domingo, 18 de agosto de 2013

Dos baladas - José Luis Alvite

Dos baladas - José Luis Alvite

Sé que no voy sobrado de tiempo, y que si quiero dejar algo para la posteridad, habré de renunciar a escribir mis obras completas con una máquina de coser. En el 'Savoy', muchas madrugadas soñé ganar el 'Planeta' si el 'Planeta' fuese tóxico y si los otros aspirantes escribiesen con un tiro en la sien. ¡A la mierda la gloria! A estas alturas de la vida, uno ya sólo hace planes para el pasado. Aguanto madrugadas enteras sin ir a la cama, y en el mórbido éxtasis del agotamiento juraría que incluso veo doble la oscuridad. ¿Y qué importa? A fin de cuentas, uno empieza a convencerse de que lo mejor que puede hacer en la vida es comprarse unas gafas de cerca con las que buscar las gafas de lejos y mirar al otro lado del río el miriñaque de los rascacielos en la varicela de la noche encendida. La vida sólo puede ir a peor, y así las cosas, muchacho, es un consuelo recordar que la cumbre de tu fotogenia la alcanzaste a los doce años y que aquella luz en tu rostro no era el talento, la premonición o la santidad, sino una mata de lombrices. ¡Qué cosas tiene la luminotecnia del ser humano! Aquella luz de los doce años sólo la vas a encontrar otra vez en tu faz cuando descubras que ha empezado a tirar en tus ojos la tiza de la muerte, y que en tu rostro lo único que grama no es la señorial elegancia de la madurez, sino el demacrado crustáceo de la quimioterapia, el hule con el que llega calladito el viático. Y entonces recordarás lo idiota que fuiste diciéndole a una mujer las frases que habías pensado para otra. Así son las cosas, amigo: le hiciste al oído cuatro párrafos a la única mujer del mundo que lo único que esperaba de ti era una pulsera y un 'martini' haciendo tiempo en Tiffany's.
Una noche te sacará la lluvia en una curva. Y con un poco de suerte, muchacho, el macramé del frenazo dejará sin firma en el asfalto la letra de dos baladas.