viernes, 24 de junio de 2016

Quite esas fotos - Antonio Burgos

Quite esas fotos - Antonio Burgos

Las fotos escandalosas del "Orgullo" en plena Avenida
Era un liberal. Fue el primer director que tuve en esta Casa, donde entré como alumno en prácticas de la Escuela Oficial de Periodismo (becario, se diría ahora), por recomendación de don José Acedo Castilla, presidente del muy monárquico Círculo Balmes. Aquel mi primer director de ABC se llamaba don Joaquín Carlos López Lozano. Como mi recomendante, era académico de Buenas Letras. Y era o había sido muchas cosas más, aparte de director de ABC: presidente de la Diputación, del Ateneo y de la Junta del Puerto. Fue muy influyente en Sevilla. Pero, sobre todo, un liberal. Fue quien me mandó a hacerle una entrevista en el Alfonso XIII a don José Yanguas Messía, último ministro vivo del Rey que daba nombre al hotel. Y un 1º de Mayo (entonces disfrazado como Fiesta de San José Obrero) me mandó al Cine Emperador, a hacer la información de un acto de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica), encargándome de que destacara el discurso de un muchacho de la Hispano Aviación que ya apuntaba maneras en el sindicalismo y que se llamaba Eduardo Saborido.
Y este gran liberal, al que durante la II Guerra Mundial le había leído media Sevilla en "El Correo" sus comentarios aliadófilos sobre el curso del conflicto, firmados como "Roberto de Arenzaga", cuando en la Redacción hacía el gran José Antonio Blázquez alguna broma sobre asuntos de la Piompa, cortaba las risas de todos muy solemnemente, proclamando:
-- Señores, cada cual es empresario de su culo y puede organizar en él los espectáculos que tenga por conveniente.
Me he acordado de López Lozano cuando he visto en la Avenida a los padres con niños, escandalizados porque, ante las fotos de los paneles colocados por el Ayuntamiento del aparentemente moderado Juan Espadas, las criaturas les preguntan:
-- Papá, ¿por qué están besándose en la boca esos dos marineros?
Sé lo que les pide el cuerpo a muchos padres. Decirles a los niños:
-- Por eso mismo, hijo, porque son unos pedazos de mari...neros.
Pero no lo dice nadie, porque entonces lo denuncian como si fuera Cañizares. Hay un "cordón sanitario" contra la moral, las buenas costumbres, la ética, la familia tradicional y la Iglesia, donde toda provocación tiene su asiento : Si te opones, ya se sabe: eres un facha. Aquí lo progresista es poner en plena Avenida la repugnante foto de un señor enseñando literalmente el culo y dando el espectáculo. En lo que vuelvo a López Lozano. Ante el escándalo de esas fotos cochinas de la Avenida, seguramente Lozano diría:
-- Cada cual es empresario de su culo y puede organizar en él los espectáculos que tenga por conveniente. Ojo, señores, "en él", pero no "con él" y en plena Avenida, ante tanta gente, que puede pensar de otra forma acerca de los aprovechamientos y usos de la retambufa que tiene una minoría. Eso choca y rechina a una mayoría que merece, cuanto menos, tanto respeto como ellos.

¡Y menos mal que ya fue el Corpus! ¿Se imaginan la Custodia pasando por la Avenida entre esas fotos del llamado Orgullo? Espero que este alcalde que pasa por moderado, aunque puesto en el sillón por los radicales del Pacto de Perdedores, quite cuanto antes esas fotos. No por homofobia, líbrenos Dios, sino por un elemental buen gusto. ¿No exigen ellos respeto para sus modos de entender el amor? Con estas líneas se lo concedo y rubrico a estos señores, que están en su derecho de actuar en privado como les salga del alma. Pero su libertad debe acaba donde empieza la de los demás: en la Avenida. Justo en la difícil frontera de la decencia y del buen gusto. Dos razones de peso por las que espero que el alcalde Espadas mande retirar imediatamente de la Avenida esas escandalosas fotos cochinas. No que las queme, no. Que se las lleven a la Alameda, que allí estarán en todo lo suyo.

Quite esas fotos - Antonio Burgos


Quite esas fotos - Antonio Burgos


Quite esas fotos - Antonio Burgos

Quite esas fotos - Antonio Burgos

Las fotos escandalosas del "Orgullo" en plena Avenida
Era un liberal. Fue el primer director que tuve en esta Casa, donde entré como alumno en prácticas de la Escuela Oficial de Periodismo (becario, se diría ahora), por recomendación de don José Acedo Castilla, presidente del muy monárquico Círculo Balmes. Aquel mi primer director de ABC se llamaba don Joaquín Carlos López Lozano. Como mi recomendante, era académico de Buenas Letras. Y era o había sido muchas cosas más, aparte de director de ABC: presidente de la Diputación, del Ateneo y de la Junta del Puerto. Fue muy influyente en Sevilla. Pero, sobre todo, un liberal. Fue quien me mandó a hacerle una entrevista en el Alfonso XIII a don José Yanguas Messía, último ministro vivo del Rey que daba nombre al hotel. Y un 1º de Mayo (entonces disfrazado como Fiesta de San José Obrero) me mandó al Cine Emperador, a hacer la información de un acto de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica), encargándome de que destacara el discurso de un muchacho de la Hispano Aviación que ya apuntaba maneras en el sindicalismo y que se llamaba Eduardo Saborido.
Y este gran liberal, al que durante la II Guerra Mundial le había leído media Sevilla en "El Correo" sus comentarios aliadófilos sobre el curso del conflicto, firmados como "Roberto de Arenzaga", cuando en la Redacción hacía el gran José Antonio Blázquez alguna broma sobre asuntos de la Piompa, cortaba las risas de todos muy solemnemente, proclamando:
-- Señores, cada cual es empresario de su culo y puede organizar en él los espectáculos que tenga por conveniente.
Me he acordado de López Lozano cuando he visto en la Avenida a los padres con niños, escandalizados porque, ante las fotos de los paneles colocados por el Ayuntamiento del aparentemente moderado Juan Espadas, las criaturas les preguntan:
-- Papá, ¿por qué están besándose en la boca esos dos marineros?
Sé lo que les pide el cuerpo a muchos padres. Decirles a los niños:
-- Por eso mismo, hijo, porque son unos pedazos de mari...neros.
Pero no lo dice nadie, porque entonces lo denuncian como si fuera Cañizares. Hay un "cordón sanitario" contra la moral, las buenas costumbres, la ética, la familia tradicional y la Iglesia, donde toda provocación tiene su asiento : Si te opones, ya se sabe: eres un facha. Aquí lo progresista es poner en plena Avenida la repugnante foto de un señor enseñando literalmente el culo y dando el espectáculo. En lo que vuelvo a López Lozano. Ante el escándalo de esas fotos cochinas de la Avenida, seguramente Lozano diría:
-- Cada cual es empresario de su culo y puede organizar en él los espectáculos que tenga por conveniente. Ojo, señores, "en él", pero no "con él" y en plena Avenida, ante tanta gente, que puede pensar de otra forma acerca de los aprovechamientos y usos de la retambufa que tiene una minoría. Eso choca y rechina a una mayoría que merece, cuanto menos, tanto respeto como ellos.

¡Y menos mal que ya fue el Corpus! ¿Se imaginan la Custodia pasando por la Avenida entre esas fotos del llamado Orgullo? Espero que este alcalde que pasa por moderado, aunque puesto en el sillón por los radicales del Pacto de Perdedores, quite cuanto antes esas fotos. No por homofobia, líbrenos Dios, sino por un elemental buen gusto. ¿No exigen ellos respeto para sus modos de entender el amor? Con estas líneas se lo concedo y rubrico a estos señores, que están en su derecho de actuar en privado como les salga del alma. Pero su libertad debe acaba donde empieza la de los demás: en la Avenida. Justo en la difícil frontera de la decencia y del buen gusto. Dos razones de peso por las que espero que el alcalde Espadas mande retirar imediatamente de la Avenida esas escandalosas fotos cochinas. No que las queme, no. Que se las lleven a la Alameda, que allí estarán en todo lo suyo.

Quite esas fotos - Antonio Burgos

Quite esas fotos - Antonio Burgos

Las fotos escandalosas del "Orgullo" en plena Avenida
Era un liberal. Fue el primer director que tuve en esta Casa, donde entré como alumno en prácticas de la Escuela Oficial de Periodismo (becario, se diría ahora), por recomendación de don José Acedo Castilla, presidente del muy monárquico Círculo Balmes. Aquel mi primer director de ABC se llamaba don Joaquín Carlos López Lozano. Como mi recomendante, era académico de Buenas Letras. Y era o había sido muchas cosas más, aparte de director de ABC: presidente de la Diputación, del Ateneo y de la Junta del Puerto. Fue muy influyente en Sevilla. Pero, sobre todo, un liberal. Fue quien me mandó a hacerle una entrevista en el Alfonso XIII a don José Yanguas Messía, último ministro vivo del Rey que daba nombre al hotel. Y un 1º de Mayo (entonces disfrazado como Fiesta de San José Obrero) me mandó al Cine Emperador, a hacer la información de un acto de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica), encargándome de que destacara el discurso de un muchacho de la Hispano Aviación que ya apuntaba maneras en el sindicalismo y que se llamaba Eduardo Saborido.
Y este gran liberal, al que durante la II Guerra Mundial le había leído media Sevilla en "El Correo" sus comentarios aliadófilos sobre el curso del conflicto, firmados como "Roberto de Arenzaga", cuando en la Redacción hacía el gran José Antonio Blázquez alguna broma sobre asuntos de la Piompa, cortaba las risas de todos muy solemnemente, proclamando:
-- Señores, cada cual es empresario de su culo y puede organizar en él los espectáculos que tenga por conveniente.
Me he acordado de López Lozano cuando he visto en la Avenida a los padres con niños, escandalizados porque, ante las fotos de los paneles colocados por el Ayuntamiento del aparentemente moderado Juan Espadas, las criaturas les preguntan:
-- Papá, ¿por qué están besándose en la boca esos dos marineros?
Sé lo que les pide el cuerpo a muchos padres. Decirles a los niños:
-- Por eso mismo, hijo, porque son unos pedazos de mari...neros.
Pero no lo dice nadie, porque entonces lo denuncian como si fuera Cañizares. Hay un "cordón sanitario" contra la moral, las buenas costumbres, la ética, la familia tradicional y la Iglesia, donde toda provocación tiene su asiento : Si te opones, ya se sabe: eres un facha. Aquí lo progresista es poner en plena Avenida la repugnante foto de un señor enseñando literalmente el culo y dando el espectáculo. En lo que vuelvo a López Lozano. Ante el escándalo de esas fotos cochinas de la Avenida, seguramente Lozano diría:
-- Cada cual es empresario de su culo y puede organizar en él los espectáculos que tenga por conveniente. Ojo, señores, "en él", pero no "con él" y en plena Avenida, ante tanta gente, que puede pensar de otra forma acerca de los aprovechamientos y usos de la retambufa que tiene una minoría. Eso choca y rechina a una mayoría que merece, cuanto menos, tanto respeto como ellos.

¡Y menos mal que ya fue el Corpus! ¿Se imaginan la Custodia pasando por la Avenida entre esas fotos del llamado Orgullo? Espero que este alcalde que pasa por moderado, aunque puesto en el sillón por los radicales del Pacto de Perdedores, quite cuanto antes esas fotos. No por homofobia, líbrenos Dios, sino por un elemental buen gusto. ¿No exigen ellos respeto para sus modos de entender el amor? Con estas líneas se lo concedo y rubrico a estos señores, que están en su derecho de actuar en privado como les salga del alma. Pero su libertad debe acaba donde empieza la de los demás: en la Avenida. Justo en la difícil frontera de la decencia y del buen gusto. Dos razones de peso por las que espero que el alcalde Espadas mande retirar imediatamente de la Avenida esas escandalosas fotos cochinas. No que las queme, no. Que se las lleven a la Alameda, que allí estarán en todo lo suyo.

miércoles, 22 de junio de 2016

Por qué creo que este domingo va a ganar Unidos Podemos - Federico Quevedo

Por qué creo que este domingo va a ganar Unidos Podemos - Federico Quevedo

Hoy, a días, casi horas, de acudir a las urnas, tengo la certera impresión de que en el país de los ciegos el tuerto se lleva el premio. Y el tuerto es Podemos, y los ciegos todos los demás
Sé que compito con todas las encuestas, con la opinión de la mayoría de los expertos, con la certeza argumental de esos compañeros míos que van a las tertulias a defender los sacrosantos principios de Génova o de Ferraz –yo no lo hago, y así me va, a mucha honra-. Lo sé, y si al final me equivoco no pediré disculpas sencillamente porque me alegraré de haberme equivocado. Pero hoy, a días, casi horas, de acudir a las urnas, tengo la certera impresión de que en el país de los ciegos el tuerto se lleva el premio. Y el tuerto es Podemos, y los ciegos todos los demás.
Los últimos sondeos, esos que no se pueden publicar porque nuestra absurda y casposa ley electoral lo prohíbe, dicen que la coalición de Iglesias y Garzón está ya a tres puntos del PP, es decir, dentro del margen de error de todas las encuestas. Y la victoria o la no victoria se juega por muy pocos votos en un puñado de provincias. Pero, más allá de las encuestas, tengo la sensación de que este país, que el pasado 20 de diciembre ya dio un aviso a su clase política, en vista de que ésta hizo bastante poco caso, ahora tiene intención de castigarla severamente. Lo percibo. Lo presiento. Y ellos también lo perciben y lo presienten, y no hay nada que influya más en una victoria que las ganas de obtenerla, y debo decir que son los que transmiten con una mayor claridad y rotundidad ese deseo de ganar.
Los demás parecen haber llegado a esta campaña arrastrados por las circunstancias, sin ideas, sin proyectos, con líderes obsoletos y desgastados. Sólo Ciudadanos se salva de esa quema, y si Albert Rivera consigue transmitir esa misma ilusión en los días que restan de campaña, a lo mejor se puede evitar que el populismo dé el 'sorpasso', no ya al PSOE, sino a la política en general. Unidos Podemos ha conseguido focalizar toda la campaña. Su estrategia ha sido un éxito. Sus mensajes han calado. Su forma de comunicar es casi perfecta… Y ha habido pocas capas sociales a las que no hayan llegado con sus propuestas.
¿Por qué van a ganar? Porque les vota gente como usted y como yo. Gente muy normal. Nada de perroflautas, okupas y antisistema
De hecho, tan solo en la franja de edad más avanzada no son primera fuerza en la preferencia de los votantes. ¿Por qué van a ganar? Porque les vota gente como usted y como yo. Gente normal, muy normal. Nada de perroflautas, okupas y antisistema… Esos, probablemente, el domingo estén durmiendo la mona hasta la noche y no voten ni a su madre. No, ellos han conseguido que les vote la gente. Gente que, como usted y como yo, se las ha visto putas con la crisis y está hasta las narices de ver cómo los grandes partidos se han dedicado todo este tiempo a gobernar sin tener en cuenta a las personas.
El PP de Rajoy ha dejado de ser ese gran partido transversal capaz de llamar al voto desde el centro izquierda hasta la derecha, ese partido que refundó José María Aznar, y se ha convertido ni siquiera en la conservadora AP de Fraga, sino en una especie de gestoría de intereses. Y el PSOE ha dejado en la cuneta de su propio conflicto existencial todas sus siglas a partir de la P, permitiendo a Unidos Podemos ocupar un espacio que igual va desde el socialismo más auténtico hasta el liberalismo.
Habrá cientos de miles de personas que les voten sabiendo que no son lo mejor para este país. Pero quieren darles una patada en el culo a los demás
Lo que va a castigar el elector el domingo es la soberbia, el envanecimiento con el que los grandes partidos han demostrado desprecio hacia las personas, y por más que en la campaña electoral se vanaglorien de lo contrario y estrechen la mano de todo el que pasa por la calle, la realidad es que eso ya no engaña a nadie. La realidad es otra bien distinta, la realidad es que desde el mismo momento en el que los grandes partidos han abandonado la lucha de las ideas, de los contenidos, de los principios, y se han abocado al 'marketing' de lo simple, de lo banal, han perdido la batalla contra un partido que ha sabido manejarse en ese terreno con una maestría formidable.

¿Ganará Unidos Podemos el domingo? No lo sé, ojalá me equivoque, porque no creo que sea lo mejor para este país, pero les digo una cosa: habrá cientos de miles de personas que les voten sabiendo eso, que no son lo mejor para este país. Pero por encima de esa premisa, lo que quieren es darles una patada en el culo a (casi) todos los demás.

La España del 27-J - Carmelo Jordá

La España del 27-J - Carmelo Jordá

Como a cualquiera con un mínimo de sentido común y que no esté poseído por el revanchismo, me preocupa enormemente el Gobierno que pueda surgir de las elecciones de este domingo.
Es, sin duda, la peor encrucijada electoral en la que recuerdo haber visto a España: ni la repetición del corrupto y descompuesto PSOE del 93 o el 96, ni siquiera la llegada del inconsistente Zapatero en 2004 pintaban en el horizonte tan negros nubarrones como el que alcance el poder este grupo de comunistas y ventajistas, enfermos de sectarismo, que se ha dado en llamar Unidos Podemos.
Sin embargo, hay algo tanto o más preocupante que ver cómo el odio y el sectarismo llegan ebrios de sonrisas al poder: comprobar que el 20, el 25 o el 30% de los españoles está por dinamitar el sistema y la convivencia.
Incluso si el resultado de las elecciones no es malo –o no es todo lo malo que puede llegar a ser–, la España en la que nos levantaremos el próximo lunes será terrible: aunque logremos esta vez evitar la llegada de los bolivarianos al poder, estaremos en una España en la que un cuarto de la población se cree no sólo agraviada sino con derecho al odio, a la violencia que ya ejercen los y las asaltacapillas, los bódalos, los alfons y los salvajes anti-Selección.
Una España de españoles que renuncian al logro personal y quieren que la prosperidad e incluso la felicidad les sean entregadas en bandeja de plata y por derecho: por tener un título universitario, por ser parte de "la gente", porque lo contrario es hacerle el juego al Capital…
Un país improductivo, maniatado entre los excesos regulatorios e impositivos del poder y una sociedad civil que mira con malos ojos el trabajo, el esfuerzo, el éxito y no digamos la riqueza.
Una nación débil, convencida de su propia maldad, de que su pasado es infame, de que no existe o sería mejor que no existiera, dando paso a unos presuntos pueblos largamente oprimidos.
Aunque este domingo logremos no acabar convertidos en una sucursal suicida del bolivarianismo, nos queda un durísimo trabajo por delante: tenemos que darle la vuelta a esta dinámica en la que nos creemos con derecho a todo sin obligación a nada; tenemos que abrir la economía y generar riqueza para demostrarles lo equivocados que están; tenemos que prestigiar de nuevo la democracia y no dejar que se olvide que las últimas décadas han sido las mejores en cientos de años, que por supuesto no han sido perfectas, pero sí han sido las más libres y las más prósperas.

En resumen: a partir del 27-J, y si todavía no somos un caso perdido, España tiene que demostrarse que no es tan mala, que no está tan mal y que lo que hará que todos estemos mejor no son las soluciones mágicas, sino el esfuerzo y el talento. No es tarea fácil, pero es imprescindible si no queremos vernos aún peor dentro de cuatro días.

jueves, 9 de junio de 2016

El calatravismo - David Torres

El calatravismo - David Torres

Que Calatrava sea uno de los más célebres arquitectos de la actualidad no debería asombrarnos. Vivimos en un mundo donde David Guetta está considerado un músico, donde Murakami aspira al premio Nobel y donde Donald Trump, ese paleto racista y megalómano, podría ser el próximo jefazo de de los Estados Unidos. Si estrechamos un poco la perspectiva, no es difícil ver que Calatrava viene de un país donde el presidente en funciones mete la pata cada vez que abre la boca, el ministro del Interior habla con la Virgen, el ministro de Defensa se compra armas a sí mismo y el ministro de Economía lo fue gracias a su labor de colaboración en el hundimiento de Lehman Brothers. Es un país (y un mundo) que se parece bastante a aquella canción del lobito bueno al que pegaban todos los corderos, sólo que no es un mundo (ni un país) al revés, sino al derecho. Al derecho y a la derecha, de toda la vida.
Políticos aparte, la mediocridad y la incompetencia también triunfan a lo largo y lo ancho del espectro artístico peninsular. En los primeros puestos de los libros más vendidos se amontona una caterva de productos editoriales prefabricados, forraje literario impreso por vendedores de papel, novelas escritas por escritores que no saben escribir para lectores que no saben leer. La desfachatez ha llegado al punto de que hasta Belén Esteban ha publicado un volumen de memorias, una cabriola literaria semejante a lo que sería un libro de recetas sobre las distintas maneras de cocinar cerdo publicado por una conocida activista vegana y musulmana. Lo asombroso es que se han vendido docenas de miles de ejemplares y hasta es posible que algún incauto lo haya leído entero.
Calatrava ha prosperado en medio de esta transvaloración de todos los valores de tal manera que su currículum se resume en una portentosa sucesión de desastres y catástrofes arquitectónicas que van de la chapuza al peligro público. Sus célebres puentes colgantes, desde Venecia a Bilbao, pasando por Murcia y Sevilla, han degenerado en un festival de resbalones, costaladas, luxaciones y fracturas. Tras declararlo impracticable para los peatones, la Fiscalía italiana describió el Puente de la Constitución como un “daño duradero” a la imagen de Venecia. El Palacio de las Artes de Valencia es hoy día una auténtica ruina que se cae a pedazos. La Estación del World Trade Center no sólo dobló el presupuesto inicial hasta los 4.000 millones de dólares sino que espantó a los neoyorquinos con su recreación involuntaria del interior de un dinosaurio. El Palacio de Congresos de Oviedo presenta tales defectos de estructura que la Sala de lo Civil ha condenado al arquitecto a indemnizar a la promotora con casi tres millones de euros.

El calatravismo no es simplemente un espanto estético sino fisiológico; sus construcciones no sólo suponen un atentado a la vista sino un verdadero riesgo ciudadano. Calatrava, el Paulo Coelho de la arquitectura contemporánea, se parece a su colega portugués en el éxito planetario de una propuesta intelectualmente lamentable, emocionalmente ridícula y nociva para la salud. Ya escribí una vez que Calatrava había inventado el “suspense arquitectónico”, un estilo cuya emoción principal reside en la posibilidad de que la bóveda se te caiga encima mientras la estás contemplando.dañando la imagen de terceras personas o que por alguna causa infrinjan alguna ley. [Más información]
Co,entario de David Trres a una funcionaria

Hoy una zorra de las SS le ha dicho a mi padre en Hacienda que tiene que justificar su invalidez permanente o le pueden reducir la pensión al 33%. Mi padre tiene 80 años, está operado de múltiples averías y hace más de 30 años que salió el juicio por invalidez, pero tiene que demostrarlo. Voy a ir a preguntarle a esta cerda, a ver cómo me demuestra que no come pollas en Génova a dos carrillos.

El pene pequeño - Raúl del Pozo

El pene pequeño - Raúl del Pozo

El buen gusto se formó por primera vez bajo el cielo griego. Lo que Carlos Marx llama la noble simplicidad y una reposada grandeza. Este ideal de la reposada grandeza se observaba en los faletes de las estatuas. Los miembros viriles de los dioses, los atletas y los héroes eran pequeños, modestos y se consideraba una costumbre bárbara mostrar el pijo circuncidado. Esa obsesión por la moderación de los griegos se prolongó al Renacimiento. Al David de Miguel Ángel no se le extirpó el prepucio, a pesar de ser un rey judío. Paola Rosa, que vigila la limpieza del David utiliza delicados pinceles y aspiradores de polvo cada lunes, para que brille en el universo el mármol de Carrara -5,5 toneladas de peso- en la glorieta de Galería de la Academia de Florencia. La restauradora observa la proporción áurea del bálano que conecta con la sensibilidad contemporánea.
Los griegos, que siempre son nuestros contemporáneos, pensaban, como ahora las feministas posmodernas, que eso del quilé grande es una equivocación. El otro día en la charla Sexo, porno, feminismo en la sede del Podemos en Madrid, la estrella porno Amarna Miller -junto a las diputadas Clara Serra, Beatriz Gimeno, y la concejala Rita Maestre- fustigó la sociedad machista-patriarca, basada en la diferencia de genitales. Dijo: "Nuestro cuerpo es nuestro y hacemos con él lo que queremos". De acuerdo, pero eso de los genitales de los hombres está muy desmitificado. Ya no se padece la envidia freudiana del pene. El tamaño del hermano pequeño vuelve a la proporción griega, cuando sólo a los esclavos se le representaba con enormes carajos.
Aristófanes creó la primera heroína femenina, Lisístrata, vista ahora como la primera sufragista. Aunque el autor fustigaba a las mujeres, que pintaban muy poco en Atenas, retrata a Lisístrata como la activista que quiere disolver el ejército. Describe al hombre ideal para las mujeres como de pecho sano, anchos hombres, lengua corta, muslos fuertes y chuzo pequeño. A pesar de que en sus funciones había procesiones fálicas, el autor entendía que el muñeco grande no era signo de masculinidad sino de barbarie. Príapo-pollón era un dios rústico, sus estatuas no eran de mármol sino de tronco de higuera y se utilizaban de espantapájaros.

Todo esto es para explicarles que, por fin, los visitantes de los museos sabrán por qué las estatuas griegas tienen el nardo pequeño. Lo ha explicado el profesor Andrew Lear (Harvard): "Un pene pequeño era algo codiciado en la antigua Grecia porque se asociaba a la moderación y al control de los impulsos". Por eso Aristófanes se burla de los que presumían de polla grande: "Ciegos humanos, semejantes a la hoja ligera, impotentes criaturas hechas de barro deleznable, míseros mortales que, privados de alas, pasáis vuestras vida fugaz como vanas, sombras o ensueños misteriosos". El escritor satírico, por sus provocaciones y moderneces fue desterrado a Macedonia donde murió apedreado por las mujeres. Otros dicen que se lo comieron los perros.