martes, 5 de abril de 2022

Soy Yolanda - Rosa Belmonte

 Soy Yolanda - Rosa Belmonte


Lo de la vicepresidenta Díaz con el Papa es como lo de Georgina con sus amigos en el ‘reality’

Tamara Falcó también ha ido a ver al Papa. Su segunda vez por el doculoquesea de Netflix (el otro fue una mata que no ‘echó’). Llevó al Papa una Virgen de la Alegría, que está de moda entre la gente bien. Tamara vestía una camisa con lazo, como Yolanda Díaz, la ministra del extraño prestigio. Esta, cuando fue a ver al Papa, iba como mal disfrazada de Marguerite Yourcenar al ingresar en L’Academie Française.

 ya sabe que nunca más va a estar solo. Las veces que he coincidido con Pablo Iglesias en la radio, y todavía no estaba en el Gobierno, llevaba un séquito que ni el rey de Siam. El de Yolanda Díaz, del que ayer informaba Javier Chicote en ABC, es de chiste, de ‘sketch’, si no fuera por la falta de transparencia y el dinero público que no es de nadie. Bueno, de los que se lo gastan en ir al Vaticano en Falcon. Yolanda me ha recordado a Georgina, la novia de Cristiano, con sus amigos en ‘Soy Georgina’. Me ha recordado más a la parodia de Victoria Martín en su Instagram: «Me encanta estar con mis amigos. Nos llamamos ‘Las queridas’. Me gusta mucho que estén conmigo para no olvidarme de dónde vengo. Es verdad que antes de quedar, antes de que entren en mi casa, les pego siempre unos manguerazos porque, si no, Cris no me deja que se sienten en el sofá. Lo que más me gusta de estar con ellos es… ver sus caras de envidia cada vez que hago cosas y tengo cosas que ellos no tienen. Mi amiga Mamen, por ejemplo, que el otro día me la llevé en el ‘jet’. Ella iba con su vestido del Bershka. Esto me hace muchísima gracia. Porque ella me dice ‘Te quiero’, pero sus ojos dicen ‘Puta, puta, puta’».

Mi favorito del séquito ‘yolandal’ es Carlos Corrochano, «politólogo asesor de la vicepresidencia». ¿Qué necesitas para ir a ver al Papa? Un politólogo. Se apellida Corrochano, como el gran crítico taurino de ABC, autor de ‘La edad de plata del toreo’. Menuda edad nos está tocando en la política. Corrochano, que sucedió a Dulzuras, empezó a hacer críticas de conjunto, no toro a toro. Como decía Cossío, sabía «ver el suceso, a veces el detalle o matiz característico que ha de servirle de tema de su crónica».

Hay otra cosa de Victoria haciendo de Georgina que también me recuerda a la ministra del extraño prestigio. Son esos detalles o matices. «Me encantan mis fans, el apoyo de ellos es lo que me hace seguir adelante en mis objetivos de no hacer absolutamente nada». Anda, una actualización de Pla: «Era un gandul profundísimo, insondable, que había llegado a encontrar la manera de aparentar que estaba siempre atareado». Pero, tirando de otra Yolanda, Ramos, como Noemí Argüelles en ‘Paquita Salas’, cuidado con las palabras que decimos a la balalá, que esta señora se levanta a las cinco.