jueves, 9 de mayo de 2013

Mariano y Esperanza - Raúl del Pozo



Mariano y Esperanza - Raúl del Pozo
Al gallego le ha salido una chulaperas que lleva el título ladeado como la chimenea de un barco, y ya sabemos por Ramón que una pedrada desde la Puerta del Sol mueve ondas concéntricas en toda España. Así que mientras nadaba en tres platos un rodaballo consulté, como solían hacer los nuncios, a un viejo rockero de la política.
–¿Cómo sale Mariano del examen de primavera?
–Bien. Los medios de comunicación no dicen eso, pero no le preocupan los medios. Fracasada la Triple Alianza de diarios, confirmó su idea de que no hay que ocuparse de los desafíos narcisistas. En RTVE le colaron a un inútil del sindicato de abogados del Estado que pactó 50%-50% con el PSOE. Las otras televisiones no ayudan, dejan largar todo el tiempo a los antisistema. Mariano pasa, en eso de los medios es un autista.
–¿No le va a afectar el caso Bárcenas?
–Había un banquero del Opus que recogía la pasta para todos los partidos y luego pasaba la canastilla a los otros. Fraga se reunía a cenar con los empresarios y a las doce se levantaba como un huracán y les decía: «Ahí les dejo con Álvaro». ¿A qué viene ahora tanta hipocresía? De todas formas, al que se haya pringado, que lo crujan.
–¿Cómo ves a los ministros?
–Algunos socarrados, como Alberto o el patán de Exteriores; a la de Trabajo no la salva ni la Virgen del Rocío. Aún están vivos Arias, Pastor, Soria...
–Soraya aguanta.
–Porque sale sólo los viernes, reparte licencias, echa la bolsa salvavidas al grupo mediático casi ya no reconocible, llamando a Telefónica y a Botín. Pero el viernes negro, cuando miraba el partido de tenis de los malos augurios entre Guindos y Montoro, estuvieron a punto de acabar la legislatura. ¿Dónde está Rajoy? En Alemania, en la prima de riesgo, en la unión bancaria.
–¿Hay una conjura en el Partido Popular?
–No veo conjura. Rajoy es el que manda, los ministros son sus empleados, sólo tienen algo de poder los barones porque hacen listas y ganan elecciones. Intentan dar por el culo, como siempre, los del espectro demócrata-cristiano: Arenas, Mayor, Añejo, Nasarre.
–Esperanza Aguirre da guerra.
–Quema a su delfín, lo va achicando. Esperanza es una gran política y le gusta ser la figura aunque sea en un entierro. Dice que hay que hacer lo contrario de lo que hizo ella: llenar la Puerta del Sol de funcionarios y dar dinero a los sindicatos. Apenas le apoya la vieja guardia de Madrid.