domingo, 14 de abril de 2013

Cumplir con los jefes - Antonio Lucas



Cumplir con los jefes - Antonio Lucas
OBSERVO la foto de la mujer que el jueves apuntaba con el dedo a los tendidos del Hemiciclo cuando era desalojada. Es una de las miles de víctimas de la estafa de las preferentes. Sabía a quién señalaba: a muchos de los que unas filas más abajo han asumido esas y otras estafas como parte del juego. A tantos incapaces a cargo del erario público (¡nuestros representantes!) que les dejaron tirados. Mientras estos ciudadanos protestaban por su condición de leña para las entidades financieras, el Gobierno ya tenía decidida la aprobación de la reforma bancaria que libera a Alfredo Sáenz de toda carga, pese a su condena por delitos dolosos y al fallo del Supremo. No hay justificación posible. No hay salida (ni de emergencia) para tartamudear una excusa que explique este brindis despreciable. El Gobierno de Rajoy ha cumplido con sus jefes (esto ya es algo más que una hipótesis de trabajo). Igual que Zapatero cumplió vía indulto con los suyos, que son los mismos. Las entidades financieras dejaron a miles de ciudadanos sin un puto duro: también a analfabetos, ancianos despistados, discapacitados, niños... Gentes torrefactadas por el hacer sin ley de la codicia. No es posible pensar en nada favorable con los partidos mayoritarios convertidos en reloj de cuco de los bancos. Estos tipos han olvidado que la democracia no es una cosa hecha y dada para siempre. Que esto hay que currárselo. Y que su servidumbre nos ofende mayormente. Están propiciando una sociedad con el corazón de mecha. Gobernar para mayor gloria de Alfredo Sáenz hace ver que la de aquí es una política de morosos de la realidad y a nosotros nos tienen de decorado, como ilusos. Como pringaos de hucha. Da como asco observar la formidable y espantosa manipulación de la Justicia mientras se acojona y se distrae a la peña. Para su negocio hace falta sacrificar a dos generaciones de españoles. Y aquí estamos, como mayas, haciendo cola en el precipicio. Es lo que tiene la falta de liquidez, que es como llaman los bancos a sus transfusiones con nuestro plasma. España ofrece para casi todos una gran nada como proyecto de vida. Exactamente para esos cuarenta y muchos millones que no nacieron banqueros. Que no están en la pomada. Que creyeron que bastaba con la honestidad. Y que encima se quejan. Usted y yo, por no ir más lejos.