Sollozos - José Luis Alvite
Cuando Lorraine Webster me presentó a su mando, aquel fulano era tan ancho que tuve que darle tres veces la mano. Se llamaba Sweeney Torrance y era como si llevase la espalda a los hombros. En realidad no era la primera vez que veía a aquel tipo. Recordaba su aspecto de haberle visto en las páginas de sucesos del 'Clarion'. No me lo vais a creer, pero era tan ancho que su fotografía pasaba a la página siguiente. Ya sé que estas cosas suelen ser exageraciones, pero una madrugada me dijo Lorraine que al lado de aquel fulano anochecía media hora más temprano. Según Ernie, la primera vez que cenaron a solas en el 'Savoy', reservaron mesa para tres. En la foto de bodas, al lado de aquel tipo hosco y gigantesco, Lorraine parecía la ascensorista de la Estatua de la Libertad.Sweeney fue matón durante más de veinte años. Y era un tipo corpulento. Y es cierto que su penetrante mirada la recuerdo como un apagón azul. Pero en el trabajo era elegante y distinguido. Y en el callejón del 'Savoy' sus disparos eran como si descorchase el revólver. Era contundente pero emotivo. Y sensible. Una madrugada que caminé con él a la salida del 'Savoy', recuerdo que con la lluvia le sollozaban los zapatos. A Sweeney le cayeron treinta años de cárcel en el 74. Pero no se inmutó. Acusó el veredicto como si fuese una beca. Y años más tarde, me escribió al 'Savoy'. Era una carta larga. Sólo os transcribiré un párrafo. Dice así: "Llevo nueve años en esta jaula. No ha pasado el tiempo. Es como si engrasasen los relojes con cemento. Ahora echo de menos las cosas en las que no reparé apenas. Y maldigo la brevedad de mi infancia, cuando me parecía un sitio pequeño el abrazo de mi madre. Anoche un tipo me pidió que le escupiese en los ojos para imaginar que lloraba. Y esta mañana, maldita sea, el cielo estaba tan bajo que las palomas se comieron el veneno de las ratas. Luego rompió a llover. La lluvia en prisión resulta . A media tarde habían descargado sobre el patio de la cárcel 40 litros y un día".