domingo, 12 de febrero de 2017

El hombre de musgo - Alberto ESTELLA

El hombre de musgo - Alberto ESTELLA

ES perenne, como el musgo de las peñas del entorno, que sirvieron a los bejaranos para mimetizar-se, asaltar la ciudad y expulsar a los musulmanes. Vuelve siempre, con la terca puntualidad del turrón por Navidad o la recidiva de una desapacible patología. Ha vuelto Caldera. El mismo que fue diputado por Salamanca —y Béjar, pero menos— treinta y tres años. Señor, Señor... Ya está aquí de nuevo, don Jesús Caldera Sánchez Capitán, oh capitán, mi capitán, con el musgo marchito. ¿Qué ha sido de su retirada política y su Secretaría del Ayuntamiento de Ávila? Como opinante debería agradecérselo, porque tengo cierta predilección por su tan brillante como inexplicable peripecia política. Me ha protagonizado muchas columnas, sacado de muchos atascos de ideas —él, que tiene tantas—, cuando no sabía o no tenía de qué escribir.
Caldera repite como el ajo, como una pesadilla, como el pimiento del calderillo bejarano. Repite de pensador, que es lo suyo. Es un hombre de intelecto, de vislumbres tan profundos como ignotos. Supongo que habré escrito ya que en el 2002 —Salamanca “Ciudad Europea de la Cultura”— al pasar por delante de la conocida escultura del pensador de Rodin que nos trajo la Caixa, se dice que el entonces ministro preguntó: “¿Quién es ese?”. Se non é vero é ben trovato.
El pensador Caldera, cuya versión local sería el tío “Cavila” del famoso cuento de don Luis Maldonado, en su discreto destino de secretario, no deja de discurrir. Reflexiona tanto que regresa a la actualidad internacional, como vicepresidente de FES ("Foundation for European Progressive Studies”) un laboratorio —¡otro!—, de ideas. Suena más notable en inglés —think tank—, es decir, un tanque de pensamiento, toma higos Pepa que se agusanan. No ha bastado a la progresía nacional e internacional su cosecha de fracasos como res-
ponsable máximo de anteriores fundaciones. La más sonora, la socialista IDEAS (acróstico de Igualdad, Derecho, Ecología, Acción y Solidaridad, qué hermosura), que se sacó de la manga el sorprendente Zapatero cuando le cesó de ministro y le puso al frente. Jesusito de mi vida la montó, capitaneó, manejó a su antojo y es-coñó.
Confesar debo que me cabreé con Cal-
E1 pensador Caldera, cuya versión local sería el tío “Cavila” del famoso cuento de don Luis Maldonado, en su discreto destino de secretario, no deja de discurrir
derillo cuando supe que IDEAS pagaba columnas de opinión a razón de tres mil eu-razos. Con los trienios que yo llevaba en este diario, pedí lo mismo que cobraba la colaboradora, una tal Amy Martin, pero me contestaron que en provincias se pagaba algo menos, y que además se trataba de la mujer del director de la misma Fundación, Carlos Muías, o el propio Muías con pseudónimo. Es decir, un soberano enjuague, trincando al por mayor. Tuve la tentación de intentar fichar por Caldera, echando previamente ceniza sobre mis lomos, en prueba de arrepentimiento de los
arreones que le había propinado, pero supuse que no sería bien recibido. Y aquí sigo, que tampoco el congrio es mal ave. En resumen, Calderillo desprestigió IDEAS hasta que su chiringuito de altos vuelos fue cerrado por orden superior. Hala Jesús, a tu oficio, que —como diría uno de mi pueblo—, has desfarfallado en poco tiempo el invento.
Tampoco bastó con el fracaso de la Fundación Premysa, creada en 2005, que hubo que liquidar hace apenas dos años. La domicilió en Béjar, puso al frente a un primo carnal suyo, se nutrió de subvenciones oficiales... y también la arruinó.
El caso es que esta otra factoría de ideas de la que Calderillo es vicepresidente, organiza en Ciudad del Cabo unas jornadas de reflexión y debate —por supuesto progresista—, en las que va a participar... trémolo, expectación: ¡Pedro Sánchez! Para quitarse el pelo de la dehesa, “el guapo” se va a Sudáfrica, de la mano del bejarano. Y algunos de ustedes se preguntarán: pero coño, en las últimas elecciones para la Secretaría General del PSOE ¿no se opuso a Sánchez? Pues sí, pero el mayor ideólogo que han dado Béjar y su comarca, se alquila al que promete o manda, para permanecer “en el candelabro”: sirvió a González, defendiendo una pulcritud inexistente en aquel final agónico del felipismo, con lodo hasta en el Boletín Oficial y los Huérfanos de la Guardia Civil; sirvió luego a Zapatero en algunas insensateces cuyo rastro aún padecemos; y apoyó al prometedor Madina frente a Sánchez, que ganó la Secretaría General gracias al apoyo de Susana Díaz. ¿Se juegan algo a que el alquiladizo Caldera se pone a disposición de la andaluza cuando se decida a dirigir el PSOE?
Mi duda es si Caldera, al que le pagamos una profesora de inglés durante años, se va a defender en Sudáfrica, porque echó tantas horas que nadie sabe si la teacher era muy mala o el alumno un zoquete.