martes, 1 de octubre de 2019

Al PSOE le gusta la noche - M.Vicente

Al PSOE le gusta la noche - M.Vicente

Descponozco la razón por la que al PSOE le gusta tanto la noche para ejecutar sus ajustes con la historia. La madrugada del 19 de enero de 2006, unos pobres funcionarios abrigados hasta las orejas, sacaban los primeros papeles del Archivo General de la Guerra Civil con sede en Salamanca para entregarlos, días después, a la Generalitat catalana. Eran más de quinientas cajas con las que el entonces presidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, pretendía firmar la “paz” con los nacionalistas a los que necesitaba para seguir gobernando desde La Moncloa. Muchos de los papeles ni eran de Cataluña ni de las instituciones públicas.
Sánchez está tratando de reescribir otra parte de la historia de España con la que el socialismo actual está obsesionado. En el tiempo que lleva, un año y casi cuatro meses, el actual presidente gobierna con los presupuestos del denostado ministro Montoro, pero ha desenterrado a Franco ya unas cuantas veces. Cada vez que tenía que engrasar la maquinaria de la propaganda, el generalísimo resucitaba en los consejos de ministros. Sánchez necesita soliviantar a los votantes de la extrema derecha y reescribir un fragmento histórico que está superado, o al menos es lo que se pretendió en la Transición de la dictadura a la democracia. El esfuerzo por superar las heridas del pasado lo hicieron los políticos de entonces, fundamentalmente los más opuestos ideológicamente. Sánchez ni estaba ni se le esperaba. No tuvo protagonismo y ahora está empeñado en tenerlo. Por ello tiene la intención de desenterrar a Franco en la madrugada del 6 al 7 de este mes. Otra vez con nocturnidad, como suelen hacer las cosas los que no tienen el suficiente valor para actuar a la luz del día. A la mayoría de los españoles dónde esté enterrado el dictador no nos quita el sueño. Me atrevería a decir que nos da lo mismo con tal de que quienes tienen la responsabilidad dejen de enfrentarnos. Por mí, se pueden ahorrar esa propaganda electoralista nauseabunda y la despiadada manipulación.
A Felipe González, presidente socialista durante catorce años, no se le ocurrió reabrir viejas heridas ni hablar más de la cuenta del dictador. Los que de verdad sufrieron las secuelas de la Guerra Civil y de la posterior dictadura franquista siempre han querido superar esa etapa negra. No recordarla y mucho menos revivir episodios tan dolorosos para muchas familias cuando por fin se había conseguido devolver la Democracia a España. Pero tanto Zapatero como Sánchez han querido hacer un revisionismo de los pilares de la Transición y apoderarse de la paternidad de una democracia en la que poco tuvieron que ver y muy probablemente si hubieran gobernado treinta años atrás, hoy estaríamos todavía hablando de los dos bandos.
A mí me pasa como a Antonio Banderas, que tengo la impresión de que en los años ochenta Franco llevaba más tiempo muerto que ahora. Este Gobierno no ha hecho otra cosa desde que llegó a La Moncloa, gracias a la moción de censura contra Rajoy y al apoyo de la extrema izquierda y los independentistas, que remover a Franco de la tumba y alentar el voto de la extrema derecha.

P.D. Por si algún socialista de los actuales tiene la tentación de colgarme el cartel de “facha” o fascista, o por si tuviera alguna duda sobre la vinculación familiar con el régimen, quiero aclarar que mi familia sufrió las desdichas de la Guerra, hubo muertos que nunca supimos en qué cunetas están enterrados y familiares en el exilio por su vinculación con la República y con el socialismo. Sufrimos en primera persona las desgraciadas consecuencias de una guerra incivil y de la dictadura, pero agradezco que no me inculcaran el infructuoso revanchismo y que pasaran página para mirar al futuro sin odio ni rencor. Mi tío Antonio Regalado García, hijo de un exiliado republicano y socialista que no pudo o no quiso regresar a España mientras vivió el dictador, fue educado en el perdón y le inculcaron tanto el amor a España, que está enterrado en Tabera de Abajo.