domingo, 31 de diciembre de 2017

No te deseo...

No te deseo...

No te deseo un año maravilloso donde todo sea bueno. Ése es un pensamiento mágico, infantil, utópico. 
Te deseo que te animes a mirarte, y que te ames como eres. 
Que tengas el suficiente amor propio para pelear muchas batallas, y la humildad para saber que hay batallas imposibles de ganar por las que no vale la pena luchar. 
Te deseo que puedas aceptar que hay realidades que son inmodificables, y que hay otras, que si corres del lugar de la queja, podrás cambiar. 
Que no te permitas los "no puedo" y que reconozcas los "no quiero". 
Te deseo que escuches tu verdad, y que la digas, con plena conciencia de que es solo tu verdad, no la del otro. 
Que te expongas a lo que temes, porque es la única manera de vencer el miedo. 
Que aprendas a tolerar las "manchas negras" del otro, porque también tienes las tuyas, y eso anula la posibilidad de reclamo. 
Que no te condenes por equivocarte; no eres todopoderoso. 
Que crezcas, hasta donde y cuando quieras. 

No te deseo que el 2018 te traiga felicidad. Te deseo que logres ser feliz, sea cual sea la realidad que te toque vivir"

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Croquetas comparadas - David Torres

Croquetas comparadas - David Torres

La policía está investigando el menú navideño que padecieron los policías desplazados a Barcelona y la hostia que le propinó un policía a una señora en una calle de Valencia. Cuando la policía se pone a investigar a la policía se denomina asuntos internos, excepto en Barcelona, donde podrían ser externos, y en Valencia, donde suelen ser esotéricos. No debe asustarnos la casualidad de que ambas investigaciones se estén produciendo al mismo tiempo, ya que la policía tiene recursos, personal y experiencia suficiente para diferenciar ambos asuntos sin que uno influya en el otro. Tienen un departamento especializado en raperos, otro en titiriteros, otro en catalanes que van a votar y otro en políticos catalanes que se saltan la ley, con lo que queda cubierto un amplio espectro de delincuentes. Es verdad que todavía andan un poco flojos en cuanto a empresarios mangantes, políticos españoles corruptos, cuñados del rey y Rodrigo Rato, pero eso tampoco es cosa suya sino de la justicia, que es para echarle de comer aparte.
La gastronomía comparada es el nuevo descubrimiento del periodismo patrio que, en estas horas bajas de Venezuela y Echenique, ha tenido que echar mano de Masterchef para aspirar a un Pulitzer. Gracias a esta labor reporteril hemos sabido que en Nochebuena la Manada disfrutó de espárragos, langostinos y pollo picantón; Igor el Ruso de sopa marinera y carrillera al horno; y Junqueras de consomé, entrecot y profitelores. Mientras tanto, los agentes alojados en el buque Rhapsody tenían que conformarse con un triste plato de espagheti aliñado con un mejillón viudo, cuatro croquetas y un trozo de bacalao en libertad condicional. Aparte de las fotos, que daban grima, estuvieron a punto de hacer un homenaje a Chiquito de la Calzada en aquel chiste en que unos niños se quejaban a su padre: “Papar, papar, tenemos hambre, dános algo de comer, tenemos la dentadura perfecta, no pasa nada por aquí”.
No puede decir lo mismo la señora que sufrió una agresión bestial de un policía en una calle de Valencia por atreverse a levantar la voz y el vocabulario. El bofetón no sólo la tiró al suelo sino que estuvo más o menos sincronizado con ese fragmento del discurso del rey Felipe VI en donde intentaba concienciar sobre la violencia de género. Dicho y hecho. La hostia vino certificada, envuelta en la bandera de España, más que nada para darle carácter oficial, como todos y cada uno de los porrazos que se llevaron los catalanes por ir a votar cuando no toca y los madrileños por ir a protestar frente al Congreso. Pero la policía -ya lo advertimos- ha puesto en marcha una investigación para que este delito no quede impune y en breve conoceremos al autor del video que se atrevió a grabar a un agente del orden poniendo orden a mano alzada.

Así mismo, esperamos con no poca expectación los reportajes sobre la cena de Nochevieja en los principales centros neurálgicos del país. Por eso mismo, en tan señaladas fechas yo suelo exiliarme al extranjero; el año pasado me pilló en Roma, en una trattoria al estilo Fellini donde me sorprendieron a traición con una bestialidad local llamada “il cenone“. El local estaba atiborrado de gente hasta tal punto que parecía que la comida flotaba. Creíamos que eran tres platos a elegir pero qué va, eran doce o catorce, y cuando quisimos dimitir el camarero se puso serio y nos dijo que había que comérselo todo. Empezamos a las diez de la noche y al tocar las campanadas no nos quedó más remedio que regar las uvas con salsa de tomate. Salimos de allí antes de que el cochinillo nos rematara, porque de otra manera hubiéramos brindado por el Año Nuevo en febrero. Del menú navideño de la Casa Real, de momento, no se ha publicado nada, aunque en los presupuestos generales del Estado hay apartados 760.000 euros para que a esa familia no les falte de nada. No sé yo si les va a llegar para “il cenone“.

jueves, 14 de diciembre de 2017

Humos de Viagra en Irlanda - Ánxel Vence

Humos de Viagra en Irlanda - Ánxel Vence

Una feliz variante de contaminación afecta a Ringaskiddy, pueblo de Irlanda elegido por los fabricantes de Viagra para levantarHumos de Viagra en Irlanda

 allí una de sus factorías. Sostienen los vecinos que el humo expulsado por las chimeneas de la fábrica los pone palotes, detalle que confirma -como suele suceder en estos casos- la camarera de un bar del pueblo. Por su experiencia, basta "un soplo de aire" para que los parroquianos se le pongan "tiesos".
Especulan algunos de los afectados con la posibilidad de que la Viagra se colase también en el suministro de agua al pueblo, aunque esa fuga se habría corregido ya. Los fabricantes del producto niegan tales emanaciones y filtraciones, como es lógico. Consideran, con humor, que la imaginación popular no ha hecho otra cosa que construir un "mito divertido" sobre este asunto.
Aun así, se han tomado el asunto en serio hasta el punto de acudir al venerable "The Times" para aclarar que sus procesos de fabricación, fuertemente regulados y sofisticados, excluyen cualquier accidente -llamémosle así- como el que tanta expectación y otras cosas ha levantado en Ringaskiddy.
Los irlandeses, patria multitudinaria de escritores, tienen una gran facilidad para la fábula que sus detractores atribuyen a su querencia algo exagerada por la cerveza. De ahí a considerar que los estimulantes humos de la farmacéutica les están levantando la moral no hay más que un paso.
Se trata de una situación ciertamente incómoda, por más que se preste a las bromas habituales en estos casos. No ha de ser agradable que a uno se le insubordine el aparato genital cuando va tranquilamente por la calle. Y menos aún si el efecto de los humos se prolonga durante horas, con los indeseados efectos clínicos que eso tendría para las víctimas de ese priapismo inducido. Estaríamos, si tal fuera el caso, ante una enfermedad que produce intenso dolor en salva sea la parte cuando una erección se mantiene durante más tiempo del que el buen orden de la naturaleza humana aconseja.
Hay bastante casuística al respecto, y no solo en Irlanda. De un conocido hombre público español al que caracterizaban una baja estatura y un desaforado apetito sexual decían sus críticos que medía más tumbado y boca arriba que cuando estaba de pie. Exageraciones, sin duda.
Todo esto coincide, de manera quizá no casual, con una benéfica resolución del Gobierno de Su Graciosa Majestad Isabel II, que a partir de comienzos del próximo año permitirá la venta de Viagra sin receta en todas las farmacias del Reino Unido. La noticia, que acaso provoque excursiones de turismo farmacéutico desde otros países de Europa, podría haberles servido a los vecinos de Ringaskiddy para sacar pecho y poner en circulación el bulo del que tanto se habla estos días.
Hay quien atrae turistas mediante el reclamo de las playas soleadas, el de las centollas o el de los monumentos. Quizá los astutos residentes de ese pueblo irlandés hayan encontrado en el mito del humo y las erecciones una ventana de oportunidad para que el pueblo se les llene de visitantes decididos a olisquear los vapores de su fábrica.

"Love is in the air", decía el título de una famosa canción popularizada hace cuarenta años por el escocés John Paul Young. "La Viagra está en el aire", replican cuatro décadas después los vecinos de Ringaskiddy. Igual se les han subido los humos.