lunes, 8 de mayo de 2017

El premio José Luis Alvite - Ceferino de Blas

El premio José Luis Alvite - Ceferino de Blas

El premio periodístico que lleva el nombre de José Luis Alvite es el más auténtico de cuantos se dedican a la profesión. La mayoría de los que se convocan reúnen otras connotaciones, como puede ser el Miguel Delibes, que está mixtificado por ser el titular más novelista que periodista, o el Julio Camba, por razones análogas. Otros del tipo del José Couso a la libertad de prensa, hacen hincapié en motivaciones como la trágica muerte del fotógrafo gallego más que en la dimensión profesional. 

Es evidente que son premios justificados, por estar dedicados a unos personajes que se han ganado el ser recordados por la creación de estos galardones con su nombre, que prestigian con sus trayectorias profesionales. 

Pero el José Luis Alvite añade a los argumentos aportados que se premie al periodismo puro en la persona de un profesional de los pies a la cabeza, que en su vida no ha hecho otra cosa que buen periodismo, desde el difícil cometido del columnismo. Y que sus exitosos libros sean la recopilación de los artículos, sin que le haya dado por la incursión a otros géneros literarios. 

En su vida en las redacciones, Alvite abarcó todos los géneros, desde los sucesos a la información local, pero lo que le valió la admiración de los lectores, el aprecio de los críticos y el respeto de los compañeros, es haber creado un mundo diferente, en el Savoy. Una metáfora a la que tuvo la inteligencia de arrastrar a sus seguidores, de forma que se sintiesen inmersos en ese espacio onírico, y gozasen de la suerte de sentirse en otra atmósfera, como si estuvieran contemplando una película de época. Y al acabar la lectura experimentasen la sensación de haberse sumergido en un mar de nubes, a veces oscuras como las que preludia una tormenta, pero casi siempre bellas como las que colorea una puesta de sol sobre las Cíes. 

Un acierto de la Asociación de Periodistas de Galicia, el grupo que Arturo Maneiro creó hace veintitrés años como nexo de unión entre las viejas Asociaciones de la Prensa y el nuevo Colegio Oficial de Periodistas, cuando la carrera de periodismo dejó de estudiarse en las antiguas escuelas y pasó a las facultades universitarias. 

La microhistoria gallega de la profesión recuerda que aquella bienintencionada pretensión de convertir la Asociación en Colegio, como ocurría con otras profesiones -abogados, físicos, médicos... -, no fue posible porque, según cuentan, en el Colegio se empezó a abrir la puerta a no licenciados universitarios, cuando uno de los menesteres de los Colegios es la tutela de la profesión e impedir el intrusismo. 

Así nació la Asociación de Periodistas de Galicia, que convoca los premios Diego Bernal, otro periodista, periodista, que formó parte del grupo de fundadores de este colectivo profesional, que ya va por su XXII edición, y el José Luis Alvite. Dos nombres de comunicadores santiagueses que prestigian la profesión. 

Otro argumento de por qué es el más periodístico de los premios conecta con la herencia familiar. Hubo Alvites periodistas desde principios del siglo pasado, y el apellido siempre estuvo ligado al FARO, del que fueron corresponsales en Compostela. Un Alvite llegó a rizar el rizo, y fue corresponsal a la vez del FARO y "La Voz de Galicia". 

Era una personalidad muy activa y el más dinámico de los promotores de erigir una estatua a Rosalía de Castro en Compostela, por lo que vino a Vigo a lograr la participación de la ciudad en la empresa. Por falta de dinero el monumento a la poetisa tardó en terminarse y no se inauguró hasta 1917. 

Otro Alvite escribió, en 1921, las crónicas de la tragedia del "Santa Isabel", frente a la isla de Sálvora, por las que los lectores de este periódico se enteraron del mayor naufragio ocurrido en las costas españoles. 


Por estas y más razones que pueden aportarse, es de justicia reseñar el acierto de la Asociación de Periodistas de Galicia de haber creado el premio Alvite. En la primera edición se lo concedió al columnista y politólogo, José Luis Barreiro, y en la segunda, la pasada semana, a Ánxel Vence Lois, maestro de periodistas y el mejor articulista que luce en esta ahora de buenos columnistas en Galicia. Enhorabuena Ánxel, y que tu ingenio no deje de deleitarnos.