sábado, 21 de mayo de 2016

Lo importante es mear unidos - Julián Ballestero

Lo importante es mear unidos - Julián Ballestero

los concejales del grupo municipal de Ganemos Salamanca siguen adoleciendo de puntería.Tras sus disparos al aire contra la Semana Santa y contra la Policía Municipal, han vuelto a mear fuera de tiesto.
Ahora se les ha ocurrido proponer acabar con la discriminación por sexos en los urinarios públicos, de tal forma que los salmantinos, hombres y mujeres, meen todos en el mismo retrete, sin distinción de fuentes, chorros, distancias ni instrumentos.
Estamos por tanto ante otra de esas iniciativas que distinguen a la ‘marca blanca’ de Podemos en nuestra provincia y que tienen como denominador común su carácter estrambótico y disparatado,eso si,siempre desde una ideología titiriprogre y underground.
El objetivo confeso de los ediles con esta enmienda ‘antiapartheid’ es acabar con la duda existencial en la que se sumen los miembros de los colectivos de gays y lesbianas a la hora de elegir puerta para aliviar la vejiga en bares y discotecas, aunque el propósito final, también loable, es fomentar la convivencia, desinhibir al personal y provocar el jocoso comentario entre los evacuantes, con lo cual se contribuye de forma indirecta al bienestar y la salud de los salmantinos.
La iniciativa contará sin duda con el apoyo entusiasta de la muchachada de sexo varón, e incluso recibirá la comprensión de las chicas, acostumbradas en los últimos tiempos a mear contra pared por todo el casco viejo (¿cómo lo conseguirán?). Superadas sus reticencias iniciales, seguro que también las mujeres acabaran por aceptar la paridad en el excusado.
El alcalde y el resto de los grupos de la oposición deberían considerar seriamente la imposición de la norma sabiamente planteada por Ganemos, porque la costumbres y los usos de nuestra civilización son solo eso,meras
convenciones: en otros países se limpian con una mano y saludan con la otra. Y nadie se rasga las vestiduras.
Pronto veremos cómo el grupo municipal de Ganemos traslada a Salamanca la versión charra de esa curiosa iniciativa que impone el uso obligatorio del antiguo trapo como sustituto de las antiecológicas compresas y como alternativa de los agresivos tampones, siguiendo la propuesta de los ‘colegas’ de la CUP en Cataluña. Y más pronto o más tarde habrá una iniciativa para adoptar aquí el sistema de ahorro de papel higiénico aplicado en ‘la madre patria Venezuela’, del que existen
abundantes ejemplos visuales en Youtube (mejor no verlos) y que básicamente consiste en combinar un trocito de papel tamaño paquete de tabaco con un agujero y el dedo índice y/o anular.
No hace mucho los concejales de Ganemos ya dieron señales inequívocas de por dónde van sus tiros, cuando pidieron al Ayuntamiento que reduzca la visibilidad de los policías municipales que patrullan la noche salmantina. Decían entonces los discípulos de Pablo Iglesias que tanto uniforme pone nerviosos a los ciudadanos. De manera especial a los delincuentes, les faltó decir. Por algo ellos no han venido al Consistorio “a tocar las pelotas, sino a meter goles”, para lo cual no les hacen falta agentes, sino árbitros de vista corta.
Todas estas ocurrencias llegan al Pleno gracias a los asesores con los que cuenta Ganemos, que se llevan un pastón por colocar encima de la mesa unas propuestas destinadas a solventar los grandes problemas de la ciudad, que no son el paro y la pobreza, sino los insoportables apretones de vejiga.
Este es el aire fresco que han venido a traer a la política salmantina los genuinos representantes de los cabreados del 15-M, una revolución de los hábitos sanitarios que nos permitirá seguir siendo más o menos pobres, pero mucho más higiénicos. Nada de recuperación de los valores auténticos de la democracia, la separación de poderes, la transparencia, la persecución de los corruptos, la participación y el control de los gobiernos. Lo importante es mear unidos.