa.

—Quizá lo ha propuesto pensando más en los alumnos de comunidades nacionalistas

—No, lo hice pensando en todos. Lo bonito de este programa es que será un intercambio, puro y duro, que no llevará una beca asociada. La idea es que los colegios se pongan de acuerdo e intercambien plazas que les queden libres, como ya hacen algunos colegios con instituciones extranjeras. A lo mejor hay un padre que quiere que su hijo recupere sus raíces y estudie en la comunidad donde nació.

—Cada vez más parejas españolas acuden fuera de España en busca de un «vientre de alquiler». ¿Está en la agenda del Gobierno regularizarlo?

—Cada partido político deberá hacer antes su debate interno. Cuando tengan un posicionamiento claro, como ministra de Sanidad, propondré al Comité de Bioética de España que haga un informe para tomar una decisión.

—Y ahora ¿cuál es su opinión?

—No la tengo formada. Lo que tengo claro es que bajo ningún concepto se debe apoyar la mercantilización del cuerpo de la mujer.

—Entonces ¿vería con buenos ojos una maternidad subrogada que funcionara de forma altruista, como las donaciones de sangre o de órganos?

—No lo sé. Insisto, los partidos deben hacer su debate interno, yo también. Sí pienso que deberíamos regular mejor el actual registro de gametos.

«Debemos regular mejor el actual registro de donantes de óvulos y esperma»
—¿Le preocupa que un donante de esperma o de óvulos pueda donar sin control en varias clínicas?

—Me preocupa encontrarnos con un problema grave. Para dar seguridad a las familias debemos regular muy bien y de forma estricta para que no nos encontremos con problemas como los que ya se han visto. Creo que fue en el Reino Unido donde una pareja tuvo un hijo sin saber que eran hermanos.

—¿Se siente doble cuota en este Gobierno, por catalana y mujer?

—No. Bueno, puede que por ser catalana, pero no por ser mujer. El Partido Popular es un partido de grandes y muchas mujeres.

—¿No es partidaria de las cuotas?

—No creo en las cuotas, pero todavía son necesarias para llegar a la igualdad real.

«Mi niño me dice: "Recuérdale a Rajoy que tienes un hijo en Barcelona"»

En San Sadurní de Noya, su pueblo natal, Dolors Montserrat es solo «Dolo», la hija de otra Dolors Montserrat, una histórica diputada del PP en Cataluña. Allí, en esa tierra de cava paladeó el sabor de la huerta y hoy, asegura, mantiene el gusto por los alimentos naturales, sin procesar. Se define como una persona sana. Nunca ha fumado, sigue al máximo la dieta mediterránea, le encanta montar en «bici» y se relaja con bikram yoga, una variedad del yoga que consiste en practicar asanas (ejercicios) en una habitación climatizada a 40 grados. En realidad, lo practicaba porque desde que Mariano Rajoy le nombró ministra de Sanidad ha sido incapaz de encontrar un hueco en su agenda. «A partir de enero, seguro que lo encontraré».

Dolors Montserrat es también madre en solitario de un niño que está a punto de cumplir seis años y aún no entiende muy bien lo que significa ser ministra. «Yo prefiero decirle que soy abogada porque esa es mi profesión; la política es un servicio público. Pero él me dice que no todos los abogados salen en la televisión. Cuando me nombraron le expliqué que mi jefe Rajoy me había dado más trabajo y él me contestó: “¿Más?, vale mamá, pero recuérdale a Rajoy que tienes un hijo en Barcelona”. Ahora cuando me ve en la tele pide que cambien el canal».

Al Ministerio le dedica su vida de lunes a viernes. Cuando termina el Consejo de Ministros corre hasta el puente aéreo para llegar a tiempo a buscarle a la salida del cole. «Ese tiempo, hasta que le dejo otra vez el lunes por la mañana en el colegio es solo para él. Le doy tiempo de calidad, frente a cantidad». El peor momento de la semana es cuando toca hacer la maleta para volver a Madrid, una maleta pequeña para no facturar en el avión con ropa para cinco días que cada vez le cuesta más cerrar.

En Madrid aún no le ha dado tiempo a personalizar su despacho. Tan solo un par de fotografías -con su madre y de su primer consejo de ministros- y una pequeña bandera catalana junto a la europea y española para dejar claro que ella es el acento catalán del Ejecutivo de Rajoy.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Nos ha nacido un Pedro Sánchez… (y también un Íñigo Errejón) - David Torres

Nos ha nacido un Pedro Sánchez… (y también un Íñigo Errejón) - David Torres

En el PSOE los muertos no les duran nada. A Josep Borrell lo despeñaron por un barranco y reapareció hace poco como una estrella fugaz para disputar el liderazgo del partido, pero se cayó en seguida otra vez por el mismo barranco y con la misma prisa. Borrell era, sin duda, la mejor alternativa de la que disponía el PSOE entonces y por eso mismo lo masacraron. Da mucho miedo pensar en la de mierda que no habrá en la cocina de un partido que tira a la basura filetes como Borrell para poner de menú guisotes tipo Almunia, Bono, Díez, Díaz, Rubalcaba o Zapatero. Chicote se habría batido las arterias con una minipimer.
La segunda muerte de Borrel ha resultado casi tan triste como la primera. La farsa repitiéndose como historia. Tuvo que renunciar después de ser imputado en el caso Abengoa y de que saltara la noticia de que una inexistente firma británica especializada en compra y venta de divisas le había guindado por internet ciento cincuenta mil euros. Cuesta creer cómo alguien tan brillante -ingeniero aeronáutico, doctor en Ciencias Económicas y catedrático de Matemáticas Empresariales- pudo caer en una burda estafa de internet, pero no era, ni mucho menos, el peor timo que había sufrido Borrell. Antes había creído en Felipe González. Y con él, millones de españoles.
Felipe es otro ejemplo de la falta de consideración que sienten en Ferraz por sus cadáveres. En lugar de conservarlo en su panteón sevillano y sacarlo únicamente en las fiestas de guardar, Felipe sale a torear en cualquier consejo de administración o en cualquier linchamiento público a poco que se lo pida el cuerpo. Que se lo pide mucho. El último linchamiento tuvo lugar en la misma calle Ferraz, comandando a la cuadrilla de espontáneos que saltó al ruedo para apuntillar al último secretario general elegido democráticamente en unas elecciones. En el PSOE la democracia sienta peor que una cena navideña de empresa, se atragantan con los resultados y luego el empacho se alarga meses.

Sin embargo, aquel muerto, Pedro Sánchez, todavía se resiste a ser el cadáver en el entierro y deambula cual alma en pena por las catacumbas del partido. Para unos, es un enviado divino, un Niño Jesús renacido después de que lo crucificaran; para otros, un oportunista y una oportunidad perdida; y para la gestora, el Anticristo. Entre el sanchismo y el susanismo anda el patio ferratino como la prisión de The Walking Dead, unos abriéndose la cabeza a otros y otros rebañándoles los hígados a unos, sólo que aquí no se sabe muy bien cuáles son los muertos y cuáles los vivos. Quiénes están más podridos, de eso no cabe duda alguna. Pero podrían aprender de los de Unidos Podemos, que si salen indemnes de ésta van a tener que rebautizar la agrupación como Unidos Podemos Matarnos. Eso sí, ellos cuando montan un pollo interno se degüellan al estilo evangélico, con abrazos de buena voluntad, sonrisas angelicales, mucho amor, mucho cariño y muchos besos de Judas. Les ha nacido un Errejón como un orzuelo, y en vez de oro, incienso y mirra, de regalo le han traído una cruz y unos clavos.

jueves, 1 de diciembre de 2016

El PP defiende pasar de “una visión paternalista de la discapacidad a potenciar la autonomía individual”

El PP defiende pasar de “una visión paternalista de la discapacidad a potenciar la autonomía individual”

Destaca el acuerdo al que ha llegado el GPP con todos los grupos parlamentarios a través de una enmienda transaccional

Considera que las personas con discapacidad deben ser una prioridad de los Gobiernos” como así lo ha sido para los diferentes Ejecutivos españoles que han aprobado diferentes leyes sobre este asunto

“En España hay 4 millones de personas con discapacidad y el 15% de la población mundial tiene una discapacidad”

El portavoz de Discapacidad del GPP, Ignacio Tremiño, ha defendido hoy que “entre todos, hemos conseguido que se esté cambiando el modo de afrontar la discapacidad pasando de una visión paternalista a un sistema de potenciación de la autonomía personal”. “Avanzamos hacia un modelo que se basa en la dignidad intrínseca de la persona”, ha añadido.

“Mientras el modelo tradicional era un modelo de sustitución de la toma de decisiones, ahora avanzamos hacia un modelo que se basa en la dignidad intrínseca de las personas a través de la toma de decisiones”, ha afirmado.

En su intervención durante el debate de una Proposición no de Ley del GPP relativa a la conmemoración del Día Internacional de la Personas con Discapacidad, el portavoz popular ha recordado que “este año se celebra el X aniversario de la Convención de los Derechos de personas con discapacidad que fue aprobado en la ONU en 2006 y ratificada en España en 2008”.

Con ese texto que ya forma parte de nuestro ordenamiento jurídico, el portavoz de Discapacidad del GPP ha explicado que se cambió el modelo con el que se trataba la discapacidad. A partir de entonces, ha indicado que “la discapacidad no residía en la persona, sino en el entorno que no permite desarrollar sus capacidad”.

En este sentido, el diputado popular se ha puesto como ejemplo así mismo al no poder subir al estrado por su discapacidad y por no estar acondicionado el hemiciclo para ello. “La discapacidad no está en mi persona, está en el entorno que hace que se vea mi discapacidad”.

Para el portavoz popular, “las personas con discapacidad deben ser una prioridad de los Gobiernos” como así lo ha sido para los diferentes Ejecutivos españoles que han aprobado diferentes leyes sobre este asunto y han fomentado el empleo de personas con discapacidad.

Por último, el portavoz del GPP ha destacado que “en España hay más de 4 millones de personas con discapacidad y el 15% de la población mundial tiene una discapacidad”.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Mi plan para resolver el problema de las pensiones - Amando de Miguel

Mi plan para resolver el problema de las pensiones - Amando de Miguel

La clave está en el monstruoso derroche de recursos humanos que significa la jubilación forzosa a una edad, normalmente 65 años.
Por una vez me voy a poner en modo arbitrista. La situación actual de las pensiones de jubilación no es que parezca difícil, resulta desesperada. Las soluciones que apuntan unos y otros se me antojan inanes. En la práctica se reducen a más impuestos, lo que termina agravando el problema. Muchos contribuyentes logran trasladar una parte de los impuestos sobre sus respectivos clientes. Los jubilados carecen de tal capacidad.
No es cuestión de poner nada sobre la mesa, sino de pensar. La clave está en el monstruoso derroche de recursos humanos que significa la jubilación forzosa a una edad, normalmente 65 años. Aunque se subiera ese límite etáneo (que se puso hace más de un siglo), la situación sería básicamente la misma. El hecho es que son millones los jubilados legalmente que podrían seguir trabajando y, por tanto, cotizar al fondo de pensiones en lugar de cobrar. No entiendo por qué hay que aprovechar la capacidad laboral de los discapacitados (una buena medida) y no la de las personas mayores de 65 años.
Bien es verdad que sería insensible obligar a trabajar más allá de los 65 años u otro límite cercano. Hágase lo siguiente. A partir de esa edad convencional uno podría jubilarse voluntariamente con el 80% de la pensión que le correspondiera o con porcentajes variables, según las circunstancias familiares. Pero la jubilación forzosa se produciría a cualquier edad solo por prescripción médica, es decir, cuando el sujeto no pudiera desempeñar sus tareas habituales por razones de salud o de conveniencia familiar. No debemos encastillarnos en el automatismo de los 65 años, dado el aumento de la longevidad y la mejora de las condiciones de salud.
La ampliación de los años de trabajo debe hacerse ajustando las tareas a las capacidades. Es claro que un conductor de autobús no debería seguir con esa función más allá de cierta edad, pero bien podría encargarse de otras labores administrativas, de formación o de inspección. Por cierto, dentro de unos lustros nos parecerá normal que circulen autobuses sin conductor.
Me adelanto a la crítica fácil que pudiera suscitar mi comentario. El fin de la jubilación forzosa por edad no tiene por qué repercutir en más desempleo para los jóvenes. El número de empleos de una población no es una cantidad fija; se amplía o se contrae según el estado de las artes en cada momento. Hay que añadir una cautela. Los empleos como tales no tienen por qué ser vitalicios, incluidos los de los funcionarios por oposición. Hay que perder el miedo a los empleos temporales, que cada vez serán más frecuentes en una sociedad dinámica. Un empleo temporal o a media jornada no tiene por qué ser precario.
Tampoco hay que someterse a la inexorabilidad de las leyes demográficas. En el mundo al que vamos, cada vez serán más nutridos los movimientos migratorios. En un país como España, hay que esperar la llegada de millones de inmigrantes extranjeros, aunque también emigrarán a otros países cientos de miles de nativos. La riqueza de un país resulta proporcional a la suma de esos dos flujos de población, no al saldo migratorio.

A diferencia de otras reformas políticas (las que ahora se jalean), esta que propongo posee una virtud: no supone una subida de impuestos. Al final, el problema de las pensiones se resuelve con un sostenido aumento de la productividad. Pero esa es otra historia, en la que intervienen la calidad de la enseñanza y las ganas de trabajar del personal. Ahí le duele.

viernes, 7 de octubre de 2016

Rosalía, en el banquillo - Raúl del Pozo

Rosalía, en el banquillo - Raúl del Pozo

"Soy la mujer de Bárcenas, aquí estoy en el banquillo y lo que haga falta", me dice esta mañana Garganta de Seda. Yo sé que cuando llega a casa tiene que tomar antiinflamatorios, porque sufre dolor en las lumbares, pero me ha dicho que no lo ponga. Aguanta la brava Rosalía la doble tortura de un linchamiento a base de titulares y un banco con hierros y tablas donde no puede apoyar las manos.
Parece que Luis Bárcenas no activará el saco de dormir donde guarda el piolet, los vídeos de los ministros, las grabaciones a compañeros, los correos, los recibís, los cheques. En Génova se sabe que nunca recibía una "donación" sin que hubiera testigos presentes, pero ahora sólo aguarda la decisión de la Justicia y la pericia de sus abogados.
"Son unos mierdas", me dice otro de los procesados refiriéndose a los empresarios, jefes de la banda, concejales, que quieren arrepentirse. Los 37 procesados llegan en bugui a San Fernando de Henares, donde se está celebrando el juicio de Núremberg de la corrupción y muchos de ellos parecen maduros para soltar la cuerda. Algunos abogados piden la nulidad de todo el caso Gürtel. Mi amigo Javier Gómez de Liaño, que defiende a Ricardo Galeote, me informa: "El proceso empezó en una cacería, siguió en una cacharrería procesal y puede acabar en una leprosería. Se han vulnerado todos los derechos fundamentales y de defensa".
Siento que sufra Rosalía, pero los inculpados están sentados como caballeros y no ensartados como los galeotes. Algunos son más bien cortitos de sifón porque escrituraban los sobornos y anotaban las mordidas en pendrives y discos duros. Y ahora en el banquillo quieren ser canarios. El propio Correa parece dispuesto a cantar si le reducen la condena.
Decía lo de las galeras recordando a Don Quijote cuando alzó los ojos y vio "hasta 12 hombres a pie, ensartados como cuentas en una gran cadena de hierro por los cuellos, y todos con esposas en las manos". Era gente forzada por el rey. Don Quijote se interesó por ellos y preguntó a uno que por qué iba preso. No contestó y otro de los galeotes aclaró: "Va por canario, digo por músico y cantor". Y añadió: "No hay peor cosa que cantar en el ansia. Quien canta una vez llora toda la vida. Porque tantas letras tiene un no como un sí".
El lenguaje germanesco perfila un mundo dominado por la ambición y el riesgo, donde ser balador es una vergüenza. Dice María Inés Chamorro en su Tesoro de villanos: "En Sevilla se reunían rufianes, esclavos, galeotes, convictos, penados, pero también prostitutas, dueñas, murcios, birlos, galloferos, jaques, mandiles, coimas, zurrapas, carcaveras, putarazas, trotonas... todos los cuales constituían una sociedad marginal llena de vida". En la jerga de las germanías, también llamada jeringonza, había un código cifrado para que no se quedaran con la copla los de las mangas verdes. En el lunfardo, el caló, el cheli están mal vistos los chivatos.

Sin embargo, los procesados tienen todo el derecho a colaborar con la Justicia para aligerar sus condenas.

Sin piedad, sin perdón - Raúl del Pozo

Sin piedad, sin perdón - Raúl del Pozo

A pesar de que escribieron que sólo Castilla sabe mandar, pasamos del acento gallego al andaluz, del andaluz al gallego, de la charca a la marisma. Ahora el deje del socialismo será el de Triana con el ritmo de ángeles con cascabeles y pájaros colgados en el aire. Dice la soleá: "Qué bonita está Triana cuando le ponen al puente banderas republicanas". Le han puesto al puente la bandera del PSOE con el puño y la rosa. Mario Jiménez, el fontanero de Susana Mano de Hierro, con estilo seco de De Niro sureño, vuelve a la versión guerrista del centralismo democrático: "El que se mueve no sale en la foto". Con esa consigna y otras habilidades e ingenios, el PSOE lleva 38 años en el poder en el sur de Alemania. Mario, el portavoz de la Gestora, ha declarado que si el Comité Federal del PSOE decidiera la abstención en la investidura de Mariano Rajoy todos los diputados del Congreso, incluido Pedro Sánchez, acatarán la medida. Anda jaleo, ya se acabó el alboroto, ahora empieza el tiroteo y no habrá piedad para los disidentes.
El partido sevillano no se plantea la libertad de voto y Margarita Robles tendrá que decidir entre el gallinero del hemiciclo o el areópago donde se jiñó el gitano. Pero no todo son gestos de ordeno y mando o disciplina bélica de partido. El prudente Javier Fernández, presidente de la Gestora, encargado de entregar el Palacio de San Jerónimo al Palacio de La Moncloa, intentó elaborar un relato, como ahora se dice, para justificar la necesidad de la abstención. El horizonte puede exigirles tomar decisiones dramáticas, ha comentado. ¿Acaso interrumpir la despótica decisión de obstruir un Gobierno democrático es una acción dramática?
Todos los sucesos de estos días prueban la baja calidad de la democracia y la pobreza de su discurso. Hablan de relato o de escenario; es decir, de narración, cuento o fábula, obra de ficción. Hace mucho tiempo que no se escucha algo elevado, extraordinario, digno de ser contado. Sólo los de Podemos hacen una invocación lírica y fervorosa con el "Sí se puede", pero la han copiado de Barack Obama. El presidente de Estados Unidos se va para arriba cuando habla para la Historia: "Éste es el verdadero genio de América, una fe en sueños sencillos".
En la política española no hay sueños, sino números. El debate es gris, repleto de cifras -casi siempre falsas- del paro o del gasto, como si la vida fuera un orden estadístico. No infunden sueños, ni nuevas fronteras, ni largas marchas. Carecen de aquello que aconsejaban los griegos a los políticos: tener la sutileza de los dialécticos, la ciencia de los filósofos, la dicción de los poetas, la voz y los gestos de los actores. El discurso político se ha envilecido con la tecnocracia, la rastrera lucha por los sillones.

No se preocupen, ni la bajeza de los sueños ni los escándalos de mangancia en el juicio de la Gürtel ni las reyertas del fin de semana en Ferraz evitarán que los políticos encuentren gente que se deja trajinar.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Suspense: 25-S - Raúl del Pozo

Suspense: 25-S - Raúl del Pozo

Hay cierta calma esperando a que llegue y pase el domingo, después de unas semanas de tensión en las que los políticos, muchos de los cuales tienen el hábito del soborno, han paseado a Ritá Barberá y a otros emplumados del saco de lana como se hacía con los condenados del Santo Oficio. Sólo les falta a los perseguidores las velas en las manos o las camionetas de los paseos. Se burlan de los procesados, fingiendo no saber que hay decenas de ritas en sus propios partidos. Los escraches ya no los protagoniza la plebe contra los poderosos sino los propios diputados, alcaldes, presidentes de comunidades, acosando a los que han sido pescados. Mientras las televisiones se han convertido en la plaza de la Bastilla para entretener a las tricotosas de la audiencia, la formación de un Gobierno cada día es más oscura.
"¿Que qué pasará después del domingo?" -se pregunta un escriba, un áulico de La Moncloa. Y se contesta: "No nos hagamos pajas mentales. Si no hay un tío que levante el dedo para echar a Pedro Sánchez, iremos a las urnas. Después de diciembre 'el Coletas' quería elecciones para echar a Sánchez. Ahora es Sánchez el que quiere elecciones para echar a el Coletas". Se espera a una Susana que no llegará nunca aunque Felipe Alcaraz ha escrito un tuit que dice: "Las tropas del susanato están acuarteladas en Despeñaperros a la espera del 25-S» .
Los partidos están expectantes ante lo que pase el domingo, pero cada vez hablan menos. Tanteo a los iniciados en conversaciones furtivas y no sueltan prenda. Los secretos son estos días subterráneos, aunque parece que unos temen y otros desean que después del domingo estallen varias crisis. La del PSOE está cantada. Pero ya no está claro que Pedro sea un cabezón, sino un político duro que sabe que las bases estarían con él. No aspira a ser presidente del Gobierno sino a consolidarse como secretario general del PSOE. Va perdiendo elecciones y en vez de recular, ataca. "En Podemos, Errejón aspira a hacerse fuerte en Madrid para ser uno de los protagonistas de la segunda Transición", me explica un dirigente de la coalición de izquierdas.
Piensan los del laboratorio de analítica que el PP vive más pendiente de los resultados del PNV que de los del PSOE, porque cualquier solución que pase por Sánchez es inviable. "Inviable por la doblez y la cobardía de los barones; cuando Pedro se vea perdido pedirá el apoyo de los militantes que odian al PP". A pesar del escepticismo de los guardianes del Eleusis, el santuario de los secretos, esperan que la hostia que se va a dar el PSOE en Galicia despierte a los barones.

La democracia ha terminado siendo un ritual que esconde hombres que piensan que las convicciones son obstáculos para mandar. Los partidos se preocupan más de sus propios problemas y luchas internas de poder, que del interés general. En la oda al partido, Brecht, aunque refiere al comunista, puede aplicarse a todos los partidos: "El individuo puede ser aniquilado / pero el partido no".

Burundanga para todos - David Torres

Burundanga para todos - David Torres

Con manifiesta habilidad y no poca prudencia, Angelina Jolie y Brad Pitt han dado la noticia de su separación amparándose tras la bronca de enamorados entre Pablo Iglesias e Iñigo Errejón. Aunque también podía haber sido al revés. El paraguas mediático ha atenuado bastante el chaparrón de tristeza entre los fans de una y otra pareja. Lo de Brad y Angelina se veía venir desde aquella película en que los dos hacían de asesinos a sueldo casados entre sí y no paraban de tirarse balazos a la cabeza; lo de Iñigo y Pablo desde que se abrazaban a todas horas, es decir, desde la escuela. A Angelina le molesta que Brad fume marihuana y empine el codo; a Iñigo no acaban de convencerle los trucos de seducción de Pablo.
“Hay partidos que discuten por posiciones y hay partidos que contrastan ideas y caminan juntos” ha dicho Errejón para quitar hierro al asunto. Se ignora si con lo de las posiciones Errejón se refiere a que unos van delante y otros detrás o más bien a que en algunos partidos no salen de la postura del misionero. El escándalo mayúsculo que se ha montado por el intercambio de tuits entre ambos dirigentes (en TVE hasta han abierto un telediario con la noticia, como si Cristiano hubiese fichado por el Barca) contrasta con la apacible serenidad que reina en otras formaciones políticas. Por ejemplo, en el PSOE, Susana Díaz y Pdr Snchz recuerdan a la familia Bundy en Matrimonio con hijos, mientras que en el PP siguen empeñados en montar la primera adaptación televisiva de Uno de los nuestros.
La irrupción de Podemos en el anquilosado panorama político patrio fue tan fastuosa que da la impresión de que puede acabarse en cualquier momento, lo mismo que una estrella fugaz o una eyaculación precoz. Por el contrario, las vacas sagradas del hemiciclo mastican, ramonean y escupen sus propuestas con paciencia de mastodontes. De cualquier manera viene bien un poco de agitación, vidilla y movimiento sísmico en la formación morada, porque las bases ya se estaban apalancando. A menudo el odio sirve para reanimar esos matrimonios momificados donde los cónyuges se acuestan cada noche bocarriba, como si ensayaran la mejor postura para el ataúd. Una infidelidad, un buen polvo con el vecino o la vecina sirve para despertarlos de la rutina, del mismo modo que el picotazo del electrochoque le hace una pedorreta al electrocardiograma. Es verdad que a Angelina y a Brad se les fue un poco la mano. Pero la historia de amor entre Iglesias y Errejón, demasiado empalagosa para paladares diabéticos, no tendría ninguna historia si no fuese por estos ratos.

Lo que hace falta a la política española, está claro, es una buena ración de burundanga. Con el burundanga no habría más problemas de comunicación ni la posibilidad de quintas elecciones. Una cita entre Mariano y Pdr Snchz en el programa de Carlos Sobera, una tortilla de burundanga y todo arreglado. Aunque todavía quedaría por resolver el tema clásico de las posiciones.

Huelgas de entrepierna - Ánxel Vence

Huelgas de entrepierna - Ánxel Vence

Proponen algunos estrategas que se encierre a los diputados en un cónclave al modo vaticano y no se les deje salir hasta que acuerden la formación de un gobierno en España. Tampoco hay por qué caer en esas crueldades.
Además de extrema y un tanto innecesaria, esa medida podría ser ventajosamente sustituida por una huelga de sexo como la que Lisístrata convocó en la antigua Grecia para poner fin a la contienda entre atenienses y espartanos. Al final, todos ellos prefirieron hacer el amor a la guerra: o eso cuenta al menos Aristófanes en el desenlace de su famosa comedia.
Algo parecido se intentó hace cinco años en Bélgica, el país que todavía hoy mantiene el récord de gobierno en funciones, con un total de 541 días de interinato frente a los 275 que llevamos por aquí con Rajoy.
Al cabo de ocho meses sin acuerdo, la senadora flamenca Marleen Temmerman se arrancó por bulerías con una propuesta ciertamente singular: la de que todas las esposas de los diputados se negasen a mantener relaciones carnales con ellos mientras no pactaran un gobierno.
Temmerman se declaraba entonces convencida de que la abstinencia forzosa de sexo acortarían el plazo de negociaciones, bajo el argumento de que "ya se sabe lo que piensan los hombres en esas cosas". Por razones obvias, se ignora cuál fue el seguimiento de aquella huelga, aunque lo cierto es que el deseado gobierno se formó por fin en Bruselas algunos meses más tarde.
No sería el único caso en el que esta medida de fuerza erótica produjese los resultados apetecidos por sus convocantes. En Liberia, por ejemplo, un movimiento de mujeres acaudillado por Leymah Gbowee consiguió poner fin a la larga guerra civil que desangraba a ese país. Al grito intimidatorio de "¡No más sexo!", las damas liberianas lograron que las dos partes contendientes se sentaran a negociar y, para asegurarse, montaron barricadas alrededor del edificio donde se celebraban las conversaciones.
Agotados por la abstinencia y el encierro, los combatientes no tardaron en acordar el final del conflicto que, además, desembocó en la elección de la primera mujer presidente en un país africano. A Gbowee la premiaron con el Nobel de la Paz.
El éxito de esta peculiar fórmula de huelga de piernas cruzadas se repetiría después en Kenia, donde la mujer del primer ministro interino encabezó un plante de sexo para que los hombres acelerasen la formación de un gobierno. Los afectados por la huelga tardaron apenas una semana en cumplir las exigencias de las huelguistas.
Quizá resulte excesivo trasladar estos ejemplos tan distintos y distantes al caso español, aunque siempre será una medida más original -y de probada eficacia- que la de encerrar a los diputados hasta que alumbren un gobierno.
En contra de la propuesta juega, ciertamente, el hecho de que los políticos obtengan ya suficiente satisfacción con la erótica del poder. Lo que los pone realmente a cien, sin distinción de edades, es la presidencia del Gobierno, simbolizada en algunos países -y en las alcaldías de aquí- por un bastón de mando que no por casualidad evoca la forma de un falo.

Aun así, bien podrían las señoras de los señores diputados ensayar una huelga de tan demostrado éxito en otras naciones. Suponiendo que les urja más un gobierno que otras cosas, claro está.

martes, 20 de septiembre de 2016

Violación a cinco bandas - David Torres

Violación a cinco bandas - David Torres

Para que el público no se aburra mucho, el juicio contra los cinco jóvenes sevillanos que violaron a una muchacha durante las fiestas de San Fermín está resultando casi tan divertido como la propia violación. Porque, según el testimonio de estos cinco machotes, mientras iban follando uno detrás de otro en un portal, la chica se lo estaba pasando pipa; ahora son ellos quienes también deben de estar disfrutando de lo lindo, aunque no tanto como sus abogados. Uno de los argumentos esgrimidos por la defensa es que la víctima sólo habló de cuatro agresores, pero da la casualidad que ellos son cinco. La muchacha no sabía decir no, señor juez, y además tampoco sabía contar. De todas formas, la falla aritmética no parece un argumento muy consistente cuando uno de ellos, conocido por el cariñoso apelativo de “El Prenda”, escribió en el grupo de guasap: “Follándonos a una entre los cinco”.
No sólo les parecía la hos fornicar cinco contra una sino que además había que contarlo en directo a los amigos y hasta grabar un video. La defensa usó la grabación en el teléfono móvil como prueba de que la relación fue consentida y ahora la Audiencia de Navarra ha rehusado devolverla. Al final, como tantas otras veces, la discusión va a girar en torno a la semántica. Dicho de otro modo, a saber qué entenderán “El Prenda” y sus colegas por una relación consentida. A lo mejor son alumnos aventajados de Álvaro Reyes, ese ligón de youtube que da cursos acelerados de machismo donde asegura que pedir permiso a una mujer es síntoma de inseguridad. Según Reyes, cuando una mujer dice “no”, en realidad quiere decir “sí”. Las chicas son inseguras y necesitan un líder que las guíe por el buen camino. Mejor cinco guías que uno.
No menos sorprendente ha sido la línea de defensa desarrollada a partir del testimonio de otro de los testigos, una joven a la que los cinco magníficos habían conocido el día anterior a los hechos, el 6 de julio, y que ha manifestado durante el juicio que los acusados tenían mucho éxito con el público femenino y transmitían muy buen rollo. Ella se pone como ejemplo. Una lástima que la joven en cuestión no les hubiera acompañado al día siguiente en el portal, junto a la víctima, para poder testificar de primera mano en lugar de decir gilipolleces.

Porque pasar de una observación general (los tíos son muy simpáticos y tienen facilidad para ligar) a una conclusión cebollera (por eso no tienen necesidad de violar a nadie) supone un salto de fe de tres pares de cojones. Ted Bundy, uno de los mayores asesinos en serio de la historia, era enormemente simpático, y sin embargo lo condenaron a la silla eléctrica por la violación y el asesinato de treinta y tantas mujeres. Jeffrey Dhamer, el Carnicero de Milkwaukee, era guapo como un dios griego pero su belleza irreal no le impidió matar y devorar a diecisiete hombres. Según ese mismo argumento de mierda, ningún político forrado de antemano metería la mano en la hacienda pública y ningún millonario desvalijaría un banco desde dentro, puesto que no tienen ninguna necesidad de ello. No obstante, cualquier idiota sabe la necesidad no tiene nada que ver con esto.

viernes, 16 de septiembre de 2016

Ninis" a la fuerza - Ánxel Vence

"Ninis" a la fuerza - Ánxel Vence

Ni punks, ni góticos, ni rockeros ni skaters. La tribu urbana (y rural) que probablemente más abunde en España es la de los "ninis", término con el que se conoce a los jóvenes de entre 15 y 29 años que no estudian ni trabajan. Su número sería de un millón y pico según los datos del último informe de la OCDE, que cifra en un 22,8 por ciento la tasa de rapaces españoles completamente desocupados.
Hombre: es normal. Las oportunidades de trabajar son más bien escasas, si bien hay que admitir que los mozos -y mozas- con títulos superiores encuentran empleo con mayor facilidad que los que no los tienen. Aun así, la generación mejor instruida en toda la historia de este país tropieza con un mercado laboral en el que no abunda la oferta. Será que no hay demasiadas empresas disponibles y las que existen no militan precisamente en la vanguardia de la tecnología. Quién sabe.
El caso es que los jóvenes sobradamente preparados no encuentran empresas preparadas a su vez para ofrecerles contratos mínimamente aceptables: ya sea desde el punto de vista económico, ya desde el profesional, ya de ambos. Muchos de ellos han de resignarse a buscar empleo fuera del país, con la flagrante paradoja de que naciones ricas como Alemania se beneficien de la formación que las pobres o mediopensionistas como España les ha costeado.
Peor lo tienen todavía aquellos que para su desgracia no han tenido ocasión de formarse adecuadamente. Quizá sea esta una de las resacas que nos dejó la era dorada del ladrillo, cuando media España y parte de la otra se dedicaron a especular con el precio de la vivienda en la creencia de que aquel becerro de oro iba a ser inagotable.
Sostienen los expertos que muchos chavales optaron entonces por abandonar los estudios, tentados por los empleos de baja cualificación pero buen sueldo que ofrecía el mercado inmobiliario. Al derrumbarse el castillo de naipes de la construcción, esos jóvenes se encontraron sin trabajo y, a la vez, sin estudios. Toda una cantera para los "ninis".
Aboga a favor de esta hipótesis el dato de que la mocedad sin faena ni aulas creciese siete puntos -del 16 al 23 por ciento- durante los años de la crisis, que aquí coincidieron con el estallido de la burbuja inmobiliaria. Y la confirma, seguramente, el hecho de que los jóvenes españoles se independicen de sus padres a los 29 años de edad por término medio. Tres años más que la media de la UE y casi una década después de que lo hagan sus coetáneos de Suecia, Dinamarca o Finlandia.
Sería exagerado -y sobre todo, injusto- pensar que los mozos siguen hasta la treintena en casa de sus progenitores por mera comodidad o falta de iniciativa. No se trata de que estén aplicando, algo tardíamente, el lema: "Vive de tus padres hasta que puedas vivir de tus hijos" popularizado por los hippies en la década de los sesenta del pasado siglo.

Simplemente, la falta de trabajo en un país que lidera todos los índices de desempleo de Europa y parte del extranjero, convierte a muchos jóvenes españoles en "ninis" forzosos. No trabajan porque carecen de ofertas y, a menudo, de formación suficiente; y quizá no estudien en la creencia un tanto errónea de que eso no les va a servir para encontrar trabajo. Es la pescadilla que se muerde la cola, resumida por la OCDE en ese 22,8 por ciento de "ninis" que atribuye a España.

Los perros se suicidan - Raúl del Pozo

Los perros se suicidan - Raúl del Pozo

En las horas amargas que sufría Rubén Darío dijo en dos versos: "con profunda tristeza he comprendido / el cariñodeByron por su perro". Se refería al epitafio que el poeta romántico dedicó a "aquella criatura bella sin vanidad, fuerte sin insolencia, valiente sin ferocidad". Además de su fidelidad a las personas, nuestros amigos desde el neolítico, tienen un fino olfato para presagiar las catástrofes, sufren por ellas y hasta recurren al suicidio. Desde el puente de Overtoun, al oeste de Escocia, se han arrojado al vacío cientos de perros en los últimos 50 años. Los que no murieron en el primer intento volvieron a lanzarse al vacío y ahora me entero de que en Madrid tres perros, tres bellos chusqueles cayeron desde los balcones de los pisos altos. La Policía Municipal ha denunciado varios casos de suicidios de estos animales; la Fiscalía pide una investigación. A lo largo del verano se han presentado por parte de los agentes varios atestados de perros muertos que podría calificarse como suicidio.
¿Cuál es el origen de la depresión de los canes en España? ¿Acaso huelen el bloqueo, la crisis, la inestabilidad, la ausencia de Gobierno? Aunque siempre se ha dicho que aman el orden y tienen vocación de policías, hay que recordar que desactivan bombas y nunca abandonan a los vagabundos o indigentes que viven entre papeles. Quizás olfateen los cambios bruscos como ocurrió en la Revolución francesa, cuando algunos se arrojaron por los puentes. Durante los días del terror desaparecieron las mascotas de la Corte: el perro de los Pirineos y el bichón frisé (pintado por Goya), el perrito faldero de la aristocracia, y parece ser cierto que los perros se suicidan y toman antidepresivos en las crisis. José Agustín Goytisolo reflejó en un impresionante poema -"Los perros más lujosos del mundo están tristes"- cómo reaccionaron estos animales al ser abandonados por sus dueños durante la Revolución de los Claveles. "A pesar de su hambre se negaban a revolver en los cubos de basura. Se arrastraban hasta los restaurantes como el Ahmad en Londres". Sus dueños les había dejado precipitadamente, como a las amantes y los tractores.

En España no hay un motivo para que cunda el pánico de las personas y de sus acompañantes. Se dicen en el Congreso cosas parecidas a las que decían en la Asamblea francesa después de la toma de la Bastilla. Tronaban así: "Toda institución que no diga que el pueblo es bueno es viciosa. Perdonar a los corruptos es barbarie". Pero no teman, no hay peligro. El Congreso es un incruento comité de salud pública en el que sobresalen los diputados incorruptibles exigiendo virtud a los que fueron de la casta. Pero la mayoría lo hacen porque estamos en campaña electoral y así creen que pueden lograr el voto de la gente si se repiten una y otra vez las elecciones. Antes eran todos socialdemócratas, ahora populistas. Los enemigos políticos terminan pareciéndose. Tranquilos, queridos perros, queridos lectores.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Vanidad - Juan José Millás

Vanidad - Juan José Millás

El funerario ha sembrado en mi cabeza un veneno que crece y crece hacia el encéfalo

Me llama un señor de una funeraria privada, un admirador, dice, que pretende dar mi nombre a un tanatorio. Tanatorio Juan José Millas, pronuncia con énfasis. Pregunto si se trata de una broma y se precipita a negarlo. Yo, al otro lado del hilo, callo y rumio. Transcurridos unos segundos, en tono cortés, pero de censura, el hombre señala que no habría dicho lo mismo si me hubieran propuesto llamar Juan José Millás a una calle. Es que no es lo mismo, me defiendo. Claro que no es lo mismo, arguye, una calle la tiene cualquiera, estoy en disposición de demostrárselo, pero usted sería el primero en honrar con su nombre a un tanatorio. ¿Qué de malo encuentra en ello? No sé, digo, tratando de dilatar la respuesta mientras pienso qué les habría parecido la idea, de estar vivos, a mis padres. Se me ocurre que dirían irónicamente que por fin había llegado a algo y suelto una risa algo siniestra. ¿Está usted riéndose?, pregunta, ofendido, mi interlocutor. No, no, carraspeaba, estoy un poco acatarrado.

Al final le digo que lo pensaré, cuelgo el teléfono e intento seguir trabajando inútilmente. El funerario ha sembrado en mi cabeza un veneno que crece y crece hacia el encéfalo. Por un lado está la vanidad de ver mi nombre en grandes letras presidiendo un edificio en el que no deja de entrar y salir gente. Por otro, pienso en las bromas de mis colegas y en los comentarios maliciosos de las redes. Pero también pienso que, con suerte, algunos de esos colegas serían velados en mi tanatorio. Yo mismo acudiría a dar el pésame a su familia con aires de ser el dueño de la tienda. Finalmente, decido dejar las cosas al azar. Si me vuelven a llamar, diré que sí. Si no, me olvidaré del asunto. Pero no me olvido. Y tampoco me llaman.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Ese pedazo de Joan Tardà - Pablo Planas

Ese pedazo de Joan Tardà - Pablo Planas

Los diputados Joan Tardà, Gabriel Rufián y Quico Homs son probablemente los políticos menos presentables del proceso y a la vez unos muy cualificados representantes del nivel medio-alto del catalanismo. Quien creyera que hay un punto de exageración en las noticias del Principado no tiene más que ver la intervención de Tardà de este miércoles en el Congreso de los Diputados para advertir que el pollo sin cabeza, la cabra con cuatro cuernos y la carpa Juanita (que bebe en porrón y come con cuchara en el Museo de Curiosidades Marineras de Villanueva y la Geltrú) no son leyendas de la caverna mediática sino especímenes tan excepcionales allende el Ebro como reales, abundantes e inevitables en el oasis bananero catalán.
Tardà pasa por ser un tipo abierto, simpático y letrado en Cataluña, un hombre directo, claro y desprejuiciado, al gusto de la nueva política, que como su homónima cocina es un plato enorme con tres guisantes y un chorretón de vinagre balsámico. Sus soflamas son de órdago a la grande y en el timbre abrupto de su voz se atisba la amenaza. "Somos cívicos, pacíficos y democráticos", brama Tardà igual que el matachín que reclama, por las buenas, el impuesto mafioso en el badulaque de la esquina. Y que coloquen una estelada en el rótulo normalizado del comercio.
La degradación del nacionalismo catalán no sólo estriba en la generalizada práctica del saqueo, sino en un relato que a pesar de no aguantarse ni con pinzas cala en una extensa porción de la opinión pública catalana, abducida por las inenarrables teorías de un mítico Estado catalán preexistente tan sólo en la fértil y calenturienta imaginación de sus promotores y anterior incluso a los siete reinos de Juego de Tronos. Pura ficción convertida en dogma de fe después de cuarenta años de pujolismo en vena, inmersión lingüística y formación del espíritu cebolludo en guarderías, escuelas, centros de día, medios públicos, subvencionados, supermercados y ateneos municipales.

Vocea el ínclito Tardà: "Si nos meten en la cárcel, los catalanes nos liberarán". ¿Pero quién ha hablado de cárcel? Si algo distingue el llamado proceso es la pura impunidad, el coste cero de los insultos, proclamas y arengas contra los españoles, el ninguneo de los disidentes, el doble rasero y el manifiesto consentimiento de la ilegalidad supina. ¿Prisión para Mas o Forcadell? ¿Pero qué huevadas dice, señor Tardà? No lo flipe. Volarán os porcos antes de que se haga justicia, y una mera inhabilitación sería suficiente.

domingo, 28 de agosto de 2016

El candidato tardoetarra - Ignacio Camacho

El candidato tardoetarra - Ignacio Camacho

Tiempos de incuria son aquellos en que hay que discutir lo evidente. Desde que abandonó los comandos armados, Arnaldo Otegui no ha sido otra cosa que un etarra en comisión de servicios políticos. Aunque esos servicios incluyesen en cierto momento la participación más o menos intermitente en el mal llamado «proceso de paz», el intento de reconstrucción de Batasuna le costó una condena de cárcel y de inhabilitación cuya parte penitenciaria ya ha cumplido. Le queda la accesoria de privación del sufragio pasivo, y por tanto no se puede presentar a los comicios autonómicos porque hasta 2021 es inelegible. No hay más que hablar.
La única posibilidad que le queda de ser candidato tardoetarra consiste en un resquicio leguleyo de la sentencia -sus abogados arguyen que el texto no hace mención expresa de los puestos que le están vedados- sobre el que deberá resolver el Tribunal Constitucional. A veces el sentido común riñe con la literalidad jurídica, porque se supone que una inhabilitación genérica para cargo público incluye todos los cargos públicos, pero el Estado de Derecho al que tanto combatió le permite recurrir a través de ese portillo técnico. Lo que no cabe es discutir el sentido político de su apartamiento porque eso supondría subordinar la justicia a la (presunta) conveniencia y olvidar que ETA fue derrotada mediante la supremacía de las leyes. Además, en el plano de los principios, la candidatura de Otegi representa una afrenta a las víctimas y un desafío chulesco a la memoria de la resistencia contra el terrorismo. De su boca aún no ha salido una condena de los crímenes que apoyó ni un arrepentimiento sin casuismos. Está moralmente inhabilitado y su pretensión de ser lendakari es un escarnio. Si la autoriza el TC no será más que un escarnio autorizado por el TC.
La victoria contra el terrorismo permanecerá incompleta si no prevalece como relato moral. La permisividad equidistante del nacionalismo y de cierta izquierda -de forma incomprensible también de un PSOE que puso muchos muertos en la larga travesía del sufrimiento- pone en peligro esa narrativa al tratar de favorecer una reinserción exculpatoria. Según la errónea teoría de la normalización vasca, es menester reintegrar a la democracia al electorado del antiguo brazo civil de ETA; la tesis de los huerfanitos de representación que ya fue esgrimida, con augurios catastróficos, ante la ilegalización de Batasuna. Entonces no pasó nada. Mejor dicho, sí pasó. Pasó que el Estado aceleró la asfixia de ETA cerrándole el respiradero político.

Tampoco sucederá nada si los huerfanitos no pueden votar a su etarra predilecto. Que fabriquen otro Mandela de pacotilla con un pasado más limpio y más digno. O que voten a Podemos, que aunque es comprensivo con su causa no ha matado a nadie. Los verdaderos huérfanos de esta historia son los que van a llevar flores a los cementerios.

Hacia unas terceras elecciones? Todo hace creer que sí - Federico Quevedo

¿Hacia unas terceras elecciones? Todo hace creer que sí - Federico Quevedo

Estamos instalados en los proyectos personales, y mientras esto sea así seguiremos ofreciendo al mundo un espectáculo bochornoso
Les seré sincero… Hasta hace unos días creía que después de una sesión de investidura fallida esta próxima semana, habría una segunda sesión parlamentaria, tras las elecciones vascas y gallegas, en la que Mariano Rajoy conseguiría sacar adelante la investidura gracias a la abstención del PSOE. Es verdad que ese es el escenario con el que trabaja el PP, y así me lo contaba hace unos días un destacado ministro del Gobierno de Rajoy que incluso iba más allá y se mostraba confiado en que un golpe de mano dentro del Partido Socialista apartaría a Pedro Sánchez para poder facilitar esa abstención y que la situación se normalice, aunque sea por un par de años.
Sin embargo, el viernes por la mañana me encontré con un destacado exdirigente socialista, alguien que había tenido mucho poder dentro del partido, y que echó un jarro de agua muy fría sobre mis expectativas. Nos quedamos charlando un rato, y él se mostró extraordinariamente preocupado por el momento político y, sobre todo, por el hecho de que el país esté a las puertas de una situación especialmente grave por culpa de los proyectos personales de dos dirigentes políticos: Sánchez y Rajoy.
Lo que vino a decirme es que el PSOE no se va a mover de donde está ni en la primera ni en la segunda –si es que llega a celebrarse– sesión de investidura. “Eso significa que iremos a terceras elecciones”, le dije. “No te quepa duda”, contestó. Ingenuo de mí, añadí: “Bueno, al menos a esas terceras elecciones ya no se presentarán ni Sánchez ni Rajoy…”. Pero su respuesta fue contundente: “Se presentarán los dos, y seguiremos en el mismo sitio en el que estamos, por eso estoy tan preocupado”.
El PSOE no se va a mover de donde está ni en la primera ni en la segunda sesión de investidura. “Eso significa que iremos a terceras elecciones”, le dije
Es verdad que existe una alternativa con la que también sueñan algunos dirigentes del PP: la de que los nacionalistas se abstengan en la segunda vuelta de la investidura, tras las elecciones vascas, intercambiando apoyos en Vitoria y en Madrid. Pero lo cierto es que ese es un escenario muy débil y que, hoy por hoy, nadie contempla. La única opción real de que haya gobierno es que el PSOE cambie de opinión y acceda a dejar gobernar al PP en una situación de debilidad de la que podría obtener bastante provecho.
“Yo les he preguntado a mis compañeros de partido –me decía mi interlocutor–, qué es mejor: ¿que gobierne el PP con 137 escaños, que gobierne con 170 o terceras elecciones? Pues, obviamente, lo mejor para nosotros era que el PP gobernara con 137 escaños…”. Pero Sánchez está en su proyecto personal de supervivencia política, al igual que lo está Rajoy, aunque bien es verdad que tampoco un gesto del político gallego haciéndose a un lado garantizaría ahora la abstención del PSOE, porque eso supondría el final del mandato de Sánchez como secretario general de su partido.
¿Puede haber alguna clase de rebelión interna? En el PSOE, por lo dicho por mi interlocutor, no. La actual dirección tiene totalmente controlado el partido e, incluso, ha amenazado con expedientes disciplinarios a los barones críticos. Y en el PP hay un cierre de filas absoluto entorno a Rajoy. Bien es verdad que en el camino de unas terceras elecciones y si el resultado de las elecciones gallegas es de continuidad, alguna voz podría levantarse para forzar un cambio, aunque esto lo dejo para otro capítulo de esta interminable historia de bloqueo político.
Aunque pueda parecer lo contrario, el país necesita leyes y normas. Tiene que haber una dirección política y la ausencia de esto empezará a notarse en otoño
Lo cierto es que estamos en una situación inexplicable, de una absoluta irresponsabilidad. Hay quienes creen que no pasa nada, que incluso es bueno que el país siga así porque no parece tener consecuencias… Pero las tiene. De entrada, nos enfrentaremos de nuevo al riesgo de sanción por parte de la UE. Los proyectos de inversión se han paralizado y empieza a haber empresas multinacionales que se están replanteando sus proyectos de futuro en España.

Aunque pueda parecer lo contrario, el país necesita leyes y normas. Tiene que haber una dirección política y la ausencia de todo esto empezará a notarse seriamente a partir del otoño. Es más, hay quienes aventuran que de no resolverse esta situación, España afronta el riesgo serio de una nueva recesión económica. Pero estamos instalados en los proyectos personales, y mientras esto sea así seguiremos ofreciendo al mundo un espectáculo bochornoso.

lunes, 22 de agosto de 2016

La tragedia del león descalzo - David Torres

La tragedia del león descalzo - David Torres

Un texto que escribí hace ya años sobre uno de...

En Marathon man escribió William Goldman que más importante aún que ganar una maratón es el estilo con que se corren los últimos metros. Desenfadado, relajado, fácil, un gran maratoniano entra en el estadio olímpico como si acabara de empezar la prueba y fulmina el último kilómetro como si fuese el primero y no llevara más de dos horas empapado en sudor. El protagonista de la novela adora a Nurmi, el gran corredor finlandés que dominó como nadie las pruebas de fondo y medio fondo durantes los años 20. Pero cuando el pobre hombre echa a correr para salvar su vida, después de una infame sesión de tortura, cae en la cuenta de que no lleva zapatillas, que no puede correr descalzo. De repente un nombre ilumina su memoria como un fogonazo: Bikila, el magnífico corredor etíope que ganó descalzo la maratón en los Juegos Olímpicos de Roma en 1960. La persecución se alarga a través de calles y de coches, pero al hombre acosado ya le escoltan dos fantasmas, dos dioses tutelares que trotan a su lado para ayudarlo, surgiendo entre el encantamiento animal del dolor y el esfuerzo: Paavo Nurmi y Abebe Bikila.
Al final fue a Bikila a quien escogieron para abrir los títulos de crédito de la película, esa secuencia inolvidable en que sus brazos en alto al cruzar la meta se funden con el asfalto neoyorquino y la atlética zancada de Dustin Hoffman. Marathon man se estrenó en 1976 y la escena tiene el rango de un homenaje fúnebre porque Bikila había muerto tres años atrás, muy joven aún, perseguido por el halo de la mala suerte.
Nacido en el seno de una familia campesina del sur de Etiopía –un país asaltado por el hambre, la miseria y la pobreza endémicas– Bikila aprendió a correr muy pronto. Desde niño, compaginó sus estudios con sus labores de pastor y a los 17 años se enroló en el ejército, donde llegaría a ser miembro de la Guardia Imperial de Haile Selassie, el Negus, el León de Judá, el Rey de Reyes. Descendiente directo de Salomón, aquel payaso esperpéntico fue el último ocupante del trono etíope y a punto estuvo de truncar para siempre su estela de gloria. Durante la niñez de Bikila, su país sufrió la invasión del ejército italiano y fueron los ingleses, que habían concedido asilo político al Rey de Reyes, quienes devolvieron el trono a Selassie en plena campaña africana.
Bikila participó por primera vez en una carrera oficial en 1953, con apenas 21 años, un cross militar que ganó sin excesivo esfuerzo. En 1956 asistió a la parada militar en honor de los atletas que regresaban de los Juegos Olímpicos de Melbourne. “¿Quiénes son?” preguntaba fascinado, admirando el porte de Wami Bitaru, plusmarquista nacional de los 5.000 y los 10.000 metros lisos. Ese mismo año compitió en el campeonato de las Fuerzas Armadas y derrotó a Bitaru, convirtiéndose en la nueva esperanza del atletismo etíope. Pero fue el gran entrenador sueco Onni Niskanen quien talló el diamante en bruto que era Bikila a base de largas carreras sobre asfalto, ejercicios de baloncesto y baños de sauna. También fue Niskanen quien comprobó que su pupilo conseguía mejores tiempos sin calzado alguno y nunca se opuso a que corriera descalzo.
En 1960 África se vistió por primera vez de oro en unos Juegos Olímpicos bajo la grácil estampa de Bikila, quien rompió la cinta del estadio de Roma con una amplia ventaja de doscientos metros. El público rompió a aplaudir enfervorizado la hazaña de aquel corredor negro que había batido el record mundial con un tiempo de 2 horas, 15 minutos y 16 segundos, casi 8 minutos por debajo de la anterior marca. Cuando los asombrados periodistas le preguntaron por qué corría descalzo, respondió: “Quería que el mundo supiera que mi país, Etiopía, ha ganado siempre con determinación y heroísmo”. En su extraordinaria hazaña nocturna a través de la Vía Apia, Bikila pasó frente al obelisco de Axum, que fue robado a su país por el ejército de Mussolini durante la invasión italiana, y esa imagen se convirtió en un símbolo perenne del renacimiento africano cuando gran parte del continente negro luchaba aún por desembarazarse del dominio colonial.
A su regreso a Etiopía fue recibido con todos los honores por el Rey de Reyes, recibió un anillo de diamantes y fue ascendido a sargento. Sin embargo, pronto cambiaron las tornas y cuando se entrenaba para la Olimpíada de Tokio fue acusado injustamente de haber tomado parte en un complot contra el Emperador y pasó varios meses en prisión. Para colmo, a su salida de la cárcel, sufrió un inoportuno ataque de apendicitis que hizo peligrar su participación en los Juegos. No obstante, Bikila se recuperó milagrosamente y repitió la proeza, aunque esta vez calzado con unas zapatillas de tenis. En Tokio consiguió el oro y una nueva marca mundial: 2 horas, 12 minutos, 11 segundos. Luego aseguró, como el que no quiere la cosa, que al acabar la prueba no estaba muy cansado y que bien podía haber corrido otros diez kilómetros.
Sin embargo, la suerte estaba a punto de abandonarlo. A sus 32 años, salió como favorito en la maratón olímpica de México, pero tuvo que abandonar a los 17 kilómetros, afectado por problemas de altitud más una lesión mal curada en su pierna derecha. No obstante, sus enemigos no lo abandonaron ni un segundo y así, en su sacrificio, colaboró en la victoria de su compatriota, Demisse “Mamo” Wolde.
Un año después, en Addis Adeba, la mala suerte tomó la forma de un accidente de automóvil del que Bikila no salió indemne. Estuvo ocho meses en un hospital de Londres pero los médicos que salvaron su vida no pudieron hacer nada para rescatarlo de la parálisis. El León Descalzo, el hombre que había asombrado al mundo con la elegancia de su zancada, pasó los últimos años de su vida confinado en una silla de ruedas. Bikila nunca se recobró de la tristeza ni de las secuelas del accidente: una hemorragia cerebral acabó con su vida en 1973. Enterrado con honores de héroe nacional, más de 65.000 personas y el propio Emperador acudieron a su sepelio.
Abebe Bikila fue el atleta que abrió para África las puertas del deporte. Muchos de los corredores etíopes, keniatas y marroquíes que dominaron las pruebas de fondo y medio fondo durante las siguientes décadas, encontraron inspiración en su figura humilde, su elegancia innata, su paso despreocupado y admirable, su resistencia inmensa. En la tragedia de este hombre que quedó encerrado para siempre en la cárcel de la parálisis estaba escrita también esa leyenda árabe que asegura que nadie puede escapar de su destino, ni siquiera un héroe que corría descalzo desde niño huyendo de la mala suerte.

domingo, 21 de agosto de 2016

El pastor de ovejas

El pastor de ovejas

El pastor de ovejas, pero no tenía un macho para
‘cubrirlas’. Le comenta su problema a un colega y éste le dice:
– No pasa nada. Llévatelas al monte y las cubres tú mismo.
Si al día siguiente se ponen al sol es que están preñadas y si se ponen a la
sombra vuelves a intentarlo.
El pastor sube a las ovejas a la furgonetilla, se las lleva al monte y… ¡¡¡ale!!!
A la mañana siguiente se despierta y pregunta a su mujer:
– Maríaaa, ¿las ovejas están al sol o a la sombra?
– Están a la sombra – contesta la mujer.
El pastor vuelve a subir a las ovejas a la furgoneta y repite la operación.
A la mañana siguiente:
– Maríaaa, ¿las ovejas están al sol o a la sombra?
– Están a la sombra – contesta la mujer.
El pastor vuelve a cargar sus ovejas en la furgoneta, y así sucesivamente durante varios días, hasta que una mañana:
– Maríaaa, ¿las ovejas están al sol o a la sombra?
– Ni al sol ni a la sombra, desde las 6 de la mañana están todas subidas en la furgoneta tocando el claxon…

viernes, 19 de agosto de 2016

La tercera muerte de Lorca - David Torres

La tercera muerte de Lorca - David Torres

Ochenta años después de su asesinato, el fantasma de García Lorca aún fatiga la sierra de Granada con su jaca y con su alforja. Más allá del común tránsito de un difunto, lo que define a un fantasma es una deuda, un desasosiego, un dolor sin reposo, la ausencia de una lápida. En España hay miles de esqueletos huérfanos, docenas de miles de osamentas abandonadas en las cunetas que reclaman no ya justicia sino un lugar y un nombre, un recuerdo, una cruz, una equis en el mapa. Lorca los resume a todos.
Cuando H. G. Wells preguntó por el paradero del poeta, el gobierno civil respondió con un escueto telegrama que podía servir para cualquiera de entre la multitud de muertos del franquismo: “Ignoro lugar hállase Federico García Lorca”. Al poco, Miguel Hernández, Neruda, Prados, Alberti, Cernuda, entre otros muchos poetas, pusieron en verso el homicidio. Machado le dedicó una elegía conmovedora imitando la música del Romancero gitano en la que pedía que levantaran un túmulo al poeta en Granada
sobre una fuente donde llore el agua
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!
El túmulo y la fuente todavía están esperando. Pedro Salinas escribió: “Mataron a un ruiseñor / sólo porque cantaba”. Pero no era verdad. A los asesinos, a esa piara de bestias con fusiles, tricornios y sotanas que arrasó España durante tres años y la encadenó luego al terror y la obediencia ciega, no sólo les molestaba el canto. Les molestaba la poesía, la belleza, la cultura, la inteligencia, como resumió con descarada contundencia el legionario Millán Astray: “Abajo la inteligencia, viva la muerte”. En unas declaraciones a un periódico mexicano que reprodujo el ABC de Sevilla en enero de 1938, el general Franco sentenció con su pachorra criminal: “Ese escritor murió mezclado con los revoltosos. Son los accidentes naturales de la guerra”.
Diversos estudiosos, casi todos extranjeros, han intentado resolver el misterio con mayor o menor éxito. Ian Gibson le ha consagrado más de media vida. Entre las miles y miles de páginas que le dedicaron, entre los cientos de testimonios recogidos, sobresale el exabrupto de uno de sus verdugos, Juan Luis Trescastro: “Le metí dos tiros en el culo por maricón”. El franquismo quintaesenciado en nueve palabras.
Lorca sufrió un amago de resurrección en plena Transición, cuando su poesía fue enarbolada como bandera para diversas causas mientras sus huesos seguían clamando bajo tierra. Recuerdo el día en que Marita, mi profesora de literatura en el Instituto, llegó emocionada porque habían salido a la luz en la prensa los Sonetos del amor oscuro, un breve y emotivo sonetario que permaneció oculto durante la dictadura por su marcada condición homosexual. Bastaba leerlos para comprender el giro copernicano que estaba dando la lírica de Lorca y que ya se anunciaba en sus obras maestras, Poeta en Nueva York y La casa de Bernarda Alba: el bardo inmenso, el dramaturgo magistral que habíamos perdido en una encrucijada de la guerra civil. Lo habían matado por segunda vez al negarse a desenterrar su cadáver, al limitarlo al ámbito del folklore andaluz y a las letras de flamenco.

Hace cuatro años, cuando llegué al barranco donde una piedra recuerda su asesinato, pregunté a los lugareños si sabían con certeza si aquel era el lugar donde mataron a Lorca. Me respondieron con indiferencia y silencio, un rebrote de aquel miedo ciego y sordomudo que dominó España durante décadas. Ahí, en los rumores malhumorados, en las miradas huidizas y en el eso dicen, late la inequívoca señal de la tercera muerte de Lorca.

lunes, 15 de agosto de 2016

Otegi, ¿quién te crees que eres? - Teresa Jiménez Becerril

Otegi, ¿quién te crees que eres? - Teresa Jiménez Becerril

Pero vamos a ver. Si Otegi está inhabilitado para cargo público, por sentencia firme, hasta el 2021, ¿cómo puede ser candidato a las próximas elecciones en el País Vasco? ¿Qué broma es ésta? Esto es una afrenta no sólo a las víctimas de ETA, sino a todos los españoles que creemos en la justicia. Esa justicia que definía Aristóteles como 'dar a cada uno lo que le corresponde'. Y, evidentemente, a un terrorista como Otegi, en un país con memoria, sólo le correspondería ser candidato a la vergüenza y al olvido; pero en una parte de esta tierra nuestra, que no anda sobrada de dignidad, secuestrar, torturar, participar en atentados y reconstruir una organización terrorista es un buen currículum para poder ser elegido lehendakari.
Pero quienes no hemos perdido la memoria ni la dignidad no podemos permanecer indiferentes ante la ofensa de ver el nombre de un terrorista en las papeletas electorales, ya sea del País Vasco o de cualquier otra región de España, no sólo porque es indigno e inmoral, sino porque en el caso de Otegi es ilegal, ya que existe una sentencia que lo inhabilita especialmente para el derecho de sufragio pasivo, por lo que debe ser excluido de cualquier candidatura.
Quizá en estos cinco años de inhabilitación para empleo y cargo público tenga tiempo para reflexionar sobre el dolor causado durante esos muchos años en los que su trabajo consistía en dar apoyo a una organización terrorista que se entretenía en matar a inocentes, niños incluidos, con ese macabro plan, llamado, 'socialización del sufrimiento'. En vez de envalentonarse ahora diciendo que no va a haber 'ni Estado, ni tribunal, ni Guardia Civil , ni Ejército' que vaya a impedir que él se presente, sería mejor que acepte que en España nadie esta por encima de la ley, y menos un terrorista cobarde que sólo se crece entre los que son de su calaña y que no aguantaría mas de dos segundos la mirada limpia de una víctima de ETA. En vez de tanto lloriquear pidiendo un amparo que no merece, váyase al rincón de pensar, unos cuantos añitos; quizá logre hasta arrepentirse, cosa de la que aún no ha sido capaz de hacer y seguramente nunca lo sea, ya que tanto él como la mayoría sus compañeros saben que son esas hazañas terroristas las que le han aupado en su eterna campaña política, donde Otegi ha jugado con las dos barajas, dentro y fuera del terrorismo, según le convenía. Y le ha ido relativamente bien.
¡Fíjense, hasta se pasea por el Parlamento Europeo dando lecciones de paz! ! El mundo al revés. O mejor dicho, la corrección política llevada al más humillante de sus extremos. Y ahora, después de blanquearse por moquetas internacionales, le toca hacerlo en suelo patrio con la bendición de ese engendro etarra, llamado Bildu, que lógicamente le idolatra, por ser eso, uno de los suyos, y saltándose la legalidad le presenta como candidato a las elecciones vascas del 25 de septiembre.
No tenemos mucho tiempo de reacción. Por fortuna, y respondiendo a la petición de las víctimas, el PP, Ciudadanos y UPyD van a impugnar la candidatura de Otegi, por ser una vejación a las víctimas y a todos los españoles que han sufrido con ellas. Y, además, por ser la suya una candidatura ilegal. Inexplicablemente, no se han sumado todos los partidos a esa impugnación que cuantos más apoyos tenga mas fuerte será. Era de esperar que algunos como Podemos no lo hicieran, porque en algunos casos son el mismo perro con distinto collar que quienes llevan a Otegi en su lista. Pero que el PSOE no se haya unido a ese clamor popular que se rebela ante la injusticia de que un terrorista se chulee de nuestros tribunales y diga que el va a ser candidato por voluntad popular, es algo inexplicable. No sé qué les pasa a los socialistas que van siempre un pasito atrás, cuando deberían ser los primeros, junto al PP y demás partidos constitucionalistas, a la hora de poner en su sitio a tipos como este Otegi. Y ahora, a escuchar las excusas de siempre; que el País Vasco es diferente, que hay que evitar el victimismo de la izquierda abertzale, que si son los jueces y no los políticos los que tienen que hablar... ¡Venga ya! Aquí estamos hablando de dignidad, de justicia, de moral, de valores... Aquí estamos hablando de España y de un pasado que no se puede olvidar, y del que Otegi forma parte junto a los que sembraron el terror. Y, por ello, no puede ser hoy por hoy, la solución.
Este héroe de pacotilla necesita bajarse de esa gloria que no merece. Debe pedir perdón por sus crímenes, cumplir su pena de inhabilitación, colaborar con la Justicia de verdad y parar de venderse como aquel que nos traerá la paz. Primero, porque en España no ha habido guerra; y, segundo, porque él no era ningún soldado, sino un terrorista que nunca se enfrentó a ejército alguno ni a nadie que pudiera defenderse. Así que véndale a los mediadores internacionales que andan cortos de legitimidad y a sus aliados políticos que siguen defendiendo a Maduro, mientras Venezuela se desintegra por los cuatro costados, sus dotes de pacificador, pero no menosprecie la inteligencia de los españoles que aún sabemos distinguir que alguien capaz de privar de libertad a un ser humano y de apoyar a asesinos no puede ser jamás un hombre de paz.
No sé si reír o llorar cuando leo lo que ha escrito Otegi para responder a quienes le recuerdan que no puede ser elegido parafraseando a Neruda -'cortarán todas las flores pero no detendrán la primavera'-. De momento, no creo que el poeta chileno escribiera sus versos pensando en un tipo con tan bajos ideales como éste, porque si alguien segaba no flores sino vidas eran los terroristas de la organización a la que él pertenecía. Así que, de aquí a las elecciones vascas, veremos un escenario de confusión, donde las víctimas serán los de Sortu, Bildu y todo el universo que empatiza con ETA, mientras que quienes nos oponemos a la candidatura de Otegi seremos los que ponemos palos a los nuevos tiempos de paz y libertad (léase paz y libertad para ellos, es decir, para los que quieren reescribir la historia de ETA con un reparto de culpas).
Vamos a ver, lo voy a decir alto y claro. La candidatura de Otegi no es sólo cosa del País Vasco, es algo de toda España porque la banda terrorista de la que él fue miembro asesinó, secuestró e hirió a muchísimos españoles de todos los rincones del país, de todos los colores políticos y de todas las clases sociales. Por ello somos muchísimos los que tenemos la obligación de apoyar a nuestros máximos tribunales y a nuestros representantes políticos cuando exigen que se cumpla la ley y que Otegi no aparezca en ninguna lista, ni en el País Vasco ni en ningún lugar de España. Y pido a quienes tienen la facultad de hacerlo que no den alas a quienes quieren saltarse la ley diciendo que 'en Derecho nada es blanco, ni negro'. Yo espero que esa ambigüedad a la que se refiere el fiscal Calparsoro no beneficie a Otegi, porque ello sería una nueva humillación a las víctimas de ETA, que son quienes realmente merecen el apoyo y la defensa del Estado, ya que ellas siempre confiaron en él, dando un ejemplo de coraje cívico.
No necesitamos en estos momentos dar argumentos a Otegi y a su gente, ni a los partidos políticos que se ponen de perfil en el País Vasco, pero ello no significa que la opinión pública española tenga que callar ante quienes vociferan en la calle que será candidato, se pongan como se pongan. Ni ante un terrorista que, en vez de agachar la cabeza y asumir su inhabilitación mil veces merecida, dice que ni la Guardia Civil, ni el Ejército, ni el Gobierno le van a parar. Ya sé que ellos lo que quieren es provocarnos, pero yo al menos no les voy a regalar mi silencio. Porque la voz de sus víctimas es la mejor arma contra el terrorismo. Y agradezco y agradeceré a todos los españoles, vengan de donde vengan, que sumen sus voces a la mía para impedir que él, un terrorista condenado e inhabilitado, pueda burlarse de la mayoría de los españoles presentándose como candidato de un partido que tiene poco de lo que enorgullecerse. Triste día el que fue legalizado, como triste sería que pudiera presentar a Otegi de candidato. Son siempre victorias de ETA y derrotas de sus víctimas.

Teresa Jiménez-Becerriles eurodiputada por el PP y presidenta de la Fundación Jiménez-Becerril