miércoles, 29 de enero de 2014

Mi Autobiografía - José Luis Alvite (Diario 16)

Mi Autobiografía - José Luis Alvite (Diario 16)


Ahora va en serio. Todo eso del "Savoy" fue sólo una terapia. En realidad nunca estuve en Nueva York y Lorraine Webster fue sólo un sueño. No tengo 65 años biológicos pero soy un tipo por el que la vida no pasó desde luego de puntillas .He sobrevivido a cuatro paquetes de tabaco diarios durante más de treinta años y para mí todo lo que me ocurre desde hace algún tiempo es una prórroga antes de acabar mi vida en los penaltis .Soy escéptico , inestable y soñador .Tuve la crisis de los cuarenta a los nueve años .Fui tan delgado que las amigas de mi madre no sabían si darme un beso o una limosna .También tenía un porte elegante , calmoso y subliminal y una piel tan fina y suave que no podía apuntar nada en ella sin riesgo de me pasase a la sangre. Mi aspecto entonces era frágil , tan quebradizo que al cura de la parroquia siempre le pareció que tendría que darme la comunión con un pulverizador. Jugué al fútbol de interior de enlace en el equipo del instituto pero en las fotos parezco el triste capellán de Alcatraz. Mi vida está llena de errores , de bajezas , de culpas y de insomnio. A veces pienso que lo mejor que me ocurrió fue el acné juvenil pero supongo que exagero. Me casé dos veces y nunca fui un buen marido ni un padre del que presumir. Lo único sano que pude transmitir a los míos es mi apellido, aunque comprendo que mi primera mujer no lea esto sin sentir un asco razonable. Tuve que abandonar nuestro hogar el día que mi hija Eva celebró la primera comunión. Lo hice fingiendo un aplomo que sólo era una mezcla de cansancio , soledad e incertidumbre. Era tarde y sólo tenía una bolsa del supermercado con un par de mudas y dos zapatos de goma desiguales. Los primeros días de aquella terrible posteridad los pase en las cafeterías para sentir cerca a alguien que hablase de cosas corrientes e imaginar que me hubiesen aceptado en la tertulia , incluso sin vacunarse, si por un instante se me pasase por la cabeza la tentación de arrastrarme hasta su mesa con mi cafelito en las manos y una náusea a duras penas sujeta por el fino hilo de mi fracasada sonrisa de cura recién masturbado. Era verano y no olvidaré la desoladora sensación de ser el único tipo que paseaba por la orilla del mar con zapatos de goma de distintos pares y un traje gris en el que la mierda se había puesto tan dura que me dolían las ingles al cruzar las piernas como si hubiese atrapado en ellas una hoja de bacalao. Mi pobre hija tenía ocho años y no me despedí de ella porque tenía un nudo en la garganta y la razonable sospecha de que no se emocionaria por mí. No había sido un padre corriente , uno de esos padres que ayudan a con los deberes del colegio y siempre parecen los padres más altos , más guapos y más interesantes del mundo , aunque sean grises y rudimentarios y huelan a especies para callos. Cuando quise cogerla en brazos por primera vez , mi hija estudiaba segundo de Filología Inglesa y pensé que lo primero que se le ocurría sería denunciarme por acoso sexual.Mis hijos son la única parte de mi cuerpo que no se merece la silla eléctrica. Estoy en "Diario 16" porque el "Grupo Voz " sabe que soy un buen tipo , un tipo sin doblez , alguien que partiría con cualquiera su último cigarrillo.Dice mi madre que que cada vez me abraza tiene la sensación de haberse tropezado con alguien al que la espalda le tapa el rostro. Es verdad que resulto serio y que mirándome a los ojos , nadie diría que tengo ilusión por algo . Pero se equivocan.Mi madre sabe que lloro a solas y que mi terrible vida sin ataduras es la única manera que conozco de dar vueltas en cama sin meterme en ella. Les agradezco que me lean. No soy un buen ejemplo para mis hijos porque no me conocen bien. Pero les juro que si no fuese un tipo tan reservado , incluso ellos considerarían exagerada la tentación de tratarme de usted .Créanme : sólo soy un buen tipo al que la vida le enseñó a gritar con la boca cerrada.