viernes, 14 de junio de 2013

La ITV de Messi - Pedro Narváez


La ITV de Messi - Pedro Narváez

Messi nos da una idea de lo barata que está la carne de político. La prueba es que nadie en público le llama sinvergüenza, como ya le habrían gritado si en vez de en el banquillo estuviera en la bancada. Al cabo, su presunto delito es más de lo mismo. Por menos de lo que la Fiscalía dice que ha defraudado, a un alcalde lo empalan al estilo Vlad III, más conocido como Drácula. No es que defienda a los impresentables ni a los chorizos o a las butifarras caviar, pero si la Justicia es igual para todos, no lo es el cariño, que no puede comprarse en un telediario, sobre todo si es de TV3. Los héroes erran mientras consigan el pañuelo de la amada, que es la afición, ya desvirgada pero aún en celo. Messi, el ángel de la Masía, no sólo habla catalán en la intimidad, que es como si uno supiera ruso y en una cumbre con Putin sólo lo utilizara para hacer pis, sino que ha aprendido rápido las costumbres de las élites que lo encumbraron como el dios de la nueva patria que posa con la camiseta de la «senyera». Un argentino antes que un español, porque ya se sabe que en el Río de la Plata nos llaman cosas que no se atrevería a soñar Tardà. Pujol padre asegura que sus hijos tienen su propia vida y Messi hijo no sabe qué hizo su padre con tanto dinero. Los que toman los colores del Barça como la bandera de su delirio, tan proclives a faltar, optaron ayer por un silencio de hospital. Cosas de familia. El astro tendrá que pasar ahora la ITV de la moralidad y entrenar para parecer un chico honesto además de un genio, que es donde le saca cuatro penaltis a Oriol Pujol. Sólo queda que el rey se quede desnudo porque la pareja de diseñadores italianos que le pagan los calzoncillos también están acusados de sisar al fisco. No vale marcar paquete cuando Hacienda tiene las pelotas en su córner, con todos los puntos para ganar la Liga.